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Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

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INtRODUCCIóN A LA SEgUNDA SECCIóN | Je s ú s D e la ro s a<br />

spenceriana; y, por eso, su pensamiento sociológico se salió <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> lo estrictamente<br />

positivista hasta <strong>de</strong>senvolverse en el or<strong>de</strong>n moral. Así, el hostos sociólogo se transformó en un<br />

hostos moralista que <strong>de</strong>dica todo su esfuerzo en <strong>de</strong>jar sentados los parámetros <strong>de</strong> una nueva<br />

moral. Como vemos, el pensamiento hostosiano es el fruto <strong>de</strong> un optimismo racionalista y<br />

<strong>de</strong> una profunda <strong>de</strong>cepción política, producto <strong>de</strong> una creciente conciencia anticolonialista.<br />

Ese sentimiento está claramente reflejado en las primeras páginas <strong>de</strong> su libro Moral Social<br />

don<strong>de</strong> el insigne puertorriqueño fustiga al darwinismo social <strong>de</strong> los Estados Unidos y <strong>de</strong><br />

las potencias colonialistas europeas en los términos siguientes:<br />

“Debajo <strong>de</strong> cada epi<strong>de</strong>rmis social late una barbarie. Así, por ese contraste entre el progreso material<br />

y el <strong>de</strong>sarrollo moral, es como han podido renovarse en Europa y América las vergüenzas <strong>de</strong> la<br />

primacía <strong>de</strong> la fuerza sobre el <strong>de</strong>recho, el bochorno <strong>de</strong> la idolatría <strong>de</strong>l crimen coronado y omnipotente<br />

durante veinte años mortales en el corazón <strong>de</strong> Europa y la impudicia <strong>de</strong>l endiosamiento <strong>de</strong> la fuerza<br />

bruta en el cerebro <strong>de</strong>l continente pensador. Así por esa inmoralidad <strong>de</strong> nuestra civilización es que<br />

ha podido ella consentir en la renovación <strong>de</strong> las persecuciones infames y cobar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Edad Media<br />

europea, dando Rusia, Alemania, los Estados Unidos, los mismos Estados Unidos (¡qué dolor para la<br />

razón, qué mortificación para la conciencia!) el escándalo aterrador <strong>de</strong> perseguir las unas a los judíos,<br />

<strong>de</strong> perseguir los otros a los chinos. Así, y por esa inmoralidad constitucional <strong>de</strong>l progreso contemporáneo,<br />

es como se ha perdido aquel varonil entusiasmo por el <strong>de</strong>recho que a fines <strong>de</strong>l siglo XVIII y en<br />

los primeros días <strong>de</strong>l XIX, hizo <strong>de</strong> las colonias inglesas que se emancipaban en América, el centro <strong>de</strong>l<br />

mundo entero; <strong>de</strong> Francia redimida <strong>de</strong> su feudalismo, el re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> los pueblos europeos; <strong>de</strong> España<br />

reconquistada por sí misma, la admiración y el ejemplo <strong>de</strong> los mismos pisoteados por el conquistador;<br />

<strong>de</strong> las colonias libertadas por el <strong>de</strong>recho contra España, inesperados factores <strong>de</strong> civilización; <strong>de</strong> Grecia<br />

muerta, un pueblo vivo. Ese entusiasmo por el <strong>de</strong>recho ha cesado por completo, y Polonia, Irlanda,<br />

Puerto Rico, viven gimiendo bajo un régimen <strong>de</strong> fuerza o <strong>de</strong> privilegios, sin que sus protestas inermes<br />

o armadas exciten a los pueblos que gimieron como ellos”. (Eugenio María <strong>de</strong> hostos, Moral Social,<br />

Colección Pensamiento Dominicano, Santo Domingo, 1962, páginas 27 y 28).<br />

Eugenio María <strong>de</strong> Hostos se torna muy escurridizo cuando reflexiona sobre el tema religioso.<br />

tal vez, se comportaba así por pru<strong>de</strong>ncia, teniendo muy en cuenta el medio don<strong>de</strong><br />

exteriorizaba sus i<strong>de</strong>as acerca <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> Dios. El catedrático y filósofo dominicano ya<br />

fallecido, Juan Francisco Sánchez (tongo Sánchez), en cuanto a las i<strong>de</strong>as religiosas <strong>de</strong> Eugenio<br />

María <strong>de</strong> Hostos, afirmaba que eran contradictorias como tienen que serlo las i<strong>de</strong>as que nacen <strong>de</strong>l<br />

conflicto entre la razón cientificista y el sentimiento metafísico <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia innata en el hombre.<br />

hostos no creía en la existencia <strong>de</strong> un Dios revelado. En efecto, en la página 63, <strong>de</strong>l<br />

segundo volumen <strong>de</strong> las obras completas <strong>de</strong> hostos, publicadas, en 1990, por la Editora <strong>de</strong><br />

la Universidad <strong>de</strong> Puerto Rico, refiriéndose a Dios, el insigne maestro puertorriqueño dice:<br />

Para mí no hay más Dios que mi conciencia ni más religión que mi <strong>de</strong>ber, ni más oración que mi<br />

verdad, ni más culto que la acción <strong>de</strong>l bien. Si las socieda<strong>de</strong>s necesitan dioses personales, religiones<br />

positivas, plegarias aprendidas <strong>de</strong> memoria y ritos conservados por costumbres, tal vez se lo explique<br />

el sociólogo por más que el racionalista no lo entienda.<br />

La tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> un viernes santo <strong>de</strong> 1881, tras contemplar a un grupo <strong>de</strong> gentes que se<br />

dirigía a la Iglesia <strong>de</strong> las Merce<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la zona colonial <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Santo Domingo,<br />

hostos escribió: Todo el mundo a la iglesia, todo el mundo (…). Pero tengo para mí que si yo fuera<br />

llevado por la fe a la iglesia, la fe no llevaría en mí a un risueño: llevaría a un meditabundo. ¡Cosa<br />

estupenda! Yo, que medito, no soy creyente. Esos, contentos <strong>de</strong> sí mismos, son creyentes. hostos,<br />

frente a la disyuntiva <strong>de</strong> optar entre la razón y la fe, se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> por la razón. Da a enten<strong>de</strong>r<br />

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