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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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604 PARTE II -ANTROPOLOGÍAnaturaleza, de manera que la dificultad deje de existir. Si en realidad no existe elmal del pecado, entonces no hay pecado que explicar. Pero el hecho de laexistencia del mal, de su universalidad y de su poder, es demasiado palpable y estádemasiado en la consciencia para admitir su negación o que sea dejado a un lado.2. Otros mantienen que tenemos en el libre albedrio del hombre una soluciónsuficiente para dar cuenta de la universalidad del pecado. Lo hombres puedenpecar; escogen pecar, y no se precisa de mayor razón para explicarlo. Si Adán pecósin una naturaleza corrompida antecedente, ¿Por qué, se pregunta, se tiene quesuponer la corrupción de la naturaleza para explicar el hecho de que otros hombrespequen? Sin embargo, un efecto uniforme exige una causa uniforme. El hecho deque un hombre pueda andar no es razón adecuada para que siempre ande en unadirección. Un hombre puede ejercer sus facultades para alcanzar uno u otro objeto;el hecho de que los dedique a lo largo de toda una vida a adquirir riquezas no seexplica simplemente diciendo que es un agente libre. La pregunta es: ¿Por qué suagencia libre está siempre ejercitada en una dirección determinada? Así, el hechode que los hombres sean agentes libres no es la solución de la pecaminosidaduniversal y total apostasia de nuestra raza respecto a Dios.3. Otros buscan una explicación de este hecho en el orden de desarrollo de loselementos constitutivos de nuestra naturaleza. Estamos constituidos de tal maneraque las facultades sensoriales son llamadas a su ejercicio antes que los poderes máselevados de la razón y de la conciencia. Por ello, los primeros alcanzan un dominioindebido, y conducen al niño y al hombre de obedecer los instintos inferiores de sunaturaleza, cuando debiera ser conducido por sus más elevadas facultades. Pero, enprimer lugar, ésta es una concepclón totalmente inadecuada de nuestra depravaciónhereditaria. No consiste exclusiva ni principalmente en el dominio de la carne (enel sentido ilimitado de esta palabra) sobre el Espiritu. Es un mal mucho másprofundo y radical. Es muerte espiritual, según las expresas declaraciones de lasEscrituras. Y, en segundo lugar, no puede ser la condición normal del hombre quesus facultades naturales se desarrollen en tan orden que inevitable y universalmentelo conduzcan a su degradación y ruina moral. Y, en tercer lugar, esta teoria noelimina dificultades, y por otra parte no explica los hechos. Es tan difícil deconciliar con la justicia y la bondad de Dios el que los hombres nazcan con unanaturaleza constituida de tal manera que les conduce indefectiblemente al pecadocomo que nazcan en un estado de pecado. Con ello se niega toda justa probación ala raza. Según las Escrituras y la doctrina de la IgIesia, la humanidad ha tenido nosólo una probación justa, sino también favorable en Adán, que actuó comorepresentante de ellos en la madurez y plena perfección de su naturaleza, y contodas las

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