Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
bullentes, palpitantes, del alma popular. A nuestro entender, más hicieron las últimas y lo que tenemos
lo hemos asegurado, modelado, mantenido vivo a través de los siglos, tanto por la alegría como
por el sufrimiento. pero sobre todo por la alegría. Así, pues, cómo no exclamar: ¡bendita alegría del
pueblo, a ti te debemos el espíritu!
Acuarelas y Óleos
El artículo de Demorizi es como una serie de acuarelas y óleos. Se nos antojan acuarelas aquellas de
los estudiantes bailando, y aquella otra de los campesinos en fiesta debajo de los árboles. Cuánto color y
cuánta vida dan esas citas y referencias a un pasado que todos, o casi todos, consideramos (con gran melancolía)
como algo perdido o casi muerto. Los óleos son aquellos en que aparecen los serios señores que
daban las ordenanzas prohibitivas. óleos grises, sobre fondo oscuro, con una sobriedad remarcada.
En estos días pascuales, artículos como el de Demorizi son como un viejo y a la vez remozado
aguinaldo que nos canta lo más alegre de nuestro pasado.
Bailes populares dominicanos
Entre los géneros de música popular dominicana, bailables o no, algunos ya olvidados, se
cuentan el punto y llanto, la media tuna, el galerón, el zapateo, el zapateo con estribillo, el callao, el
guarapo, la yuca, el carabiné, el merengue, los atabales, la mangulina; el chuin, especie de son según
Julio Arzeno; el baile del peje, la lúbrica ventaja, de boga efímera en los comienzos del siglo; y
la tumba y la plena, consideradas por peña Morell como derivaciones de la tumba andaluza. En
su bello libro de costumbres cibaeñas, Al amor del bohío, “muy justamente celebrado” según la
recta expresión de pedro henríquez Ureña, Ramón Emilio Jiménez describe la media-tuna, el
zapateo, la yuca, el guarapo, el sarambo, el callao, el chenche, el guayubín, que todavía subsisten
en las comarcas del Cibao, particularmente, y en otras regiones dominicanas.*
Del punto y llanto habla Félix María Del Monte en sus décimas El banilejo y la jibarita,
de 1855:
y pues domina el empeño
de lucir en la función,
en buen jaco y buen sillón
presenciarás hechicera,
zarandunga dondequiera,
punto y llanto y diversión.
y también en Noche buena en San Miguel, de 1856:
Allí de gente un cordón
se encaminó a todo trapo;
cantaron mucho guarapo
y el popular galerón.
ya de la gallumba al son
aumenta el placer y encanto,
de mano en mano entretanto
pasa con acordes giros
*P. M. Archambault, en Pinares adentro, barcelona, 1929, pp.120, 121 y 125, habla del sarambo, del zapateo, del
guarapo, del callao, del merengue y de la yuca, que es “un merengue en el cual se intercala la figura de la cadena de
los lanceros, muy divertida e interesante”.
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