Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
preguntamos cuáles son las causas de esta noble emoción, es casi seguro que no hallaremos
una contestación más lógica que ésta: porque en ella vislumbramos los nuevos horizontes
que anhelamos y que, en el fondo y en su esencia, son los mismos que, en su época, se vislumbraban
en la pintura de El greco.
Mas, si es cierto que ignoramos cuál será el sentimiento religioso del futuro, sabemos
en cambio, por el empuje de la reacción que se opera, que la expresión artística de la nueva
religiosidad no tendrá como centro de interés la representación objetiva de hechos naturales,
sino que revelará como ya hemos dicho, un nuevo más allá. ¿por ventura en la vida materialsocial
no nos apartamos progresivamente del materialismo? Son muchos, sin embargo, los
que, perdidos en el vaivén de la evolución, se aferran a la tradición, tratando de ignorar
esta verdad positiva. Inútil esfuerzo el suyo, porque la evolución obedece, en este caso, a
un vigoroso impulso del anhelo espiritual.
Esta religiosidad, que en su aspecto artístico puede tomar la forma de un nuevo romanticismo
universal, es consecuencia de la situación histórica y fruto de condiciones de vida
evolucionadas y maduras. En esta tendencia hacia lo espiritual reviven los éxtasis sazonados
que El greco plasmó en formas, llevando los polos de la vida sensible hasta los limbos del
cielo y del infierno. Sus éxtasis eran de orden espiritual, es cierto; pero perseguían una vida
refinada. ¿No es esto lo que anhela el hombre de hoy? ¿Y no es esto, por ventura, lo que se
manifiesta en el arte moderno?
Si comprendemos a El greco y lo actualizamos –como se actualiza a Van gogh– es porque
sus excitados y excitantes cuadros son para nosotros una fórmula eficiente de la vida
que tiene acusada vinculación con la formal corriente neohumanística que se advierte en la
plástica moderna y porque su pasión artística penetró en la esencia de los fenómenos. En
este sentido El greco es actual.
Pero quizás no termina aquí la poderosa influencia de El Greco –influencia que le da
actualidad–, porque quien ha sido el primero en “dislocar el dibujo para transmitir al lienzo,
con toda su energía y vivacidad, el movimiento”, modelo ha de ser –como afirma Cossio– para
toda especie de simbolistas, para las psicologías complicadas, para el misticismo alegórico,
para las misteriosas visiones, para los infinitos aspectos, en suma, del neoidealismo, que
hallaran en la sutil espiritualidad de las neuróticas figuras de El Greco, en el trascendentalismo
poético que las envuelve, mucho que responde a su unánime protesta contra la muda
reproducción de la realidad sin alma.
Domenico theotocópuli se anticipó a su presente buscando una vida totalmente espiritualizada
para su época, después de haber desentrañado los misterios sombríos de toledo.
Ignoraba, sin embargo, que su concepción mística de la vida –neohumanista en el concepto
de hoy– sería un anhelo común tres siglos más tarde. Es lógico, pues, que el mundo de hoy
admire y valorice su obra, tan estrechamente vinculada a las modernas corrientes del arte
y al espíritu de la época.
IV
El greco fue el precursor de la más expresiva pintura moderna. para él –lo dice Mauricio
Denis– toda obra de arte es una transposición, un equivalente apasionado, la caricatura de
una sensación recibida o más generalmente de un hecho psicológico. Sus deformaciones,
cuya influencia bizantina hemos señalado ya, abrieron el camino a los grandes maestros
de la escuela impresionista y al grupo principal de los expresionistas y surrealistas: goya,
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