Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
juventud dominicana de aquel tiempo, a la que aleccionaba en materias filosóficas, y a ello
alude Manuel Joaquín del Monte en una virulenta glosa que hizo de la décima mencionada,
dando crédito a la voz popular que la atribuía al sacerdote extranjero:
¿Dó vais ¡oh cielos! do vais?
¿No veis un abismo abierto?
Ese rumbo no va al puerto:
si lo seguís, naufragáis.
Mientras sólo obedezcáis
de extraño mentor la voz,
cual relámpago veloz
ha de ser vuestra ventura.
temed su falsa dulzura
y su condición atroz.
¿Esos, pues, que la luz vieron
allá en muy lejanas costas
y que cual flacas langostas
en las nuestras parecieron,
los que de su patria huyeron
dejándola en orfandad,
os tendrán pura amistad?
Ved que hay más de un fariseo
que a la sombra su deseo
sacia con impunidad.
y no se piense por eso
que a tanto mi enojo alcanza,
que en una misma balanza
a todo extranjero peso…
hombres de virtud y seso,
por gozar de libertad
sus lares dejan ¿verdad?
Mas mil huyen en pandilla
por merecer la banquilla
allí, su horrible maldad.
terminada la glosa, Del Monte escribió una décima adicional que termina con esta
advertencia conminatoria:
para los que cazan hombres
tiene la ley su verdugo.
ya en vísperas de la independencia, el padre gaspar hernández fue obligado por los
haitianos a ausentarse del país. Volvió, ya establecida la República, se vinculó definitivamente
al país, adquirió la ciudadanía dominicana y presidió más de una vez el Congreso Nacional.
Fue también, en 1852, preceptor del Colegio Nacional, donde enseñó filosofía, matemáticas
y cosmografía. tenía gran facilidad de palabra y alcanzó alguna fama como predicador, pero
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