Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
literarios que comúnmente se ha dado en llamar escuelas son siempre más o menos arbitrarios,
en el concepto de que lo escrito ahora pueda ser póstumo hay una aspiración
ulterior, una proyección de futuro: según eso, el postumismo es una literatura de mañana
o de pasado mañana.
Moreno Jimenes es un verdadero poeta, no importan los reparos que se han hecho
a su obra múltiple y desigual. Empezó por cultivar las formas y los metros conocidos, y
gradualmente se fue independizando de todo rigorismo formal y haciendo una poesía
muy personal y muy suya, donde muchas veces una frase sintética vale todo el poema.
A la hija muerta dedica una de sus poesías más hondas, El poema de la hija reintegrada, a
quien evoca así:
tu infancia y tu silencio me parecen hermanos.
………………………………………………………
¡Oh tú, que me enseñaste desde que naciste
a ver la vida con ojo más sabio
y a la humanidad con ojo más triste!
………………………………………………………
hija, cada vez que examino tu vida
me doy cuenta de que tú eres como mi vida:
¡una sombra entre dos crepúsculos!
Igual melancolía, suave y recóndita, se desprende de unas Confidencias, donde dice a
su hijo:
Desde que naciste
ya nos había separado el destino.
hijo, resígnate
a tener un padre extranjero en el mundo. 231
El postumismo estableció su sede en una pequeña elevación urbana que los afiliados al
movimiento bautizaron con el nombre de Colina Sacra, situada en Villa Francisca, moderna
231 La bibliografía de Moreno Jimenes se multiplica en libros, folletos y en profusión de plaquettes que a veces
contienen solamente una o dos composiciones breves. Aunque se ha publicado una selección antológica de sus
poesías, con prólogo de Flérida de Nolasco (vol. 3 de la Colección pensamiento Dominicano, 1949) hace falta
que alguien emprenda la tarea de recoger y ordenar la poesía de Moreno Jimenes, dividiéndola en las sucesivas
etapas que él señaló “del anodismo al postumismo”. por los datos que he podido reunir, esa bibliografía abarca
los siguientes títulos, aunque probablemente son más: Promesa, 1916; Vuelos y duelos, 1916; Psalmos, 1921; Algunas
manifestaciones de la juventud reveladora, 1923; Del anodismo al postumismo, 1924; Mi vieja se muere, 1925; El diario de
la aldea, 1925; Decrecer, 1927; Elixires, 1929; Los surcos opuestos, 1931; Sésamo, 1931; Días sin lumbre, 1931; Movimiento
postumista ínter-planetario, 1932; Palabras sin tiempo, 1932; Moderno apocalipsis, 1934; El poema de la hija reintegrada,
1934; El caminante sin camino, 1935; Embiste de razas, 1936; Una nueva cosmogonía americana, 1936; América-Mundo,
1937; Sentir es la norma, 1939; Fogatas sobre el signo, 1940; ¡Sésamo! 1940; Burbujas en el vaso de una vida breve, 1940;
Índice de una vida, 1941; Advenimiento, 1941; La religión de América, 1941; Canto al Atlántico, 1941; El poemario de la
cumbre y el mar, 1942; 4 (qué sé yo) Estambres, 1942; Evangelio americano, 1942; Antología mínima, 1943; Los triálogos,
poesía a tres voces, en unión de Alberto baeza Flores y Mariano Lebrón Saviñón, 1943; Exalté el ideal y sufrí ante
la vida, 1944; Hablé en el viento y la amistad recogió mi palabra (al final de este folleto: Canto actual) 1944; Los milenios
del tercer mundo, 1945; Palabras en el agua, 1946; Emocionadamente, 1946; Tres pasos en la sombra, 1946; Siete vías
poéticas, 1947; Burbujas en el vaso de una vida breve, 1948; Canto a la Ceiba de Colón, 1959; Santa Berta y otros poemas,
1959; Los triálogos (en colaboración con baeza Flores y Lebrón Saviñón, son dos volúmenes: Infinitestética, 1943,
y Cosmohombre, 1944.
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