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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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CAPÍTULO XII – MILAGROS 427de Dios de todas sus obras, y su control absoluto sobre las mismas, sino que estarepleta de ejemplos del efectivo ejercicio de este control. Cada milagro registradoen las Escrituras es un ejemplo asi. Cuando Cristo llamó a Lázaro de la tumba, lasfuerzas químicas que estaban operando la disolución de su cuerpo dejaron dehacerlo. Cuando dijo a la tempestad: «¡Calla, enmudece!», las fuerzas físicas queproducían la tormenta se vieron detenidas; cuando anduvo sobre la mar, la ley de lagravedad quedó contrarrestada por una zarza superior, la de la voluntad divina. En2 R 6:5, 6 se nos dice que se le cayó el hierro del hacha en el agua», y que el varónde Dios echó en el agua un palo, «e hizo flotar el hierro». Aquí se produjo unefecto que todas las leyes conocidas de la física tenderían a impedir. Por ello, lasEscrituras enseñan, de palabra y hecho, que Dios puede actuar, no sólo con causasfísicas, sino sin y contra ellas.(4) Después de todo, la suspensión o violación de las leyes de la naturaleza quese involucra en los milagros no es más que lo que está teniendo lugar de maneraconstante a nuestro alrededor. Una fuerza contrarresta otra; la fuerza vital mantieneen suspenso las leyes químicas de la materia; y la fuerza muscular puede controlarla acción de la fuerza física. Cuando alguien levanta un peso del suelo, ni sesuspende ni se viola la ley de la gravedad. sino que es contrarrestada por una fuerzamás poderosa. Lo mismo sucede con respecto al andar de Cristo sobre el agua o ala flotación del hierro del hacha por mandato del profeta. La sencilla y gran verdades que el universo no está bajo el control exclusivo de las fuerzas físicas, sino queen todo lugar y tiempo siempre hay, por encima y aparte de todo una voluntadpersonal infinita, no anulando, sino dirigiendo y controlando todas las causasfísicas, actuando con o sin ellas. La verdad de esta cuestión ... [es que] Dios es elautor de la naturaleza: Él ha ordenado sus leyes; Él está en todo lugar presente ensus obras; Él gobierna todas las cosas cooperando con y empleando las leyes queÉl ha ordenado, NISI UBI ALITER AGERE BONUM EST. Él se ha reservado Supropia libertad.Leyes más elevadas.Una segunda objeción a la definición usual de milagros es que deben seratribuidos a alguna ley superior oculta de la naturaleza. y no a la acción inmediatade Dios. Esta objeción es apremiada por dos clases de escritores muy diferentes.Primero, las que adoptan la teoria mecánica del universo suponen que Dios la haentregado al gobierno de las leyes naturales, y que no interfiere más en susoperaciones naturales que un constructor de buques con la navegación de las navesque ha construido. Este es el punto de vista presentado por Babbage en su «NinthBridgewater Treatise» (Noveno Tratado de Bridgewater). Él supone un hombredelante de la máquina

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