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Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

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INtRODUCCIóN A LA SEgUNDA SECCIóN | Je s ú s D e la ro s a<br />

conducirlo a ningún lado. El insigne puertorriqueño se ve obligado a admitir que, por el<br />

momento, han fracasado los empeños, sus empeños, <strong>de</strong> ver a Cuba y puerto Rico libres <strong>de</strong><br />

la esclavitud y <strong>de</strong> la tutela española. Un año <strong>de</strong>spués, Eugenio María <strong>de</strong> hostos se embarca<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> New york con <strong>de</strong>stino a su tierra natal, puerto Rico, pero no <strong>de</strong>sembarca. Se dirige a<br />

Saint thomas, don<strong>de</strong> permanece por una breve temporada. ¿hacia dón<strong>de</strong> había <strong>de</strong> ir hostos<br />

con sus <strong>de</strong>cepciones a cuesta?<br />

A la única Antilla que podía llamarse libre, a la República Dominicana.<br />

IV<br />

Eugenio María <strong>de</strong> hostos vivió en tres ocasiones en la República Dominicana: la primera,<br />

<strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1875 a abril <strong>de</strong> 1876; la segunda, <strong>de</strong> 1879 a 1888; y la tercera, <strong>de</strong> 1900 a<br />

1903, año <strong>de</strong> su muerte en la ciudad <strong>de</strong> Santo Domingo, víctima <strong>de</strong> una fiebre infecciosa.<br />

En su primera estada <strong>de</strong> sólo nueve meses en Santo Domingo, hostos residió en puerto<br />

plata, meca a don<strong>de</strong> iban a dar patriotas puertorriqueños y cubanos que luchaban contra el<br />

régimen colonial <strong>de</strong> España en Las Antillas. Allí conoció a don Fe<strong>de</strong>rico henríquez y Carvajal,<br />

quien lo acompañó, junto a Emeterio betances, a una visita a la casa <strong>de</strong> comercio <strong>de</strong>l<br />

general gregorio Luperón, héroe <strong>de</strong> la guerra <strong>de</strong> la Restauración. Años <strong>de</strong>spués Eugenio<br />

María <strong>de</strong> hostos recordaba esa visita:<br />

“Confieso que no <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> parecerme extraordinario el encontrarme <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> una merca<strong>de</strong>ría<br />

al hombre que en la guerra nacional y civil había <strong>de</strong>slumbrado tantas fantasías. Pero allí, y así, lo<br />

conocí en 1875, puesto en contacto con él por su maestro, guía y amigo, el noble y primer ciudadano<br />

<strong>de</strong> Puerto Rico, el siempre <strong>de</strong>sterrado Doctor Betances”.<br />

En puerto plata, hostos emprendió una briosa campaña periodística a favor <strong>de</strong> los i<strong>de</strong>ales<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ntistas <strong>de</strong> Cuba y puerto Rico. Acerca <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s periodísticas <strong>de</strong> hostos en<br />

el país, Emilio Rodríguez Demorizi, en la página 19 <strong>de</strong> su ensayo Luperón y Hostos publicado<br />

por la Editora taller, en Santo Domingo, en 1975, formula el siguiente comentario:<br />

“La campaña periodística reanudada por Hostos sufrió graves inconvenientes y tropiezos. Sus<br />

artículos, así como las activida<strong>de</strong>s políticas <strong>de</strong> los emigrados, eran constante motivo <strong>de</strong> protesta <strong>de</strong> los<br />

representantes <strong>de</strong> España y <strong>de</strong> los periódicos ministeriales <strong>de</strong> Cuba y Puerto Rico, a su vez combatidos<br />

sin embozo por los periódicos dominicanos simpatizadores, en generalidad, <strong>de</strong> la causa antillana”.<br />

hostos cultivó la amistad <strong>de</strong>l general gregorio Luperón, Fe<strong>de</strong>rico henríquez y Carvajal<br />

y <strong>de</strong> otros que compartían con el insigne puertorriqueño el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> la Confe<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> Las<br />

Antillas. En abril <strong>de</strong> 1876, hostos se marcha <strong>de</strong>l país con rumbo a Venezuela.<br />

En marzo <strong>de</strong> 1879, Hostos regresa <strong>de</strong> nuevo a Santo Domingo, esa vez con el firme propósito<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>dicarse a la enseñanza. para entonces, el general Cesáreo guillermo ocupaba<br />

la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la República. El general gregorio Luperón, quien compartía los mismos<br />

i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> hostos, había regresado <strong>de</strong>l exilio. El momento era más que propicio para realizar<br />

su propósito <strong>de</strong> iniciar aquí una reforma <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> instrucción pública. hostos<br />

entendía que “la creación <strong>de</strong> la Escuela Normal era una necesidad inaplazable”. partiendo <strong>de</strong> ese<br />

mismo criterio, el patriota y maestro puertorriqueño redactó el proyecto <strong>de</strong> Ley mediante<br />

el cual se crearían Escuelas Normales en todo el país, dirigidas a la formación <strong>de</strong> maestros,<br />

<strong>de</strong> acuerdo con un plan <strong>de</strong> educación encaminado a la regeneración <strong>de</strong>l pueblo dominicano.<br />

Hostos afirmaba al respecto que “era indispensable formar un ejército <strong>de</strong> maestros que en toda<br />

la República Dominicana militara contra la ignorancia, contra la superstición, contra el cretinismo<br />

y contra la barbarie”. El 26 <strong>de</strong> mayo <strong>de</strong> 1879, dos meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> Eugenio<br />

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