Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
A pesar de que en la encuesta que promovió El Caribe acerca de la influencia de Hostos
en la vida dominicana contó con un buen número de participantes, 46 en total, resultó viciada
dada las circunstancias políticas que imperaban entonces. Es de justicia aclarar, que
la dictadura no tomó ninguna represalia contra los intelectuales como Emilio Rodríguez
Demorizi y otros que, a sabiendas de que al hacerlo no agradaban a trujillo, se manifestaron
a favor de las obras y del pensamiento pedagógico de hostos.
Juan Bosch figura entre los propulsores y ejecutores del primer proyecto de las Obras
Completas de Eugenio María de Hostos realizado en puerto Rico 1939. El destacado político y
escritor desempeñó, en la ejecución de ese proyecto, las funciones de coordinador y clasificador
de las piezas documentales.también, participó en el proceso de revisión de las pruebas
tipográficas de esas obras que se realizaron en Cuba.
Refiriéndose a la contribución de Juan Bosch al conocimiento de Hostos y su obra de
bien, el intelectual puertorriqueño Julio César López, editor jefe de la segunda edición de
las Obras Completas de Hostos, editada en 1988 por la Universidad de puerto Rico, expresó:
“La contribución de Juan Bosch en materia de culto hostosiano, no sólo compromete la gratitud
puertorriqueña por su participación en la edición de las Obras Completas de Hostos en el año 1939,
sino también por la excepcional dedicación de su talento como escritor y de su sensibilidad como
antillano a la elaboración de dos obras, ya clásicas, en la bibliografía sobre el prócer puertorriqueño:
hostos, el sembrador, La Habana, Editorial Trópico, 1939 (publicada también en Puerto Rico por
Ediciones Huracán, 1976) y Mujeres en la vida de hostos, San Juan de Puerto Rico, Imprenta
Baldrich, 1938”.
Juan bosch fue un gran admirador de la vida y de la obra política y literaria de Eugenio
María de hostos. Esa devoción del ex presidente bosch por el patriota puertorriqueño debió
de haber contribuido al hecho de que en la Constitución Dominicana de 1963 se contemplara
el postulado hostosiano de la educación laica como fundamento doctrinario del quehacer
docente en las escuelas públicas. En efecto, la Constitución Dominicana de 1963 garantizaba la
libertad de enseñanza y proclamaba la ciencia como el fundamento básico de la educación;
le atribuía al Estado el exclusivo derecho de organizar, inspeccionar y vigilar el sistema
escolar, en orden de procurar el cumplimiento de los fines sociales de la cultura y la mejor
formación intelectual, moral y física de los educandos; y por su trascendencia social, consideraba
el magisterio como una función pública, a tiempo en que estimaba que el Estado
era el responsable de la elevación del nivel de vida de los maestros y de proporcionarles a
éstos los medios necesarios para el perfeccionamiento de sus conocimientos, así como de la
tutela y salvaguarda de su dignidad, de manera que pudieran consagrarse al ejercicio de su
elevada misión sin presiones económicas, morales, religiosas o políticas.
Esa concepción hostosiana del papel del Estado en la educación de los ciudadanos consagrada
en la Constitución de 1963 se constituyó en un motivo permanente de fricción entre el
gobierno del presidente Juan bosch y la Alta Jerarquía de la Iglesia Católica Dominicana.
El 30 de junio de 1985, el entonces presidente Constitucional de la República, doctor Salvador
Jorge blanco dispuso, por Decreto, el traslado de los restos mortales de Eugenio María
de hostos desde su tumba, situada en el jardín de la Capilla de la tercera Orden Dominica en
Santo Domingo, al panteón Nacional, donde descansan las cenizas venerables de los héroes
de la guerra de la Independencia, de la guerra de la Restauración y de los personajes más
destacados de nuestra historia republicana. En esa misma ocasión el presidente Jorge blanco
le otorgó póstumamente al insigne maestro puertorriqueño la más alta condecoración que
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