Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

EL ARtE DE NUEStRO tIEMpO
Esta Colección Pensamiento Dominicano se enriquece ahora con la obra El arte de nuestro
tiempo de don Manuel Valldeperes, escritor y poeta español, quien por su arraigo en la
realidad dominicana y su dedicación al estudio de los valores nacionales ha merecido la
nacionalidad dominicana privilegiada.
Al publicar su obra, queremos homenajear a quien ha sido excelente crítico de nuestra
literatura y, sobre todo, un caballero al convivir en nuestro medio social.
La Colección Pensamiento Dominicano no tiene que ponderar las calidades de estilo del
escritor, ampliamente conocidas por nuestros lectores más exigentes.
Los editores
Al generalísimo y Doctor Rafael Leonidas trujillo Molina
Expresión de gratitud por el extraordinario impulso dado a las bellas artes
en la República Dominicana.
A manera de prólogo
A medida que el mundo avanza y que la civilización progresa –y progresa pese a la influencia
de las fuerzas coercitivas de la tradición histórica– las formas literarias y artísticas
sufren transformaciones fundamentales, tanto en el fondo como en la forma. Cuando el
hombre vivía en la caverna, el arte, que desde entonces ha sido una manifestación espontánea
de las reacciones del espíritu humano, era cavernícola, que, en tal caso, quiere decir
rudimentario. Después, con la evolución del hombre y de la manera de vivir del hombre,
el arte y la literatura evolucionaron a su vez y la pintura, la escultura y la arquitectura –al
igual que la música y la poesía– estuvieron a tono con la época –con su época–, porque, pese
a que la obra de arte es siempre un paso hacia el futuro, tiene su base en el presente.
Sólo los genios de todos los tiempos han logrado sustraerse a la influencia de su época,
situándose fuera del radio de acción de las masas para adentrarse en un mundo ideal –su
mundo interior–, que corta de raíz las exigencias o influencias de las multitudes sobre la
obra de arte, teniendo en cuenta que el hombre es más fácil a las reacciones emocionales
que a las de la inteligencia. pero el arte, en su aspecto general, está sometido, por encima de
todas las circunstancias de orden espiritual, al ambiente que le rodea.
El artista, envuelto en un manto de pobreza, se siente atraído por la repugnante miseria
que nutre su espíritu.
El arte de nuestro tiempo
I
El arte tiene un presente que, en relación con el tiempo, es punto de contacto –conexión–
entre el pasado y el futuro; centro de interés para el análisis de la tradición. para nosotros,
observadores de hoy, es el eje de la evolución; pero teniendo siempre en cuenta que lo que
hace al artista es su indomable deseo de evasión: la fuga que de su presente descubrimos
en todos los grandes artistas de ayer y de hoy. El arte de nuestro tiempo, pues, no tiene más
actualidad que la que deriva de un proceso evolutivo natural en el hombre y que polariza
las experiencias individuales en un mundo liberado de tiempo y espacio.
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