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MAx hENRíqUEz UREñA | pANORAMA hIStóRICO DE LA LItERAtURA DOMINICANA - tOMO I
a Morell han podido llegar hasta nosotros algunos informes y documentos valiosos,
entre ellos la copia íntegra del Espejo de Paciencia, poema escrito por Silvestre de balboa
en 1608, que con seis sonetos que lo preceden, de distintos autores, constituye la
muestra más antigua que se conoce de poesía escrita en Cuba. El estilo de Morell no es
esmerado, pero hay momentos en que alcanza, dentro de su sencillez, noble serenidad
y elevación. Morell siguió paso a paso a Charlevoix, de quien resumió y tradujo en
buen español, algunos capítulos relativos a Colón y al descubrimiento, que abarcan la
primera parte de su obra. 118
La obra de Morell, así como sus más bellas ejecutorias, está vinculada a Cuba, y su nombre
no puede omitirse al reseñar la historia de las letras cubanas; pero en Santo Domingo nació,
(1694-1768), allí adquirió la base esencial de su cultura y allí moldeó su carácter.
Antonio Sánchez Valverde (1720-1799), fue racionero de la Catedral de Santo
Domingo. Dos veces estuvo en España, la última en 1782, y allí publicó sus obras: El
predicador, tratado dividido en tres partes, al cual preceden unas reflexiones sobre los
abusos del púlpito y medios de su reforma, que vio la luz el mismo año de su llegada a
Madrid; dos tomos de Sermones panegíricos y de misterios, en 1783; Idea del valor de la Isla
Española y utilidades que de ella puede sacar su monarquía, en 1785; La América vindicada
de la calumnia de haber sido madre del mal venéreo, el mismo año; Examen de los sermones
del Padre Eliseo, con instrucciones utilísimas a los predicadores, fundado y autorizado con las
Sagradas Escrituras, Concilios y Santos Padres, en 1787, y una Carta respuesta… en que se
disculpa en el modo que es posible de los gravísimos errores que en sus sermones le reprehendió
Don Teófilo Filadelfo, en 1789. había cursado sus estudios en Santo Domingo, en
la Universidad de Santo tomás de Aquino, de la cual fue catedrático después. De las
diversas obras que escribió tiene interés especial para su tierra nativa la Idea del valor
de la Isla Española, primer ensayo descriptivo de carácter integral sobre la isla, hecho
por un nativo. Su prosa es sobria, clara y armoniosa. Sánchez Valverde se distinguió
además en la oratoria. José María Morillas dice que descolló en la predicación “hasta
reputársele en el país por uno de los primeros oradores de aquella época”. De España
volvió a América y fue racionero en guadalajara, México, donde murió. 119
Antonio de Villaurrutia (1754-18…) y su hermano Jacobo (1757-1833), nativos de Santo
Domingo, eran hijos del oidor de la Audiencia, Juan Antonio de Villaurrutia y Salcedo. El
padre se trasladó a México, de donde era oriundo, y los dos hermanos cursaron allí estudios:
de derecho, el primero; de disciplinas eclesiásticas, el segundo, que después optó, como su
118 Abigail Mejía de Fernández denunció como plagio esos capítulos adaptados por Morell, cotejándolos con los
de la Histoire de l’Isle Españole de Saint Domingue por el padre Francois xavier Charlevoix (parís, 1730), que había sido
traducida por Juan tomás Mejía y Cotes (padre de la señora Mejía de Fernández). Dicha traducción vio la luz, en forma
de folletín recortable, en la revista Letras y Ciencias (de 1892 a 1898). Resulta arriesgado acusar a Morell de esa falta de
probidad intelectual, pues los papeles que contenían la obra de Morell, muy dañados e incompletos, fueron ordenados
y copiados en 1837 por el escritor cubano José Antonio Echeverría, que salvó así ese trabajo de una pérdida irremisible,
dado el pésimo estado del manuscrito original. Conocida esta circunstancia, no puede afirmarse que Morell hubiera
dado a la estampa su obra tal y como después de tanto tiempo ha podido al fin ser publicada conforme a la copia que
afortunadamente hizo Echeverría, sobre todo si se tiene en cuenta que el manuscrito de Morell estaba incompleto,
pues faltaba buena parte del mismo.
119 En su interesante biografía de Sánchez Valverde (el manuscrito se conserva en la biblioteca Nacional de La
Habana), Morillas afirma que Sánchez Valverde nació el 16 de febrero de 1734 y murió a principios del siglo XIX. Como
en sus biografías inéditas de dominicanos distinguidos, Morillas equivoca algunas fechas, mantengo en el texto la
fecha habitualmente asignada al nacimiento de Sánchez Valverde. Respecto a la muerte cabe conjeturar el año 1799.
Véase Siete biografías dominicanas, por José María Morillas, con introducción y notas de Max henríquez Ureña, 1946.
Esas mismas biografías, entre ellas la de Sánchez Valverde, fueron publicadas antes en la revista Clío.
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