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Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

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EUgENIO MARíA DE hOStOS | pÁgINAS DOMINICANAS<br />

quien lo ha sentido como yo lo he sentido, fulminando sus rayos silenciosos sobre el<br />

cráneo abrasado; quien lo ha sufrido como yo lo he sufrido, reverberando entre ocho y<br />

diez <strong>de</strong> la mañana sobre terrenos <strong>de</strong>snudos y sedientos, o sobre los aleves espinares que<br />

en forma <strong>de</strong> arbustos macilentos adquieren la hipócrita apariencia <strong>de</strong> risueños oquedales;<br />

quien haya tenido sed ardiente, y no haya podido saciarla en ninguno <strong>de</strong> los frecuentes<br />

álveos pedregosos, cadáveres <strong>de</strong> arroyo que, como todo cadáver, hacen más punzante la<br />

i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la vida ausente; quien haya exhalado fuego por todos los poros <strong>de</strong> su cuerpo, y<br />

haya llegado ciego, atolondrado, balbuciente, casi mudo, al término <strong>de</strong> un viaje que, a<br />

pesar <strong>de</strong> lo muy <strong>de</strong>seado, no ha sido bien visto ni creído sino <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> algunos minutos<br />

<strong>de</strong> íntima conferencia consigo mismo para saber si se podía contar con energía bastante<br />

para seguir viviendo, ése sabrá en dón<strong>de</strong> está la explicación <strong>de</strong> Azua, y por qué son los<br />

azuanos como son.<br />

pero aun lo sabrá mejor el que, puesto momentáneamente en las condiciones físicas<br />

en que vive su vida el azuano, se sienta azuano en un momento dado: sentirse azuano es<br />

sentirse irritable hasta el olvido <strong>de</strong> sí mismo y <strong>de</strong> los otros.<br />

Así me sentí yo en el momento en que me expliqué la influencia <strong>de</strong>l clima sobre la comarca<br />

que iba recorriendo.<br />

Dada esa influencia, que es palpable, tanto como es irresistible, y dadas las circunstancias<br />

azarosas <strong>de</strong> la sociedad dominicana, y las peculiarmente adversas que han favorecido<br />

en Azua el <strong>de</strong>sarrollo in<strong>de</strong>finido <strong>de</strong> las pasiones anárquicas, nada es tan natural como el<br />

carácter impetuoso y las turbulentas disposiciones <strong>de</strong> la comarca.<br />

pero, opuestas a esas ten<strong>de</strong>ncias que conjuntamente han producido un clima terrible<br />

y una gobernación atroz, van presentándose rápidamente en la comarca mal juzgada, y se<br />

presentan con extraordinaria fuerza reconstructora, otros agentes <strong>de</strong> organización y apaciguamiento<br />

que sólo tardarán en transformar el carácter moral <strong>de</strong> la región, lo que tar<strong>de</strong><br />

el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los intereses materiales en transformar la siempre modificable naturaleza<br />

física <strong>de</strong>l territorio y el carácter social <strong>de</strong> los terrícolas.<br />

La reacción <strong>de</strong> esos elementos buenos sobre los anteriores agentes <strong>de</strong> corrupción, es ya<br />

palpable. No sé <strong>de</strong> la vida íntima <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Azua ni <strong>de</strong> los comarcanos, aunque creo<br />

que es <strong>de</strong>masiado corto el tiempo <strong>de</strong> que han podido disponer las influencias saludables<br />

para <strong>de</strong>struir el vivero <strong>de</strong> discordias, malas pasiones, vicios, procacida<strong>de</strong>s, murmuraciones<br />

y calumnias que son por fuerza todos los lugares, urbanos y rurales, en don<strong>de</strong> por tiempo<br />

in<strong>de</strong>finido se han enseñoreado la guerra corruptora y las costumbres brutales <strong>de</strong> la guerra;<br />

pero sé que he visto reconstruida en breve tiempo, y mejorada, la ciudad <strong>de</strong> Azua; sé que el<br />

comercio tiene allí una fuerza consi<strong>de</strong>rable; sé que los extranjeros van y vienen sin que los<br />

molesten, los provoquen o los asechen; sé que, relativamente, mejores son allí que en parte<br />

alguna las disposiciones <strong>de</strong> los campesinos en favor <strong>de</strong> los extraños o <strong>de</strong> los extranjeros que<br />

buscan terrenos para los fundos agrícolas; sé que Azua la levantisca se ha mantenido en<br />

or<strong>de</strong>n durante las últimas agitaciones; sé que se fundan haciendas <strong>de</strong> caña, que se intenta el<br />

establecimiento <strong>de</strong> la mejor forma <strong>de</strong> explotación agrícola, la cooperación; sé que se intenta<br />

ligar por tranvía la ciudad al puerto, sé que las conversaciones allí oídas versaban todas<br />

sobre el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la riqueza pública, sobre los elementos que allí dormitan y se pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>spertar, sobre la inclinación <strong>de</strong> todos a seguir la directriz <strong>de</strong>l trabajo; sé, por último, que<br />

Azua tiene su plena, soberana y encantadora esperanza <strong>de</strong> reconstrucción en la comarca, y<br />

no dudo <strong>de</strong> la próxima reorganización <strong>de</strong> los medios <strong>de</strong> paz, prosperidad y vida en la ciudad<br />

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