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MAx hENRíqUEz UREñA | pANORAMA hIStóRICO DE LA LItERAtURA DOMINICANA - tOMO I
Monte, José María Serra y pedro Antonio bobea. El apuntador era Juan pablo Duarte. Las
autoridades haitianas, –aunque se mantenían vigilantes y en alguna ocasión pidieron que
se les mostrara el texto impreso de la obra representada para comprobar que no se habían
introducido allí frases como ésta que aparece en la pieza de Ochoa: “¡Me quiere llevar el
diablo cuando me piden pan, y me lo piden en francés!”. No midieron el alcance que podían
tener en el ánimo público esas representaciones, y antes bien estimularon a un grupo
de jóvenes haitianos para que siguieran ese ejemplo y representaran tragedias de Racine.
La Filantrópica celebraba también veladas literarias y en ellas recitaban versos de su propia
cosecha Juan Isidro pérez y otros jóvenes trinitarios. Los versos de pérez, no siempre bien
medidos, son de escaso mérito, pero en ellos está patente el impetuoso y vibrante espíritu
de su autor. Sus amigos y compañeros recordaban una enérgica invectiva suya dirigida a
Napoleón:
Lanzad una mirada a Santa Elena,
tumba del héroe de Austerlitz y Jena.
Esa composición termina, cambiando de metro, con una imagen que pretende dar la
medida de la estatura militar de Napoleón ante la historia, y que resulta joco-seria, aunque
al parecer su autor no quiso darle sentido humorístico:
Duerme en paz en tu alba cuna,
gran coloso de la guerra
con tu frente allá en la Luna
y por pedestal la tierra…
pedro Alejandrino pina, el benjamín de La Trinitaria, fue elocuente y fogoso tribuno
popular, que ocupó varias veces, después de constituida la República, un puesto en el Congreso.
También escribió versos, aunque como mero aficionado.
José María Serra, maestro y periodista, que emigró del país a fines de 1849, obligado
por las circunstancias políticas, permaneció el resto de su vida en puerto Rico, donde dirigió
El Liberal y La Razón y publicó unas Lecciones de Gramática Castellana, en colaboración
con Manuel María Arroyo, que alcanzaron tres ediciones. El trabajo más importante que
nos ha legado Serra son sus Apuntes para la historia de los Trinitarios, escrito en Mayagüez
en 1887. A trueque de alguna que otra confusión de memoria, en ese trabajo están compendiadas
la vida y las actividades de aquella sociedad de patriotas que dio vida a la
República Dominicana. 173
Pedro Antonio Bobea fue periodista: figuró, con Félix María del Monte, Manuel María
Valencia y José María Serra entre los fundadores y redactores del primer periódico literario
y de interés general que se publicó después de proclamada la independencia: El Dominicano,
que vio la luz en 1845 y 1846.
Juan Nepomuceno tejera, –que después de constituida la República desempeñó reiteradas
veces los cargos de legislador, Secretario de Estado y presidente de la Suprema Corte
173 De los Apuntes de Serra se han hecho dos ediciones, una en 1887 y otra en 1915. han sido reproducidos en el
número 32-33 del Boletín del Archivo General de la Nación, 1944, junto con la Contestación al opúsculo del Señor don José
María Serra. (folleto de 8 páginas, 1889), por Alejandro bonilla y Correa (1820-1901).
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