Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
Así dice la copla que se considera originaria de este baile cuya popularidad compitió con la
del merengue. pero si la copla originaria era sentimental, la música de la mangulina sirvió al igual
que la del merengue, para coplas de intención política o de espíritu batallador y guerrero. Cualquier
episodio, sobre todo si era jocoso, se sintetizaba en una frase breve que la música ayudaba
a divulgar. “¡La barca, que me tiró al agua!” exclamaron unos soldados del último gobierno de
báez, que regresaban a la capital acosados de cerca por fuerzas revolucionarias superiores, y se
encontraron incomunicados, por falta de embarcación, del lado opuesto del río Ozama. De ahí
nació el merengue ¡La barca!, que alcanzó gran éxito cuando triunfó la revolución.
Durante las sucesivas reelecciones del presidente Ulises heureaux, que constituyen un
largo y sombrío período, de 1887 a 1899, el tema político estuvo ausente de la poesía popular,
pero cualquier incidente de la vida diaria servía para el caso, lo mismo un ciclón, una boda
o un temblor de tierra. hubo en 1896 una disputa entre particulares originada por la chismografía
social, y el asunto terminó con unos cuantos disparos y una herida leve recibida
por una señora. La alarma fue grande, y no habían pasado veinticuatro horas cuando ya en
todos los barrios de la ciudad se cantaba,
¡Reperpero, reperpero,
reperpero por cátedra!
Los hombres tirando tiros
y las mujeres pedrás. 245
Cuando murió el presidente heureaux, en 1899, hubo enorme profusión de coplas de
índole política que circularon en hojas sueltas; y se hizo proverbial como estribillo de moda
para toda copla alusiva al momento, la frase chocarrera “se le peló”, que se usaba como equivalente
de “se le frustró”, y que empezó por aplicarse a los hombres del régimen caído:
y a cualquiera se le pela
como a él se le peló.
hubo un coplero popular de Santiago de los Caballeros, que alcanzó extenso renombre en
todo el país como el que mejor supo reproducir en sus versos las actitudes, los hábitos, los sentimientos
y el habla del campesino dominicano: Juan Antonio Alix (1838-1917). De las innumerables
tiradas de décimas que escribió Juan Antonio Alix para venderlas en hojas sueltas, y a veces en
folletos de corto número de páginas, hay algunas que tienen curioso carácter de mescolanza
bilingüe, y entre ellas se destaca un Diálogo entre un guajiro dominicano y un Papá Bocó haitiano,
composición que, conforme los datos históricos que contiene, fue escrita hacia 1877 cuando boisrond
Canal gobernaba en haití, 246 el dominicano emplea la prosodia y la construcción peculiar
245 Repertorio: dominicanismo, por batahola o desorden.
246 Otros diálogos del mismo tipo entre un dominicano y un haitiano produjo Juan Antonio Alix antes de escribir
éste que fue el que se hizo más popular, y se imprimió en un folleto de unas 24 páginas, que tuve en mi poder hace largo
tiempo, sin que pueda precisar la fecha de su impresión. Rodríguez Demorizi lo inserta en Poesía popular dominicana,
y por el breve resumen que hace de la historia política de haití es fácil calcular la fecha en que fue escrito (después
de 1876, año de la caída del presidente Domingue), pues dice: “L apresidente gefrá (An haiti jisa progre- Me Salnav
bini dipués- e la poder le quitá-. Nissage a Salnav matá pu no aflojá la batú; Domeng recibi ñon cú-E embarque pur
Sentomá. Com buaron apé mandá- tu bien que baila vodú”.
En resumen: que después de Jeffrard, Salnave y Nissage, vino Domingue, que recibió un rudo golpe y embarcó
para Saint thomas, y así más tarde, manda en haití boisrond Canal. Una parte de las Décimas de Juan Antonio Alix
ha sido recogida en volumen, 1927. Muchas se conservan en hojas sueltas, y otras en folleto como el Viaje de Gerardo
Etanislao, 1885, y el más conocido y aplaudido de sus diálogos entre un dominicano y un haitiano.
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