Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
desde temprana edad, ni siquiera pudo frecuentar el teatro, y su primer ensayo fue sencillamente
deplorable. En el segundo pudo apreciarse algún progreso en el desarrollo escénico,
aunque de todos modos este nuevo intento dramático resultó poco satisfactorio. Su hermano
gastón sólo en una oportunidad tuvo contacto con el teatro: escribió el libreto de la ópera
María de Cuéllar, a la cual puso música el inspirado compositor pablo Claudio, pero la obra
nunca subió a escena.
Otras producciones de autores noveles subieron, en cambio, a escena, pero no llegaron
a imprimirse, ni sus autores perseveraron en el propósito de escribir para el teatro: así Arístides
Fiallo Cabral, Fernando A. Defilló, Porfirio Henríquez García, Luis Eduardo Betances,
gustavo A. Díaz y otros más.
y como la zarzuela española se mantenía en boga, en 1907 la poetisa y escritora Virginia
Elena Ortea llevó a escena en puerto plata una zarzuela en tres actos, Las feministas, con música
del compositor puertorriqueño que vivió en Santo Domingo la mayor parte de su vida,
José María Rodríguez Arresón. 251 también en el campo de la zarzuela se ensayó pedro María
Archambault (1862-1944) con La bruta de la loma. José Ramón López colaboró con Virginia
Ortea en la zarzuela Las feministas e incluyó en sus Cuentos puertorriqueños un boceto dramático,
El baile, nunca representado. también asociado a Virginia Ortea se animó a escribir
una comedia en prosa y en verso, Dolores, que jamás se imprimió ni se representó.
Al iniciarse el siglo xx se dio a conocer con el estreno de su drama Consuelo, un autor
entonces novel, cuyo espíritu se había formado en el bulevar parisiense. Conocía a fondo
el teatro francés, que trató de imitar: Ulises heureaux hijo (1876-1938). Al revés de Rafael
Deligne, con quien se enzarzó en una polémica con motivo del estreno de Vidas tristes,
heureaux sabía preparar los motivos escénicos y mover los personajes: conocía, en suma,
los secretos menudos de la técnica teatral, le métier. Amparado por esas condiciones, triunfó
reiteradamente en sus empeños escénicos: a Consuelo siguieron Genoveva, Lo inmutable, El
grito de 1844, La muerte de Anacaona, El enredo, Blanca, Entre dos fuegos, La noticia sensacional,
En la hora suprema, y una interesante obra histórica, Alfonso XII. Sus éxitos fueron los de un
técnico que sabe el oficio, pero desde el punto de vista de la creación artística, su producción
no pasaba de mediana. 252
A la vez que Ulises heureaux hijo triunfaba con sus dramas de corte francés moderno,
otros escritores dominicanos coincidieron en el empeño de escribir piezas de teatro, que por
lo general no pasaban de uno o dos actos o no tenían gran extensión, más para leídas que
para ser representadas: la más teatral fue El príncipe travieso, escena renacentista de Rafael
Octavio galván; la de mayor realismo en relación con el vivir contemporáneo, El torrente,
de tulio Manuel Cestero (incluido con La Enemiga, y otros bocetos teatrales en el volumen
Citerea, publicado en Madrid en 1907).
para esa misma época, Américo Lugo (1870-1952) reunía en un tomito sus Ensayos
dramáticos, con algunos monólogos (Elvira, Vísperas de boda, En la peña pobre) y el drama en
un acto El avaro, todos en estilo preciosista. Después publicó un acto del drama indigenista
Higuenamota, bellamente concebido y escrito, pero Lugo no sabía manejar los resortes de la
251 Entre las obras de ficción que se deben a la pluma de Virginia Ortea, figura la novela Mi hermana Catalina, de
la cual fue a leer algunos capítulos a la poetisa Salomé Ureña de henríquez, que había ido a puerto plata en busca de
salud. Según informes, terminó esa novela un año después, en 1897, pero no la publicó, y no sabemos la suerte que
corrió el manuscrito.
252 Las otras producciones de heureaux son dos novelas, En la copa del árbol (1908) y Amor que emigra (1910).
Además un libro de cuentos. Sus obras teatrales no llegaron a imprimirse.
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