Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
y la ingente maldad vampirina
de aquella alma zorruna y felina,
de aquel hombre de sangre y pecado,
vióse frente del tubo argentado
de una maza que gira y que ruge.
¡y ha caído el coloso al empuje
de un minuto y dos onzas de plomo!
Los que odiáis la opresión, ¡ved ahí cómo!…
Si después no han de ver sus paisanos,
cual malaria de muertos pantanos,
otra peste brotar cual la suya,
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Si soltada la Fuerza cautiva,
ha de hacer que resurja y reviva
lo estancado, lo hundido, lo inerte,
¡paz al muerto! ¡loor a la Muerte!
La muerte de heureaux, que cerró una época de sombras, fue motivo de inspiración
para otros poetas, como bienvenido Salvador Nouel (1874-1934) en Redemptio 192 y pellerano
Castro en el canto con que saludó el triunfo de la revolución que echó por tierra los restos
de aquel régimen nefando. A pesar de los acentos inspirados y elocuentes que dieron
momentánea popularidad a las estrofas de pellerano Castro, esas composiciones poéticas,
que respondieron a un minuto de emoción colectiva, cayeron en el olvido cuando pasó la
emoción de aquel minuto. El poema de Deligne, en cambio, tiene valor permanente, como
concepción ideológica y como realización poética.
Durante el período de frecuentes revoluciones que vino después, la poesía patriótica
volvió a expresar ansias de libertad y de paz. Contra el fantasma de la guerra civil elevó su
Canto a la patria Apolinar perdomo (1882-1918), poeta que sólo por excepción abandonaba el
discreteo madrigalesco o la endecha de amor. 193 por su parte bienvenido Nouel exclamaba
en De las ruinas:
¡qué a la voz del cañón sólo responda
el bullidor enjambre de las aulas!
El poeta que mejor alcanzó a expresar los anhelos de aquellos días de discordia y de
angustia fue Enrique henríquez (1859-1940,) en su Miserere:
¡Oh torva muchedumbre!
–clamó escalando el pensamiento mío
la enrojecida cumbre–
¿por qué al clamor impío,
por qué al ciego conjuro de la guerra,
en pavor y en oprobio hundes la tierra?
192El único volumen publicado por bienvenido Salvador Nouel y bobadilla es Pinceladas, Moca 1904.
193De Apolinar perdomo y Sosa se ha publicado un volumen póstumo. Cantos de Apolo, que cuenta ya con dos
ediciones, 1923 y 1943.
364