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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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670 PARTE II - ANTROPOLOGÍAactúan a una, el efecto debe quedar producido». 14 La anotación de Sir WilliamHamilton en el primero de estas pasajes es «que para un acontecimientohiperfísico, así como físico, tenemos siempre que suponer, por una ley mentalnecesaria, una razón suficiente de por qué es, y es como es». Así, la eficiencla delagente no es una razón suficiente para que la volición sea como es. Es inconcebibleque una causa indeterminada actúe de una forma en lugar de en otra; y si actúa asísin una razón suficiente, su acción no puede ser ni racional ni moral.Otro método común de dar respuesta a este argumento es dar por supuesto quedebido a que los abogados de la certidumbre dicen que la voluntad quedadeterminada por los motivos, y por ello que los motivos son la causa de que lavolición sea como es, que significan que la eficiencia a la que se debe la voliciónreside en los motivos, y no en el agente. Así, Stewart dice: «La cuestión no esacerca de la influencia de los motivos, sino acerca de la naturaleza de la dichainfluencia. Los proponentes de la necesidad [certidumbre] la describen como lainfluencia de una causa al producir su efecto. Los proponentes de la libertadreconocen que el motivo es la ocasión para la acción, o la razón para la misma;pero mantienen que está tan lejos de ser la causa eficiente de la misma que suponeque la eficiencia reside en otro lugar, esta es, en la mente del agente.» 15 Estaexposición ya ha sido suficientemente contestada más arriba. Los motivos no sonla causa eficiente de la volición; esta eficiencia reside en el agente; pero lo quenosotros debemos demandar, «por una ley mental necesaria», es una razónsuficiente por la que el agente ejerce su eficiencia de una manera y no de otra.Atribuir esta simplemente a su eficiencia es dejar totalmente sin satisfacer lademanda de una razón suficiente; en outras palabras, es dar por supuesto que puedahaber un efecto sin causa, la cual es imposible.Por tanto, la doctrina del libre albedrio, que subyace a la Biblia, que estáinvolucrada en la consciencia de cada ser racional, y que es dada por supuesta portodos los hombres, actuando todos en base de la misma está a la misma distancia,por una parte, de la doctrina de la necesidad física o mecánica, que excluye laposibilidad de la Iibertad y de la responsabilidad; y de la doctrina de lacontingencia, por la otra parte, que supone que una acción, para poder ser libre,tiene que ser incierta; o que la voIuntad se autodetermina, actuando conindependencia de la razón, de la conciencia de los inclinaciones y de lassentimientos. Enseña que un hombre es un agente libre y responsabIe, porque él esel autor de sus propias acciones, y porque14. Active Powers, Essay IV, capo 9, Works, edición de Edinburgo, 1849, pág. 627.15. Philosophy of the Moral Powers, 11, Apéndice (nº 4); Works, edición de Hamilton, Edinburgo,1855, vol. VI, pág. 370.

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