Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
Otro día andaba Meso Mónica cariacontecido. Rodeáronlo algunos amigos preguntándole
qué le pasaba y le hicieron la promesa de ayudarlo a librarse de sus preocupaciones si
las explicaba en verso. Así lo hizo Meso Mónica en esta décima:
Aristóteles decía
(filósofo muy profundo)
que en la redondez del mundo
no existe cosa vacía.
Miente su filosofía
según lo que a mí me pasa,
y él no sentara tal basa
y al punto se convenciera
si hoy al mediodía viera
las cazuelas de mi casa. 154
A Meso Mónica se deben también algunas tiradas de versos que tuvieron como tema las
vicisitudes políticas de la colonia: así las décimas que compuso con motivo de la cesión de Santo
Domingo a Francia en 1795. Ese acontecimiento dio lugar a diversas manifestaciones de la poesía
popular y a producciones pedestres de versificadores semicultos, entre las cuales se cuentan unos
deplorables y anónimos Lamentos de la isla española de Santo Domingo, en ovillejos:
¿Cuándo pensé ver mi grey
Sin Rey?
¿Cuándo mi leal y fiel porte
sin norte?
¿y cuándo ¡oh pena feroz!
sin Dios?
Lloro yo mi suerte atroz
pues me veo en un instante
a la que era tan amante,
sin Rey, sin norte y sin Dios.
La exhumación que poco después se hizo de unos restos que yacían en el presbiterio de
la catedral, –restos de algún difunto, según el escribano que levantó el acta de la ceremonia,
que se supuso eran los de Cristóbal Colón–, para trasladarlos a La habana con motivo de
154 Es útil tener en cuenta que, como ocurre siempre con versificadores populares, cuyos versos puede decirse que
se escriben en la memoria hasta que al cabo de algún tiempo son recogidos y copiados por terceras personas, que entre
las composiciones atribuidas a Meso Mónica suelen incluirse algunas de otros autores, entre ellas las décimas El apasionado
del número siete que son de Fray José Rodríguez Ucres, cubano, conocido también con el sobrenombre de “padre
Capacho”, que las escribió a mediados del siglo xVIII. Figuran en la colección de poesías de Rodríguez Ucres, publicada
en La habana en 1823 por el impresor boloña. por primera vez se publicaron atribuyéndolas al Meso Mónica en 1884
(Revista científica literaria y de conocimientos útiles). también ha habido confusión entre el “Negrito poeta” mexicano y Meso
Mónica, pues en ocasiones se han atribuido a ambos las mismas ocurrencias en verso. Como ambos vivieron en la misma
época y ambos eran de la raza negra, la confusión es fácil de explicar; pero un atento análisis de la cuestión favorece a
Mónica en la mayoría de los casos, pues en esos versos se mencionan vecinos conocidos de Santo Domingo, como el
Chantre de la Catedral en 1769, doctor Juan José de Oropesa que para 1796 era Deán de la misma iglesia. Igualmente
han sido atribuidos al Negrito poeta algunos versos de los improvisadores chilenos Lorenzo Mujica y el padre López,
contemporáneos suyos; y lo que es más, también se le adjudican versos de quevedo. Véanse: Poesía popular dominicana, de
Rodríguez Demorizi, 1938; El Negrito Poeta Mexicano, por el Dr. Nicolás León, México, 1912; y El folk-lore literario mexicano,
por Rubén M. Campos, México, 1929. El nombre del Negrito poeta era José Vasconcelos.
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