Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
por gil gonzález Dávila 72 sabemos que fue hijo de la ciudad de Santo Domingo “el
Reverendo padre Fray Alonso de Espinosa, religioso dominico, que escribió un elegante
Comentario, hoy perdido, sobre el Psalmo 44, Eructavit cor meum verbum bonum”. 73
De la afición al cultivo del teatro, que en la colonia, según parece, no había llegado
todavía a la plaza pública como en España, y se mantenía acogido a la iglesia, una muestra
ha podido conservarse: un Entremés representado en la Catedral por los estudiantes de la
Universidad de Santiago de la paz el 23 de junio de 1588, en la octava de la solemnidad del
Corpus Christi. Su autor, el canónigo Cristóbal de Llerena, había nacido en la ciudad de
Santo Domingo, de 1540 a 1545. Fue durante más de cuarenta años catedrático de gramática
en la Universidad de Santiago de la paz y de gorjón.
“Hombre de rara habilidad, –decía, refiriéndose a él, el Arzobispo Alonso López de
Ávila en carta dirigida al rey–, porque sin maestro lo a él sido de sí mismo y llegado a saber
tanto latín que pudiera ser catedrático de prima en Salamanca, y tanta música que pudiera
ser maestro de capilla en toledo, y tan diestro en negocios de quentas que pudiera servir a
V. M. de su Contador… Entre otras gracias, es ingenioso en poesía y en componer comedias
con que suele solemnizar las fiestas y regocijar al pueblo”. 74 De los entremeses de Llerena
el único que se conserva ha podido llegar hasta nosotros merced a un curioso incidente a
que dio origen. Ese entremés, de suyo breve, envuelve una sátira contra la administración
pública. Inician el diálogo dos tipos tradicionales del entremés popular: el gracioso y el
bobo, que aluden a la mala época que atraviesa la colonia. Como el gracioso advierte que
ya el bobo no tiene abultado vientre como antes, el interpelado le confiesa que ha dado a luz
un monstruo, que saca a la plaza. El primer alcalde pide que aparten de su vista el esperpento,
pero el segundo alcalde observa: “Este monstruo ha nacido en tiempo y coyuntura
de mucha consideración, porque tenemos mucha sospecha de enemigos, y hanse visto no
sé qué faroles y ruegos, y en semejantes tiempos permite Dios estos portentos y prodigios
para aviso de los hombres”. y requiere a los adivinos, cuyos nombres son Delio Nadador,
Carpacio proteo y Edipo, para que interpreten el vaticinio que envuelve la presencia de ese
monstruo. La explicación que se estima más justa es la de que el monstruo es el símbolo
de la propia colonia, víctima de las costumbres licenciosas, de la pluma de los escribanos,
letrados y teólogos, de la explotación de los maestros y capitanes de navío y, por último, de
la necesidad en que está de precaverse contra el ataque probable de los enemigos. (Fresco
estaba en la memoria de los vecinos el asalto de Drake en 1586). El primer alcalde afirma:
“tenemos en el río galeras bien reforzadas de gente y municiones. De eso bien podemos
dormir a sueño suelto. Empero, el segundo alcalde estima que el asunto es digno de estudio
72 Teatro eclesiástico de la Primitiva Iglesia de las Indias Occidentales (2 vols., Madrid, 1649-1655). En la Relación de la
Isla Española, escrita hacia 1650 por el canónigo Luis Jerónimo Alcocer, que probablemente ayudó a preparar la información
que utilizó gonzález Dávila, se encuentra el dato en forma idéntica. Se presumió que este Alonso de Espinosa
era el fraile dominico que vivió en guatemala y escribió, en español y en verso, una exposición sobre el psalmo 41,
estuvo después en las Islas Canarias y publicó en Sevilla un libro Del origen y milagros de la Santa Imagen de Nuestra
Señora de la Candelaria que apareció en la Isla de Tenerife (1594), pero hoy cabe rechazar esa hipótesis que fue propuesta
por beristain.
73 también se cita con encomio, entre los nativos que en el siglo xVI se dedicaron a la carrera eclesiástica, a Fray
Juan de Manzanillo o Juan Manuel Martínez de Manzanillo, que Luis Jerónimo Alcocer en su Relación Sumaria de la Isla
Española (Véase Relaciones históricas de Santo Domingo) dice reiteradamente que nació en la ciudad de Santo Domingo.
Manzanillo fue prior del Convento dominico en su ciudad natal y catedrático de la Universidad de Santo tomás de
Aquino. En 1584 pasó a desempeñar el obispado de Venezuela, donde murió el 1º de enero de 1592.
74 Véase el libro Universidades…, de Utrera que trae muchos otros datos sobre Llerena. El entremés fue dado a
conocer por Francisco de Icaza (Cristóbal de Llerena y los orígenes del teatro en la América Española, en la Revista de Filología
Española, Madrid, 1921).
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