Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
externa las doctrinas, y en ese caso es inútil difundirlas, o la sociedad en que viven es por sí misma
un obstáculo, y en ese caso…
—En ambos casos es preciso publicarla: en el primero, para que pasemos de fuera a adentro de
las doctrinas; en el segundo, para que disminuyan los obstáculos.
—¿Disminuir? Quizá aumenten. A la verdad, como las doctrinas más sinceras son las que
resultan más radicales, tal vez escandalicen las sencilleces que yo les he dictado. Mejor, ya que tanto
empeño tienen los amigos de las buenas intenciones, mejor será que sólo se publique aquella parte de
la Moral que se refiere a los deberes de la vida social.
—Pues bien: déjenos publicarla.
—Del país y de ustedes es. Tómenla y publíquenla.
Y por eso, después de mucho urgirme y de no poco contrariarme, consiguieron los jóvenes, a
quienes se deberá, si vale algo y dice algo, que yo consintiera en la publicación de Moral Social.
VII
Páginas Dominicanas de don Emilio Rodríguez Demorizi, incluida en la Colección Pensamiento
Dominicano, más que una selección, es un tratado acerca de las proyecciones y alcances
de las obras de Eugenio María de hostos en las distintas esferas de la sociedad dominicana
de mediados y finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Las Páginas Dominicanas fueron escritas atendiendo a una solicitud que le hiciera don
Julio postigo a don Emilio Rodríguez Demorizi, el autor de las mismas. proceden de otra de
las obras del destacado historiador y hombre de letras: Hostos en Santo Domingo.
Don Emilio Rodríguez Demorizi da a conocer en sus Páginas Dominicanas el pensamiento
de hostos, sus enseñanzas ejemplarizadoras, y sus afanes y empeños en coadyuvar en la solución
de los problemas del país y en contribuir al progreso moral y material de la República.
En su obra, el destacado historiador y hombre de letras se refiere al quehacer de un apóstol
de la instrucción como hostos, que introdujo en nuestro medio una didáctica racionalista
siempre en pugna con los caducos métodos de enseñanza que prevalecían en la época. A un
hombre que fundó periódicos y que formó la conciencia de algunos dominicanos ilustres. A
un hombre que en épocas pretéritas se refería a los prejuicios de la desigualdad de los sexos
y que cuestionaba la supuesta naturaleza inferior de la mujer.
Don Emilio Rodríguez Demorizi en sus Páginas Dominicanas nos habla del hombre que
formó el magisterio de Salomé Ureña y que enriqueció la bibliografía dominicana con sus
obras Lecciones de Derecho Constitucional, Moral Social y Sociología. En fin, don Emilio Rodríguez
Demorizi nos habla en sus Páginas de ese apóstol de la instrucción, del hombre que nos
legara un precioso ideal de civilización, y que, a más de un siglo de su muerte, todavía llena
de luz nuestros senderos con sus enseñanzas y con su ejemplo de hombre de bien.
694