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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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CAPÍTULO XI – PROVIDENCIA 411siempre presente de Dios, tan claramente como los cielos declaran su majestad ypoder.B. Las Escrituras enseñan la providencia de Dios sobre la naturaleza.Encontramos que la Biblia afirma que la agencia providencial de Dios esejercida sobre todas las operaciones de la naturaleza. Esto se afirma con respecto alas operaciones ordinarias de las leyes físicas: el movimiento de los cuerposcelestes, la sucesión de las estaciones, el crecimiento y la disminución de laproducción de la tierra , y la caída de la lluvia, del pedrisco y de la nieve. Es Élquien conduce a la Osa Mayor por su curso, que hace que el sol se levante y que lahierba crezca. Estos acontecimientos son descritos, como debidos a laomnipresente actividad de Dios, y son determinados no por azar ni por necesidad,sino por su voluntad. Pablo dice (Hch 14: 17) que Dios «no se dejó a sí mismo sintestimonio» ni entre los paganos, «haciendo bien, dándonos lluvias del cielo yestaciones del año fructíferas, llenando de sustento y de alegria nuestroscorazones». Nuestro Senor dice (Mt 5:5) que los «hace salir su sol sobre malos ybuenos, y ... hace llover sobre Justos e injustos». Él viste «la hierba del campo, quehoy es y mañana se echa en el horno» (Mt 6:30). De manera semejante se dice quelas operaciones más insólitas y destacables de las leyes naturales, terremotos,tempestades y pestilencias, son enviadas, gobernadas y determinadas por Él, demanera que los efectos que producen son atribuidos a su propósito. El hace de losvientos sus mensajeros, Y los rayos son sus espíritus ministradores. Incluso losacontecimientos aparentemente fortuitos, como aquellos que están determinadospor causas tan rápidas o tan inapreciables como para eludir nuestra detección,como la caída de una suerte, el vuelo de una flecha, el número de los cabellos denuestra cabeza, todo ello está controlado por un de los omnipresente. «¿No sevenden dos gorriones por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos caerá a tierra sinconsentirlo vuestro Padre» (Mt 10:29).La providencia se extiende sobre el mundo animal.La Escritura enseña que los anima1es irracionales son objeto del cuidadoprovidencial de Dios. Él forma sus cuerpos, los llama al mundo, los sustenta en suser, y suple a sus necesidades, En su mano está la vida de todo ser viviente (Job12:10). El Salmista dice (104:21): «Los leoncillos rugen tras la presa, reclamando aDios su comida». ... Mt 6:26: «Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan,ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta». ... Talesdescripciones no deben ser desvirtuadas como modos poéticos de expresión de laidea de que las leyes de la naturaleza, ordenadas por Dios, están dispuestas de talmanera que suplen las necesidades de la creación animal, sin ninguna intervenciónespecial de su providencia, ...

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