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EMILIO RODRígUEz DEMORIzI | MúSICA y bAILE EN SANtO DOMINgO
se me ha jecho presisao,
Morena ya lo bé,
negrita pieide cuidao
Morena ya lo bé,
que soy tuyo ata que muera,
Morena ya lo bé,
y me encuentro de manera,
Morena ya lo bé,
con lo sentido ma toipe,
Morena ya lo bé,
llorando paso la noche
Morena ya lo bé,
en que tú suba ai cielo
Morena ya lo bé,
y te jinque ante Dio
Morena ya lo bé,
tu no vas a encontrar uno
Morena ya lo bé,
que te quiera como yo…
El baquiní –palabra de origen africano– es el velorio de un niño recién nacido o de pocos
meses, en el que se cantan tonadas de carácter piadoso, cerca del pequeño altar improvisado
junto al cual se coloca el cadáver de la tierna criatura luciendo su mejor vestido, entre flores,
velas e imágenes de santos. Según la creencia popular, el niño que muere va al cielo y allí se
convierte en ángel tutelar de la familia. La muerte del angelito es celebrada con cantos y rezos
que llevan al corazón de los padres el consuelo de esa ingenua esperanza. La costumbre de
creer ángeles a los niños existe, entre otros países, en Puerto Rico y en España.*
Dorante, dorante,
dorante María,
y yo venerando
la Virgen María.
En la puerta el cielo
hay una petaca,
de pasear lo niño
cada be que nacan.
palomita blanca
encumbra tu buelo,
llévale la carta
al rey de lo cielo.
Cuando el río viene
con su piedrecita,
son flore, son flore,
*Rodríguez Marín, en sus Cantos populares españoles, (vol. 1, p.10, y v. p.7) comprueba que esa costumbre existe
en España y en Italia. también en Chile.
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