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MAx hENRíqUEz UREñA | pANORAMA hIStóRICO DE LA LItERAtURA DOMINICANA - tOMO I
El sentimiento religioso es también el que inspira los mejores versos de Josefa Antonio
perdomo y heredia (1834-1896), lo mismo cuando canta A la noche o A Dios, que cuando expresa
su Desencanto:
¡ay, que el alma de todo desconfía…
y mi única esperanza está en el cielo… 205
Salomé Ureña de henríquez dedicó una oda de vigoroso aliento a La transfiguración. Igual
vigor encontramos en su oda En defensa de la sociedad, que revela una vez más la influencia de
quintana; pero también encontramos en la lira de Salomé Ureña la nota tierna y sentimental:
la delicadeza emotiva de su espíritu se manifiesta en una de sus composiciones de juventud.
El ave y el nido, que por su melodiosa sencillez fue cantada durante dos generaciones
con música anónima, hija de la inspiración popular; pero también se revela en las dulces y
armoniosas estrofas de otra poesía de juventud, Melancolía; en ¡Padre mío!, consagrada a la
memoria de su progenitor; en A mi madre, dedicatoria de su tomo de Poesías; y en las nueve
composiciones que le inspiró su propio hogar, unas dedicadas al esposo ausente (Vespertina,
Angustias, ¡Adelante!), otras a sus hijos (En el nacimiento de mi primogénito, En horas de angustia,
¿Qué es patria?, Tristezas, Umbra-Resurrexit, Mi Pedro).
Entre los cantos que la patria le inspiró hay uno que tiene peculiar encanto descriptivo y
es acaso la más universalmente conocida de sus composiciones: La llegada del invierno, donde
ensalza los atractivos y bellezas del clima de su tierra natal:
Llegas en buen hora, mas no presumas
ser de estos valles regio señor,
que en el espacio mueren tus brumas
cuando del seno de las espumas
emerge el astro de esta región.
En otros climas, a tus rigores
pierden los campos gala y matiz,
paran las aguas con sus rumores,
no hay luz ni brisas, mueren las flores,
huyen las aves a otro confín.
En mi adorada gentil quisquella,
cuando el otoño pasando va,
la vista en vano busca tu huella;
que en esta zona feliz descuella
perenne encanto primaveral.
……………………………………….
pasa ligero, llega a otros climas
donde tus brumas tiendas audaz,
donde tus huellas de muerte imprimas,
que aunque amenaces mis altas cimas
y aunque pretendas tu cetro alzar,
205 Las poesías de Josefa Antonio perdomo forman un volumen publicado en 1885. Sobre su obra presentó en
1896 un extenso estudio en el Liceo de Puerto Plata, José Dubeau.
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