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Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

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COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA<br />

Cerca está la población capital <strong>de</strong> aquel distrito marítimo, con el nombre mismo <strong>de</strong><br />

la bahía.<br />

Al norte <strong>de</strong> la República hay una ciudad puerto <strong>de</strong> mar, llamada puerto plata, con vista<br />

a uno <strong>de</strong> los pedazos más lindos <strong>de</strong>l Atlántico y resguardada por uno <strong>de</strong> los picos más hermosos,<br />

el Isabel <strong>de</strong> Torres, que hay en todo el sistema orográfico <strong>de</strong> las Antillas.<br />

Ix<br />

pero hay un pueblecito y una ciudad que pue<strong>de</strong>n citarse como los tipos actuales <strong>de</strong><br />

esas dos diferentes formas <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s urbanas: el uno es Jarabacoa, y el otro es la<br />

“Ciudad Antigua”.<br />

Empecemos por lo más para probar involuntariamente que muchas veces lo más vale<br />

menos en realidad que lo que tiene a menos.<br />

La “Ciudad Antigua”, como, con jactancia justificada por la historia llama a su ciudad<br />

nativa un quisqueyano inteligente, culto y estimado, es efectivamente la ciudad más antigua<br />

entre todas las fundadas por europeos en América. De La Isabela, que pudo ser la más<br />

antigua, ni vestigios ha encontrado el norteamericano que recientemente estuvo en la isla,<br />

comisionado por el comité directivo <strong>de</strong> la Exposición <strong>de</strong> Chicago para hacer investigaciones<br />

en el lugar que ocupó la primera población española.* De La Vega Vieja, segundo asiento <strong>de</strong><br />

la población conquistadora, quedan aún, a poco más <strong>de</strong> legua y media <strong>de</strong> La Vega actual, las<br />

mismas ruinas, extraordinariamente pintorescas, por la <strong>de</strong>coración vegetal que las embellece,<br />

y que fueron respetadas por el terremoto que <strong>de</strong>rrumbó la ciudad.<br />

La <strong>de</strong> Santo Domingo, como aún se llama la capital <strong>de</strong> quisqueya, nació <strong>de</strong> un fuerte o<br />

fortaleza erigida por bartolomé Colón a la margen izquierda, al extremo y <strong>de</strong>sembocadura<br />

<strong>de</strong>l río Ozama, en el mar <strong>de</strong> las Antillas.<br />

Alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> la torrecilla, que aún da nombre a aquella punta <strong>de</strong> tierra, llamada punta<br />

<strong>de</strong> la torrecilla, cuyas ruinas existen todavía, se formó un villorrio. El A<strong>de</strong>lantado (bartolomé<br />

Colón, fue el primero que en América llevó este nombre, cargo y recuerdo militar <strong>de</strong><br />

las guerras moriscas <strong>de</strong> España) le puso el nombre <strong>de</strong> Santo Domingo, por ser domingo el<br />

día en que allí llegó a este islote.<br />

La que había <strong>de</strong> llegar a ser capital <strong>de</strong> la colonia y <strong>de</strong> la nación fue arrancada <strong>de</strong> cuajo por<br />

el formidable huracán que Colón predijo en su tercer viaje, cuando Ovando le negó la entrada<br />

en el puerto. Aún quedan en la escueta costa <strong>de</strong> aquella punta, como doble emblema <strong>de</strong> la<br />

flema <strong>de</strong>l huracán y <strong>de</strong> las fuerzas con que resisten las obras <strong>de</strong> la naturaleza a los golpes que<br />

echan por tierra las <strong>de</strong>l hombre, unos cuantos cocoteros encorvados en la misma dirección que<br />

correspon<strong>de</strong> al cuadrante <strong>de</strong> don<strong>de</strong> proce<strong>de</strong>n los huracanes en el mar <strong>de</strong> las Antillas.<br />

Ovando, que <strong>de</strong>seaba perpetuar su memoria así en obras <strong>de</strong> bien, como <strong>de</strong> mal, pensó<br />

que la ciudad estaría más segura a la otra margen <strong>de</strong>l Ozama, y resolvió trasladarla a su<br />

actual asiento.<br />

hizo amurallar el recinto a costa <strong>de</strong> vidas <strong>de</strong> indios; trazó calles bastante rectas <strong>de</strong><br />

este a oeste y <strong>de</strong> norte a sur, fortificó el recinto con bastiones y baluartes que hasta no<br />

mucho eran imponentes para los ejércitos que por allá se usan; dio extensísimos solares<br />

*Después <strong>de</strong> escribir esto he leído en un periódico <strong>de</strong> la República Dominicana que una comisión compuesta <strong>de</strong><br />

varios caballeros respetables <strong>de</strong> puerto plata, bajo la dirección <strong>de</strong>l ingeniero civil don Fe<strong>de</strong>rico Llinás, español muy<br />

estimado y muy fructuosamente <strong>de</strong>dicado a la enseñanza secundaria, ha <strong>de</strong>scubierto el emplazamiento <strong>de</strong> los cuatro<br />

edificios <strong>de</strong> mampostería que la historia dice construidos por los colonos <strong>de</strong> la Isabela. (Nota <strong>de</strong> Hostos).<br />

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