11.07.2015 Views

Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CAPÍTULO VII - LA DIVINIDAD DE CRISTO 349«indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos», lo cual es equivalente a decirque hablaron «inspirados por el Espíritu Santo», o que «toda la Escritura esinspirada por Dios». Y los Apóstoles se presentaron sencillamente como testigosde lo que Cristo había enseñado. Pablo declaró que recibió todo su conocimiento«por revelación de Jesucristo». Y en su Epístola a los Corintios expresa él lamisma verdad negando que su conocimiento se derivara de la razón humana (elespíritu que está en los hombres), sino del Espíritu de Dios. Nada es más evidentepara el lector del Nuevo Testamento que esta autoridad divina como maestro queen todo lugar es demandada por parte de Cristo y para Él. Dejar de creer en Él esdejar de creer en Dios; y desobedecerle a Él es desobedecer a Dios. Esto estotalmente diferente de la autoridad reivindicada por los profetas y por losapóstoles. Ellos no asumieron nada por sí mismos. PabIo negó tener autoridadalguna sobre la fe del pueblo de Dios, excepto sobre la base de la prueba que éldaba de que era «Cristo hablando en» él (2 Co 13:3).Su control sobre todas las criaturas.La autoridad divina de Cristo se manifiesta en el control que Él afirmaba sobretodo su pueblo y sobre toda criatura; Todo poder estaba y está en sus manos. Susministros están bajo su dirección. Él envía a uno aquí y a otro allá. Todos lostrabajos y viajes de Pablo fueron llevados a cabo bajo su continua conducción. Estaes tan solo una ilustración del control absoluto y universal que Él ejercitaconstantemente sobre todo el universo. Los ángeIes del cielo son así susmensajeros, y el curso de la historia humana, así como las circunstancias de cadapersona individual, va determinado por Él. Y también está en sus manos en destinoeterno de todos los hombres. Yo recompensaré a cada uno, dice Él, conforme a susobras. (Mt 16:27; y Ap 22:12.) «Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, i, noprofetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tunombre hicimos muchos milagros? Y entonces les diré claramente: Nunca osconocí; apartaos de mí, hacedores de iniquidad» (Mt 7:22, 23). En el último día,«al tiempo de la siega, les diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadlaen manojos para quemarla; pero el trigo guardadlo en mi granero» (Mt 13:30). Yen el v. 41, «Enviará eI Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reinotodo lo que sirve de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el hornode fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes». Aquel día el rey dirá: «Apartaosde mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porquetuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber»: «Encuanto no lo hicisteis a uno de éstos más pequeños, tampoco a mí me lo hicisteis».Así, es la actitud que los hombres muestran para con Cristo (siempre que hayanoído su nombre) la que ha de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!