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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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420 PARTE I - TEOLOGÍA PROPIAleyes de la mente, como tampoco su acción en el mundo externo interfiere con laeficiencia de las causas materiales.Distinción entre la eficienciaprovidencial de Dios, y las influencias del Espíritu Santo.3. La acción providencial de Dios en el gobierno de los agentes libres no debeser confundida con las operaciones de su gracia. Estas dos cosas sonconstantemente presentadas en la Biblia como distintas. La primera es natural, laotra es sobrenatural. En la primera Dios actúa conforme a leyes uniformes, o por supotentia ordinata, en la otra, según el beneplácito de su voluntad, o por su potentiaabsoluta. El control que Dios ejerce sobre los actos ordinarios de los hombres, yespecialmente sobre los malvados, es análogo al que Él ejerce en la conducción delas causas materiales, mientras que su acción en las operaciones de su gracia esmás análoga a su modo de acción en profecía, inspiración y milagroso En loprimero, su acción providencial sobre las mentes, no se lleva a cabo nada quetrascienda a la eficiencia de causas segundas. En lo segundo, los efectos son de talclase que las causas segundas son incapaces de efectuarlos. Los puntos másevidentes de diferencia entre los dos casos son: (I) En las operaciones o actosordinarios de los agentes libres, la capacidad de ejecutarlos pertenece al agente ysurge de su naturaleza como criatura racional, y es inseparable de ella, mientrasque los actos de fe, arrepentimiento y otros afectos santos no brotan de lacapacidad de los hombres en la presente condición de su naturaleza, sino de unnuevo principio de vida comunicado y mantenido sobrenaturalmente. (2) Los actosordinarios de los hombres, y especialmente sus actos malvados, son determinadospor sus propias inclinaciones y sentimientos naturales. Dios no despierta ni infundeestos sentimientos ni disposiciones con el fin de determinar que los pecadoresactúen malvadamente. Por otra parte, todos los afectos de gracia o santidad sí sonasí infundidos o excitados por el Espíritu de Dios. (3) El gobierno providencial deDios sobre agentes libres es ejercitado en conformidad a las leyes de la mente, dela misma manera que su gobierno providencial sobre el mundo material es enconformidad a las leyes establecidas de la materia. Ambas cosas pertenecen a lapotentia ordinata, o eficiencia ordenada de Dios: Este no es el caso con lasoperaciones de su gracia. Los afectos y ejercicios santos no son debidos al meropoder moral de la verdad, o a su control sobre nuestros afectos naturales, sino a lamorada del Espíritu de Dios. De manera que no somos nosotros los que vivimos,sino Cristo que vive en nosotros. Es verdaderamente nuestra vida, pero es una vidade origen divino, y sustentada y conducida en todos sus ejercicios por unainfluencia mayor que las leyes de la mente, o una influencia que opere meramentepor

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