10.05.2013 Views

Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA<br />

su propia naturaleza a producir; la armonía <strong>de</strong> las fuerzas en la actividad <strong>de</strong>l individuo y la<br />

espontánea conciliación <strong>de</strong>l propósito característico <strong>de</strong> cada vida individual con el propósito<br />

i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> la existencia colectiva.<br />

Esta función refrenadora, or<strong>de</strong>nadora y armonizadora <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber no actúa intermitentemente<br />

ni en razón <strong>de</strong> una actividad anormal <strong>de</strong>l órgano <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber, que es la conciencia, sino<br />

<strong>de</strong> una manera continua y en virtud <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo natural <strong>de</strong>l órgano. Cuando la conciencia<br />

crece, crece con ella la impulsión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber. Entonces, la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la responsabilidad se hace<br />

más clara, porque la concepción <strong>de</strong> los fines <strong>de</strong> la vida se hace más alta; y como a medida que<br />

se eleva nuestro concepto <strong>de</strong> los fines se eleva con ellos la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> los medios, poco a poco<br />

vamos <strong>de</strong>sentendiéndonos primero <strong>de</strong> los inapropiados, rechazando firmemente <strong>de</strong>spués los<br />

contrarios a nuestra dignidad, cada vez más concienzuda, y llega un momento <strong>de</strong> completo<br />

dominio <strong>de</strong> todas nuestras fuerzas por la conciencia, que es el momento <strong>de</strong> predominio <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>ber. Así, <strong>de</strong>l modo más natural, sin ninguna intervención <strong>de</strong> elementos que no podamos<br />

dirigir ni manejar, se verifica en cada existencia racional y consciente la función <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber.<br />

Así es también, aunque <strong>de</strong> un modo un poco más complejo, como funciona el <strong>de</strong>ber en<br />

la economía moral <strong>de</strong>l mundo. Como a medida que se <strong>de</strong>sarrolla la razón se <strong>de</strong>sarrolla también<br />

la conciencia individual, cuando motivos <strong>de</strong> vida práctica inducen al individuo a torcer<br />

la dirección y a contener el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l núcleo <strong>de</strong> nuestra actividad moral, se establece<br />

una lucha <strong>de</strong>l individuo consigo mismo, que da por resultado el malogro <strong>de</strong> su felicidad. El<br />

espectáculo <strong>de</strong> esa lucha y <strong>de</strong> sus penosas consecuencias tiene siempre algún testigo sobre<br />

el cual opera como un ejemplo compulsivo. por evitar el dolor secreto que presencia, evita<br />

la lucha que lo produjo. Siendo muchos los que combaten en sí mismos el progreso <strong>de</strong> la<br />

conciencia hacia el <strong>de</strong>ber, muchos también son los secretamente amonestados por esas vidas<br />

malogradas. La observación y la experiencia <strong>de</strong> ese daño causado por la violenta <strong>de</strong>sviación<br />

<strong>de</strong> nuestras fuerzas interiores va poco a poco formando y fortaleciendo la conciencia colectiva,<br />

a cuyo <strong>de</strong>sarrollo va a la par favoreciendo el crecimiento <strong>de</strong> la razón común, estimulada por<br />

la educación cada vez más racional <strong>de</strong>l individuo y por las pruebas cada vez más eficaces<br />

<strong>de</strong> po<strong>de</strong>r que da la razón humana en su busca e indagación <strong>de</strong> la verdad y en su victoriosa<br />

aplicación al mejoramiento <strong>de</strong> las condiciones materiales y morales <strong>de</strong> la vida. Aunque lentísimamente,<br />

así se va formando la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber en el perfeccionamiento<br />

<strong>de</strong> los medios y los fines <strong>de</strong> la existencia humana, y así es como él, enlazando <strong>de</strong> continuo<br />

entendimientos, volunta<strong>de</strong>s y conciencias, va imperceptiblemente fortaleciendo los vínculos<br />

sociales, haciendo cada vez más uno al ser social, cada vez más or<strong>de</strong>nada la relación <strong>de</strong> los<br />

elementos con la masa, cada vez más armónica la vida <strong>de</strong> socieda<strong>de</strong>s e individuos, cada vez<br />

más moral el mundo <strong>de</strong> los seres <strong>de</strong> conciencia.<br />

CAPÍTULO XI<br />

En qué se fundan los <strong>de</strong>beres sociales<br />

Si el <strong>de</strong>ber rige el mundo moral, es porque rige a la conciencia humana. Rige a la conciencia,<br />

porque es su ley. Es su ley, porque es la expresión lógica <strong>de</strong> su naturaleza, propieda<strong>de</strong>s,<br />

caracteres, dignidad y fines. Es expresión lógica <strong>de</strong> la naturaleza racional y consciente,<br />

porque es la única condición infalible <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Sólo, efectivamente, por la acción <strong>de</strong>l <strong>de</strong>ber sobre la íntima esencia <strong>de</strong> la naturaleza<br />

humana en cada ser, es como se consigue <strong>de</strong> ella la manifestación <strong>de</strong> toda su fuerza, <strong>de</strong> toda<br />

844

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!