Crítica y Arte. Filosofía - Banco de Reservas

INtRODUCCIóN
Hostos patriota, Hostos maestro,
la influencia del pensamiento de Hostos
en la sociedad dominicana
Je s ú s D e l a ro s a
I
En la madrugada del 30 de mayo de 1875, el buque mercante de carga y pasajeros de bandera
estadounidense tybee tiró sus anclas en la ensenada de puerto plata. A bordo de esa
embarcación se encontraba un hombre de estatura regular y de frente ancha coronada con
cabellos grises llamado Eugenio María de hostos. ¿quién era? ¿De dónde venía? ¿Cuáles
planes traía? Nuestro personaje nació el 11 de enero de 1839, en la barriada de Río Cañas,
Mayagüez, ciudad situada en la Región Occidental de la Isla de puerto Rico, entonces colonia
de España. Cursó sus estudios básicos en el Liceo de San Juan de su tierra natal. Enviado
por sus padres a España, finalizó en la metrópolis sus estudios de bachillerato en el Instituto
de Segunda Enseñanza de la ciudad de bilbao. En 1855, regresa a su tierra natal para
estudiar latín en el Seminario Conciliar San Idelfonso de Mayagüez. por decisión paterna,
en ese mismo año, retornó a España, esa vez a estudiar leyes en la Facultad de Derecho,
Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid. Durante su larga estada de más de
una década en España, además de los estudios de Derecho, hostos se dedicó a los estudios
de sociología, para entonces, una ciencia de reciente creación, muy poco conocida fuera de
Europa. Fue, en ese sentido, uno de los primeros sociólogos de América. Aunque inspirado
en el positivismo de Auguste Comte y de Krause, y en psicologismo de Stuart Mill, hostos
no fue ni un positivista ni un cientificista, ya que su entendimiento de la sociología siempre
estuvo subordinado a su visión general del mundo, al carácter esencialmente moralista que
configuraba su pensamiento, y a su impugnación del orden internacional, en el que, lejos de
reinar el espíritu positivo, imperaba, según hostos, la ley de la barbarie. Educador, sociólogo,
jurista, filósofo, político, periodista, crítico literario, ensayista y, sobre todo, un hombre consagrado
a la lucha por la libertad, la justicia, la educación y la cultura de América, Eugenio
María de Hostos es la figura intelectual más universal y polifacética de la Hispanoamérica
del siglo xIx. Se le tiene como uno de sus grandes maestros. Autor de decenas de obras
(recogidas en veinte volúmenes, por mandato de la Asamblea Legislativa de puerto Rico, al
cumplirse los primeros cien años de su nacimiento), entre las que sobresalen su Tratado de
Moral Social, Lecciones de Derecho Constitucional, Tratado de Sociología, Diario y Ensayo Crítico
sobre Hamlet, esta última lo acredita como un gran crítico. pedro henríquez Ureña dice del
sabio puertorriqueño que “antes que pensador contemplativo, Eugenio María de hostos fue
un maestro y un apóstol de la acción cuya vida inmaculada y asombrosamente fecunda es
un ejemplo de súper humano”.
Como pedagogo, hostos fue un gran innovador. A más de cien años de su fallecimiento,
algunas de sus ideas y muchos de sus planteamientos pedagógicos todavía suscitan acalorados
debates. hostos tuvo una participación muy destacada en los movimientos de reforma
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