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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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514 PARTE II - ANTROPOLOGÍAconclusiones. Al determinar la naturaleza de la sensación no podemos adoptar elmétodo apriorístico, y argumentar en base de la naturaleza de la cosa cómo deberíaafectar a nuestros órganos sensoriales. Tenemos que aceptar los hechos de laconsciencia sensorial como el fenómeno a explicar.No podemos decir que la naturaleza de la luz es tal que no puede ser causa delfenómeno de la visión; ni de los ácidos que no pueden afectar al órgano del gusto;ni que nuestras sensaciones son engañosas cuando nos conducen a atribuirles aellos tales causas. Tampoco podemos determinar filosóficamente los principios dela belleza, y decidir qué es la que los hombres deben admirar, y ante qué debensentir desagrado. Todo la que la filosofía puede hacer es tomar los hechos denuestra naturaleza estética y de ellos deducir las leyes o principios de la belleza. Dela misma manera, los hechos de nuestra consciencia moral deben ser aceptadoscomo verdaderos y fidedignos. No podemos argüir que la constitución del universoy que la relación del individuo con el todo es tal, que no puede existir el pecado,que no hay nada por la que debiéramos sentir remordimiento, o por causa de locual debiéramos recibir castigo. Tampoco podemos adaptar ninguna teoría deobligación moral que nos impida reconocer como pecado aquello que la conciencianos lleva a condenar. Cualquier persona que adoptara tal teoria de lo sublime yhennoso que demostrara que el Niágara y los Alpes no son unos sublimes objetosde la naturaleza ... perdería todo su estuerzo. Y así, aquel que ignore las realidadesde nuestra naturaleza moral en sus teorías del origen y naturaleza del pecado, seesforzará en vano. Pero esto se hace constantemente. Se descubrirá que todos lospuntos de vista antiteístas y anticristianos acerca de este tema son especulacionespuramente arbitrarias, enfrentadas con los más sencillos e innegables hechos de laconsciencia.Con respecto a la naturaleza del pecado, se tiene que observar que hay dosaspectos en los que se puede contemplar la cuestión. El primero trata de sunaturaleza metafísica, y el segundo de su naturaleza moral. ¿Qué es lo quellamamos pecado? ¿Se trata de una sustancia, de un principio, o de un acto? ¿Esuna privación, una negación, un defecto? ¿Es un antagonismo entre la mente y lamateria, entre el alma y el cuerpo? ¿Es el egoísmo como sentimiento, o comopropósito? Todas éstas son cuestiones que tratan de la naturaleza metafísica delpecado, de lo que es como ente en la naturaleza. En cambio, las preguntas quesiguen tratan más bien de su naturaleza moral, esto es: ¿Qué es lo que le da alpecado su carácter como mal moral? ¿Cómo se relaciona con la Iey? ¿Con qué leyse relaciona el pecado? ¿Cuál es su relación con la justicia de Dios? ¿Cuál es surelación con su santidad? ¿Cuál es la relación que tiene o puede tener el pecadocon la ley; se trata sólo de actos deliberados, o también de acciones impulsivas y deafectos, emociones y principios, o disposiciones? Es evidente que estas soncuestiones morales,

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