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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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600 PARTE II -ANTROPOLOGÍAÉl ofrece unas bendiciones de valor infinito, sin dinero y sin precio, a todos los quelas acepten. El ha logrado y nos ofrece sabiduría, justicia, santificación yredención; nos ofrece hacer de nosotros reyes y sacerdotes para Dios, y exaltamosa un estado sin fin de inconcebible gloria y bienaventuranza. A pesar de todo esto,a pesar de la divina excelencia de Su persona, de la grandeza de Su amor de laprofundidad de Sus padecimientos y del valor de las bendiciones que Él haproveído, y sin las cuales debemos perecer eternamente, los hombres,universalmente, cuando son dejados a sí mismos, lo rechazan. Él vino a los Suyos,mas los Suyos no le recibieron. El mundo le aborreció, y sigue aborreciéndolo; noquiere reconocerle como su Dios y Salvador; no está dispuesto a aceptar susofertas. Ni lo quiere amar al servirle. La conducta de los hombres para con Cristoes la más clara prueba de la apostasía de nuestra raza, y de la profundidad de ladepravación en la que está hundida; y, por lo que respecta a los oidores delEvangelio, es la mayor razón para su condenación. Todas las otras razones parecenfundirse en esta, porque nuestro Señor dice que los hombres están condenadosporque no creen en el unigénito Hijo de Dios. Y el Espíritu Santo, por boca delApóstol, dice: «Si alguno no ama al Señor Jesucristo sea anathema maranatha;sentencia que será ratificada en el día del juicio por todas las criaturas racionales,caídas y no caídas, en el universo.La pecaminosidad de los hombres es incorregible.4. Otra prueba del punto que estamos considerando se encuentra en la incorregiblenaturaleza del pecado original. Es, por lo que a nosotros respecta, una enfermedadincurable. Los hombres no están tan afectados por la caída como para haberperdido su naturaleza moral. Saben que el pecado es un mal, y que les expone aljusto juicio de Dios. Por ello, desde el principio del mundo han tratado no sólo deexpiarlo, sino también de destruirlo. Han recurrido a todos los medios posibles a sualcance con este propósito. Han probado los recursos de la filosofia y de la culturamoral. Se han apartado de la contaminadora compañía de sus semejantes. Hanreunido todas las energias de su naturaleza y todos los poderes de su voluntad. Sehan sujetado a los más dolorosos actos de negación de sí mismos, a observanciasascéticas en todas sus formas. El único resultado de estos esfuerzos ha sido que losanacoretas se han vuelto como sepulcros blanqueados, que aparecen por fuerahermosos, mientras que por dentro están llenos de huesos de muertos y de todainmundicia. Los hombres han sido lentos en aprender lo que nuestro Señor enseña,que es imposible hacer bueno el fruto hasta que el árbol sea bueno. Sin embargo,un mal que es tan indestructible tiene que ser muy grande.

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