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EMILIO RODRígUEz DEMORIzI | MúSICA y bAILE EN SANtO DOMINgO
No estar por oír canciones.
Cantar claro.
Cantarle a uno el panamá.
Cantar la palinodia.
Cantar victoria.
Hasta el fin no cantes gloria.
Le cantaron la varsoviana.
Llevar la voz cantante.
Ser un pasa-cantando.
Cantor de iglesia.
Hacer gorgoritos.
El ruiseñor canta cuando le dan alpiste.
4. DANzA:
Al son que me tocan, bailo.
Como me bailen, bailo.
Cuando Cuca bailaba.
Quien tiene callos no sale a bailar.
Tenerle a uno medio valse perdido.
¡Que siga la música!
El mundo es un fandango y el que no lo baila es loco.
Vamos a ver como baila Miguel.
Entrar en la danza.
Hacer bailar.
Sacar a bailar.
Otro que tal baila.
Bailar como un trompo.
Baila que se las pela.
Baila hasta con una escoba.
Bailar sin son.
Bailar la cuerda floja.
Bailar de cabeza.
Bailar de lo lindo.
Comer pavo.
Por los cuartos baila el mono.
Tan contento que baila solo.
Salió a bailar…
Ripiarse un baile. Disfrutar de él desde el principio hasta el fin.
Pedir la pareja. Desde antes de 1875 la prensa dominicana reprobaba el hábito incivil de
pedir la pareja, en medio de un baile, lo que en muchas ocasiones dio lugar a sangrientos lances
o a tremendos desórdenes, ya que el negar la pareja era considerado gran ofensa contra el
peticionario, que a veces se la cobraba allí mismo, en el acto o “a la salida”.
A estos refranes cabe agregar otros, pero estos bastan para revelar cómo a las modalidades
del refranero español corresponden los matices del refranero dominicano, que es de
las más puras manifestaciones de nuestra hispanidad.
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