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Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

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COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA<br />

conducta, y no se le había ocurrido restablecer su conciencia y su razón… La anarquía, que<br />

no es un hecho político sino un estado social, estaba en todo, como estaba en las relaciones<br />

jurídicas <strong>de</strong> la nación; y estuvo en la enseñanza ya en los instrumentos personales o impersonales<br />

<strong>de</strong> la enseñanza… Era indispensable formar un ejército <strong>de</strong> maestros que, en toda la<br />

República, militara contra la ignorancia, contra la superstición, contra el cretinismo, contra,<br />

la barbarie…”.<br />

Año tras año fue engrosándose ese ejército <strong>de</strong> maestros. y en 1887 se celebró la investidura<br />

<strong>de</strong> las primeras maestras normales, formadas en el Instituto <strong>de</strong> Señoritas. Otro gran<br />

discurso pronunció hostos ese día, porque a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> pensador, escritor y mentor, hostos<br />

era un orador <strong>de</strong> primera línea.<br />

“¡Ahí están! –exclamó en el primer momento <strong>de</strong>l viacrucis, dando el primer paso en la<br />

vida <strong>de</strong> lo i<strong>de</strong>al a lo real. Vienen <strong>de</strong> lo i<strong>de</strong>al. ¡Las miserandas!”.<br />

“Venís con<strong>de</strong>nadas, –agregó dirigiéndose a las nuevas maestras–, a luchar con vuestro<br />

medio social; pero nunca la luz es más gloriosa que cuando, difundiéndose pausadamente<br />

por entre masas impenetrables <strong>de</strong> vapores, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> largo combate, brilla al fin; venís<br />

con<strong>de</strong>nadas a sufrir: pero vais a sufrir por alcanzar la misma gloria <strong>de</strong> enseñar el Sol. Vuestro<br />

sol sea la verdad: enseñadlo al pequeñuelo, enseñadlo a los sencillos, enseñadlo al inocente,<br />

y día llegará en que lo vean los adultos, en que con su luz se purifiquen los astutos, en que al<br />

influjo <strong>de</strong> su luz se mejore el <strong>de</strong>lincuente. Entonces, aunque no hayáis atendido al resultado,<br />

habréis reconstituido el cuerpo enfermo, habréis reorganizado la sociedad <strong>de</strong>sorganizada,<br />

y cualesquiera que hayan sido los dolores, ben<strong>de</strong>cida <strong>de</strong> vosotras será la recompensa. ¿qué<br />

recompensa más digna <strong>de</strong> altas almas que el haber regenerado con su ejemplo y su doctrina<br />

la patria <strong>de</strong>sconocida <strong>de</strong> sí misma?”.<br />

“Desconocida <strong>de</strong> sí misma. En el fondo <strong>de</strong> este caos, no hay más que ignorancia. Si<br />

la patria supiera <strong>de</strong> su fuerza, si supiera dirigirla, ¡qué inesperados prodigios haría en el<br />

porvenir!”.<br />

pero ya el ambiente político <strong>de</strong>l país, bajo la tiranía <strong>de</strong> Ulises heureaux, era irrespirable.<br />

hostos formaba conciencias, creaba ciudadanos, su labor no podía <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser vista con mal<br />

oculto recelo en las esferas <strong>de</strong>l gobierno. Luperón, su gran amigo, era ya un adversario <strong>de</strong><br />

heureaux. hostos <strong>de</strong>cidió aceptar la oferta que reiteradas veces le había hecho el gobierno<br />

<strong>de</strong> Chile para ir a trabajar allí en la reforma <strong>de</strong> la enseñanza, y emigró a fines <strong>de</strong> 1888. Más <strong>de</strong><br />

diez años subsistió todavía el régimen <strong>de</strong> Ulises heureaux, pero hostos tuvo la satisfacción<br />

<strong>de</strong> ver que sus discípulos continuaban la obra emprendida y que ninguno <strong>de</strong> ellos se sumó<br />

a aquel régimen nefando. Entre los continuadores <strong>de</strong> su obra se <strong>de</strong>staca la figura <strong>de</strong> Emilio<br />

Prud'Homme, que fue profesor, durante siete años, <strong>de</strong> la Normal, <strong>de</strong> la Preparatoria y <strong>de</strong>l<br />

Instituto <strong>de</strong> Señoritas; que se trasladó a Azua en 1887, y allí fundó la Escuela perseverancia,<br />

<strong>de</strong> cuyo seno surgieron nuevos maestros normales llamados a hacer fructificar las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong><br />

hostos. La animadversión <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong> heureaux contra la obra <strong>de</strong> hostos se manifestó<br />

claramente en 1895, año en el cual la Escuela Normal cambió <strong>de</strong> plan y <strong>de</strong> nombre y se llamó<br />

Colegio Central Prud'Homme. Prud'Homme había tenido que clausurar en Azua la Escuela<br />

Perseverancia y trasladarse a Santo Domingo, don<strong>de</strong> fundó el Liceo Dominicano, que contó<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su inicio con gran número <strong>de</strong> alumnos, prueba elocuente <strong>de</strong> la confianza general en la<br />

eficiencia <strong>de</strong> los planes <strong>de</strong> enseñanza <strong>de</strong> Hostos. Y al quedar cerrado en 1894 el Instituto <strong>de</strong><br />

Señoritas, a causa <strong>de</strong> los quebrantos que llevaron a la tumba a su directora y fundadora, dos<br />

<strong>de</strong> sus discípulas, Eva María y Luisa Ozema pellerano, (1870-1927), <strong>de</strong>cidieron reorganizar<br />

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