11.07.2015 Views

Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CAPÍTULO II - TEÍSMO 165primordial o evidente por sí mismo. Esto es, que se trata de algo que todos loshombres creen, y que todos los hombres deben creer. No habría verdades evidentespor sí mismas, intuitivas. si el hecho de que hayan sido negadas por uno o másfilósofos especulativos se considerara como prueba de que no son asunto decreencia universal y necesaria. La identidad personal, la existencia real del mundoexterno, la distinción esencial entre el bien y el mal, son cosas que han sidonegadas. Sin embargo, todos los hombres creen y deben creer en estas verdades. Lanegación de las mismas es forzada y temporal. Siempre que la mente revierte a suestado normal, la creencia vuelve. También se ha negado el principio de lacausación; pero todo hombre se ve forzado por la constitución de su naturaleza aadmitirlo, y a actuar constantemente en base del mismo. Un hombre puede creerque el universo es eterno pero que empezó a ser sin una causa -- que surgió de lanada -- es imposible de creer.Por ello, quedamos reducidos a esta alternativa. El universo es. Por ello, o bienha sido desde toda la eternidad, o debe su existencia a una causa fuera de sí mismo,adecuada para dar cuenta de que sea lo que es. El argumento teísta es que el mundoes un efecto; que no tiene en si mismo la causa de su existencia; que no es eterno, ypor ello tenemos la necesidad de aceptar la existencia de una gran Primera Causa acuya eficiencia se debe atribuir la existencia del universo.B. El mundo es un efecto1. El primer argumento para demostrar que el mundo como un todo no esexistente por si mismo y eterno, es que todas sus partes, todo lo que entra en sucomposición, es dependiente y cambiante. Un todo no puede ser esencialmentediferente de sus partes constitutivas. Un número infinito de efectos no puede serexistente por sí mismo. Si una cadena de tres eslabones no se puede sostener por simisma, mucho menos una cadena de millones de eslabones. Nada multiplicado poruna infinitud sigue siendo nada. Si no encontramos la causa de nuestra existenciaen nosotros mismos, ni nuestros padres en si mismos, ir atrás ad infinitum es sóloañadir nada a nada. Lo que la mente demanda es una causa suficiente, y no se lograninguna solución yendo atrás indefinidamente de un efecto a otro. Por ello, nosvemos obligados, por las leyes de nuestra naturaleza racional, a aceptar laexistencia de una causa existente en si misma, esto es, de un Ser dotado de unpoder adecuado para producir este mundo de fenómenos siempre cambiante. Entodas las eras, las personas reflexivas han sido forzadas a esta conclusión. Platón yAristóteles arguyeron en base de la existencia del movimiento que debe existir unaeikinëton heauto kinoun, un eterno poder dotado de movimiento propio, o primummovens, como lo llamaban los Escolásticos. La

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!