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MAx hENRíqUEz UREñA | pANORAMA hIStóRICO DE LA LItERAtURA DOMINICANA - tOMO I
¡Oh sombra! Eres la sombra del insano
poeta peregrino
que invadió la tiniebla de lo arcano,
con un gesto de horror,
al compás de su lento Never more.
¡Oh sombra! te adivino:
eres la sombra de un dolor humano.
Dame el laurel divino
que floreció en la gracia de tu mano…
El más alto poeta de la nueva generación fue gastón Fernando Deligne, que con José
Joaquín pérez y Salomé Ureña de henríquez constituye la trinidad de dioses mayores de la
poesía dominicana durante el siglo xIx. Su producción lírica es variada y rica, y va desde
el discreteo de amor (Subjetiva, De luto), y de la sátira contra el nuevo arte de escribir (Ars
nova scribendí), pasando por sus prédicas de optimismo (Valle de lágrimas), hasta la simbólica
y a veces irónica evocación helénica del Entremés Olímpico. En los Romances de la Hispaniola
resumió acontecimientos históricos de la vida dominicana, y llegó a escribir algunos de
la época colonial: Visita a la Isabela, Bayajá y Montbars el exterminador; uno de la primera
invasión haitiana: La intervención; y otro de tipo descriptivo: Del trapiche. De su juventud
es otro romance que narra un paso cómico de la época de la Restauración: Soldado, pulpera
y comendador. ¿Se propuso escribir un romancero dominicano, realizando el empeño que
lamentaba hostos no hubiera acometido José Joaquín pérez? Si así fue, el propósito quedó
trunco cuando el poeta, frente al diagnóstico que lo condenaba a sufrir la terrible y larga
enfermedad que padeció su hermano Rafael, –la lepra–, decidió poner fin a sus días.
pero la más alta poesía de Deligne está en el poema breve de asunto sicológico, género
“único en América” según pedro henríquez Ureña. 210 En un principio, Deligne siguió las
huellas de Campoamor, pero con mayor aristocracia en la forma, pues Campoamor, muy
interesante por sus rasgos de agudo ingenio, no se distinguió jamás como elegante y hábil
versificador. El primer poema de este género que escribió Deligne es Soledad, donde reaparece
el poeta civil que condena las luchas personalistas. Nuevos poemas, que trazan el proceso
sicológico de una mujer que se enfrenta a la naturaleza y el destino, vinieron después: Confidencias
de Cristina, La aparición y Angustias.
Angustias resume en corto número de versos todo un drama íntimo. Es la historia, vulgar
si se quiere por lo repetida, de una pobre muchacha, tan humilde como bella, que se
ha visto burlada y que encuentra, junto a la cuna del hijo inocente, fuerzas bastantes para
sobreponerse a la desgracia y luchar contra la miseria.
¡Con qué sencillos y menudos detalles sintetiza Deligne el encanto que hay en la modesta
casa de Angustias!
Su mano de mujer está grabada
hasta en el lazo azul de la cortina.
No hay jarrones de China,
pero es toda la estancia una monada.
210 “ha creado su propio género, único en América: el poema sicológico”. Horas de estudio, parís, 1910.
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