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Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

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COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA<br />

pasado; y asimismo el compositor <strong>de</strong> música religiosa, el dominicano Victoriano Carranza,<br />

contribuyó con sus enseñanzas a mejorar las capillas <strong>de</strong> música <strong>de</strong> las iglesias <strong>de</strong> Cuba.*<br />

En los heroicos años <strong>de</strong> la guerra separatista hubo varias bandas <strong>de</strong> música <strong>de</strong>l ejército,<br />

algunas <strong>de</strong> las cuales asistieron al campo <strong>de</strong> batalla: en 1852 el Regimiento Ozama contaba<br />

con dos bandas, una <strong>de</strong> ellas dirigida por Juan Bautista Alfonseca.** Una <strong>de</strong> las escuelas <strong>de</strong><br />

música, <strong>de</strong> los primeros años <strong>de</strong> la República, fue la <strong>de</strong> los profesores <strong>de</strong> música vocal e instrumental<br />

José Francisco quero y Fermín bastidas, abierta en Santo Domingo el 15 <strong>de</strong> julio<br />

<strong>de</strong> 1855 e instalada en don<strong>de</strong> estaba “el establecimiento llamado Ateneo, calle <strong>de</strong>l hospital,<br />

frente a la casa <strong>de</strong> San pedro”, hoy calle Merce<strong>de</strong>s. En la escuela se enseñaba solfeo, canto,<br />

violín, viola, guitarra, flauta, violoncello.<br />

quero y bastidas no limitaron a esta escuela sus activida<strong>de</strong>s artísticas. Mediante su<br />

concurso se instaló en Santo Domingo, el 30 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1855, la Sociedad Filarmónica,<br />

presidida por Quero. En su concierto <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1856 figuraron como violinistas<br />

Agüero, quero y bonnelly, y bastidas cantó el aria <strong>de</strong> Fígaro, <strong>de</strong>l Barbero <strong>de</strong> Sevilla. Arísti<strong>de</strong>s<br />

bonnelly era profesor <strong>de</strong> piano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1853.<br />

En esos días hubo en Santo Domingo dos Filarmónicas, signo <strong>de</strong>l movimiento musical <strong>de</strong><br />

la época. A ellas se refirió el <strong>de</strong>sdichado prócer Eugenio Perdomo en su artículo La Música,<br />

publicado en la revista Flores <strong>de</strong>l Ozama, <strong>de</strong>l 19 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1859:<br />

En nuestro país, don<strong>de</strong> los entretenimientos y las diversiones son raras y don<strong>de</strong> la juventud se<br />

ve privada <strong>de</strong> sus recreos, don<strong>de</strong> no tenemos ni saraos, ni paseos públicos, ni teatro, a causa<br />

<strong>de</strong> los continuos trastornos políticos excitados por los perturbadores <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n, enemigos <strong>de</strong>l<br />

progreso, traidores a la patria, es muy útil y necesaria la reinstalación <strong>de</strong> la Sociedad Filarmónica<br />

ya porque con esto damos una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> progreso e ilustración, ya por los beneficios que<br />

ella misma pueda sacar. A<strong>de</strong>más todo hombre es ambicioso, cada cual <strong>de</strong>sea legar un brillante<br />

título a la posteridad. y en nuestro suelo, don<strong>de</strong> la provi<strong>de</strong>ncia a manos llenas <strong>de</strong>rrama átomos<br />

<strong>de</strong> su sabiduría no es sorpren<strong>de</strong>nte que con el trascurso <strong>de</strong> pocos años, constancia y aplicación<br />

*En los Apuntes <strong>de</strong> José piñeyro –Archivo <strong>de</strong>l historiador garcía– dice: El año 1828 bailó Maroma en esta ciudad<br />

el indio llamado Don Juan El pájaro. El año 1834 bailaron El Piculín y El Gavilán”.<br />

En sus Notas sobre Haití, <strong>de</strong> 1830, el inglés Charles Mackenzie, al hablar <strong>de</strong> su llegada a La Vega, en ese año,<br />

apunta: “El cencerrear <strong>de</strong> las guitarras me recordaron la península, y el monótono canto tan familiar para todos los<br />

que han visitado a España… Siempre que llega cualquier extraño <strong>de</strong> importancia, a quien se consi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> rigor rendir<br />

honores, llega una orquesta compuesta por diversos músicos, la cual toca mientras él quiera, esperando una espléndida<br />

propina <strong>de</strong> manos <strong>de</strong>l agasajado. tuve que someterme a esta ceremonia en La Vega, como tuve que hacerlo en<br />

los principales pueblos o ciuda<strong>de</strong>s que visité”. A su arribo a Santo Domingo, anota:<br />

“El tintineo <strong>de</strong> la guitarra en las calles por la noche está asociado a tantos recuerdos gratos para muchos viajeros<br />

peninsulares, que hasta en manos no preparadas para arrancar <strong>de</strong> sus cuerdas música elocuente, <strong>de</strong>spierta sensaciones<br />

casi ligadas a las <strong>de</strong>l montañés <strong>de</strong> Escocia con el sonido animador <strong>de</strong> la gaita. Comprendo que todo <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

las asociaciones con alguna realidad agradable, o con alguna fantasía igualmente agradable, que ha influido en las<br />

emociones <strong>de</strong> los primeros tiempos y <strong>de</strong> horas más felices. Casi todas las noches esos sonidos continuaban hasta la<br />

hora habitual <strong>de</strong>l reposo, las diez; y confieso que me eran agradables”.<br />

Al llegar a Azua, el distinguido viajero recibe las atenciones <strong>de</strong> un personaje importante, don pablo báez, padre <strong>de</strong>l<br />

que sería nada menos que cinco veces presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República. Lástima que los agasajos <strong>de</strong> don pablo no complacieran<br />

mucho a Mackenzie; como lo apuntó en su relato: “Durante la comida, una infeliz muchacha negra le daba vueltas al<br />

manubrio <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los organillos <strong>de</strong> música más ingrata que yo haya oído alguna vez; todavía me siento agra<strong>de</strong>cido<br />

<strong>de</strong> la intención <strong>de</strong> la moza, aunque mis oídos estuvieron a punto <strong>de</strong> reventar por lo áspero <strong>de</strong> la melodía”.<br />

**Las Bandas Militares tenían participación bien activa en la guerra <strong>de</strong> la Separación, como lo dice el Cartel <strong>de</strong><br />

Desafío al Ejército haitiano, en los campos <strong>de</strong> beller, el 3 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1856: “Formado el Ejército en or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> batalla, como<br />

se ha dicho, pasó revista y recorrió las líneas el general en Jefe como a las siete <strong>de</strong> la mañana, permaneciendo el Ejército<br />

formado y en espera <strong>de</strong>l enemigo. A las diez y media, viendo que el enemigo no salía a combate ni aceptaba el reto, se<br />

or<strong>de</strong>nó avanzasen todas las baterías <strong>de</strong> los diferentes cuerpos y la banda <strong>de</strong> música <strong>de</strong>l regimiento <strong>de</strong> Santiago hasta<br />

el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> nuestra línea fronteriza, y allí, con el pabellón <strong>de</strong> la República enarbolado, entonasen los aires nacionales<br />

y los toques <strong>de</strong> or<strong>de</strong>nanza <strong>de</strong> nuestro ejército por el espacio <strong>de</strong> una hora”.<br />

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