Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

COLECCIóN pENSAMIENtO DOMINICANO | Vo l u m e n IV | CRítICA DE LItERAtURA y ARtE. FILOSOFíA
Landeche obtuvo autorización judicial para imprimir, esto es, “dar a la prensa”, según reza
el texto, “para su mejor uso, permanencia y decencia”, varios ejemplares del testimonio de
la escritura de fundación del mayorazgo de Dávila, a fin de que fueran legalizados, “y hagan
fe”, y así se hizo. 105 Consta que de los Estatutos de la Universidad de Santo Tomás de Aquino,
aprobados en 1754, quedaban, según inventario de 1782, ciento cinco ejemplares impresos,
que ya se habían reducido a cuatro en 1800. 106 Empero, tanto la escritura de Dávila como los
Estatutos universitarios pudieron mandarse a imprimir fuera de la isla, acaso en Madrid.
En la parte ocupada por los franceses consta que hubo imprenta, por lo menos desde
1736, en el guarico. El testimonio directo más antiguo de alguien que haya visto una imprenta
en la ciudad de Santo Domingo, es el de Moreau de Saint Méry, quien declara que cuando
visitó la isla en 1783 existía allí una imprenta oficial. 107
El francés pedron impugna lo dicho por Moreau de Saint Méry. 108 para pedron no
hubo imprenta hasta que en el año VII (1799) “se estableció una imprenta francesa de
poca importancia en la casa del Comisario del gobierno francés”. No obstante, el testimonio
directo, ocular, de Moreau de Saint Méry es irrecusable, y acaso esa imprenta fue
después removida de Santo Domingo para Cuba. No cabe duda de que al hablar pedron
de “una imprenta francesa” se refería a la que tuvo el Comisario de Francia y regenteó el
ciudadano francés Andrés Josef blocquerst. De los impresos hechos en Santo Domingo,
el más antiguo que se conserva procede de esa imprenta y es el siguiente: “Novena, para
implorar la protección de María Santísima, por medio de su imagen de Altagracia…”, en Santo
Domingo, en la imprenta de Andrés Josef blocquerst, año de 1800”. Esa novena fue escrita
por un sacerdote nativo de Santo Domingo, el doctor pedro Arán y Morales. 109 De la misma
imprenta proceden, en 1801, una nueva edición de los Estatutos de la Regia y Pontificia
Universidad de Santo Tomás de Aquino; en el Convento Imperial de Predicadores de la Ciudad de
Santo Domingo, en la Isla Española, 110 y el Proceso verbal de la toma de la parte española de la Isla
de Santo Domingo, en idioma francés.
No decayó en el siglo XVIII la afición al teatro, que en el XVI y parte del XVII se mantuvo
acogido a la iglesia. En el Sínodo diocesano celebrado en 1610, cuando ocupaba la
silla el arzobispo Rodríguez xuárez, se acordó que en las iglesias no se hicieran farsas,
autos, comedias ni representaciones sin licencia del prelado o su provisor, permitiéndose
que en esas representaciones, que debían ser “santas, católicas y honestas”, se mezclaran
algunos entremeses graciosos y de cosas profanas como no fueran deshonestos o muy
profanos.
105 Doy un extracto de estos particulares relativos al mayorazgo de Dávila, en el Apéndice F. de mi libro El Arzobispo
Valera, Río de Janeiro, 1944.
106 Utrera, Universidades…, p.238.
107 Description topographique et politique de la partie espagnole de l’Isle de Saint Domingo, (Filadelfia, 1796). Moreau de
Saint Méry formula el dato, confirmándolo en dos ocasiones, y hasta precisa que la imprenta estaba “cerca del Palacio”,
mencionando además la reglamentación existente respecto a las obras que allí se imprimieran, aunque explica que
aquella imprenta sólo era utilizada para la administración pública.
108 Mémoire descriptit de la Partie Espagnole de Saint Domingue, manuscrito que se conserva en la biblioteca de la
Universidad de harvard, citado por Rodríguez Demorizi (La Imprenta y los primeros periódicos…,1943).
109 El único ejemplar que se conoce está en poder de los herederos del historiador José gabriel garcía.
110 El pie de imprenta dice: “En Santo Domingo, en la imprenta de Andrés Josef blocquerst, Impresor de la Comisión
del gobierno francés; Año 1801”, prueba de que la imprenta que, según informa pedron, se estableció en casa del
Comisario del gobierno francés, era la misma de blocquerst. El Dr. Federico henríquez y Carvajal poseía un ejemplar
del folleto. Véase su trabajo sobre La Imprenta en Santo Domingo (Listín Diario, Santo Domingo, 15 octubre, 1931). El
mismo tema ha sido tratado por el Lic. Leónidas garcía, (Listín Diario, 10 octubre, 1931), a quien se debe otro trabajo
sobre Los primeros impresos y el primer periódico en Santo Domingo (Listín Diario, 28 de agosto, 1933).
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