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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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CAPÍTULO II – TEÍSMO 167C. Objeciones. La doctrina de HumeHay sólo dos objeciones a este argumento cosmológico que se debenmencionar. La primera se dirige al principio sobre el que está basado, y el otro a laconclusión que se saca de él. Hume comienza su «Treatise on Human Nature»(Tratado sobre la naturaleza humana) estableciendo el principio de que laspercepciones de la mente humana se resuelven en impresiones e ideas. Porimpresiones él significa «todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones, talcomo hacen su primera aparición en el alma». Por ideas significa «las débilesimágenes de ellas en el pensamiento y en el razonamiento». 7 Por ello, no puedehaber idea alguna que no esté derivada de alguna impresión anterior. Este es elprincipio fundamental de todo su sistema. e esto sigue que todo nuestroconocimiento está basado en la experiencia. Tenemos unas ciertas impresionesformadas por cosas externas, y ciertas pasiones y emociones; éstas son las únicasfuentes de nuestras ideas, y por ello de nuestro conocimiento. Cuando pasa aaplicar este principio 8 a la naturaleza y origen de nuestra idea de causación, diceque todo lo que podemos conocer acerca de algo es que un objeto o acontecimientoes continuo y antecedente de otro. Esto es todo lo que percibimos; de todo ellopodemos tener una «impresión». No tenemos impresiones de poder, eficiencia,energia, fuerza, u otro término equivalente que podamos escoger emplear. Por ello,tal cosa no existe. No existe nada como eficiencia o poder ni en la mente ni en lamateria. Cuando empleamos estas palabras, dice él, no comunicamos «realmenteningún significado concreto». 9 Cuando vemos acontecimientos o cambios ensecuencia uniforme, adquirimos el hábito, o, como él dice, «sentimos ladeterminación» 10 de esperar el consecuente cuando vemos su acostumbradoantecedente. La necesidad, la fuerza, el poder, la eficacia, por tanto, no son nadamás que «una decisión de llevar nuestros pensamientos desde uno a otro objeto». 11«La necesidad de poder, que une causas y efectos, reside en la determinación de lamente de pasar de lo uno a lo otro. La eficacia o energia de las causas no estápuesta ni en las mismas causas, ni en la Deidad, ni en la concurrencia de estos dosprincipios, sino que pertenece enteramente al alma, que considera la unión de dos omás objetos en todos los casos anteriores». 12 Hume estaba plenamente conscientedel carácter paradójico de su posición acerca7. Treatise of Human Nature, Parte I, § 1; Obras, VoI. I, Edinburgo, 1826.8. En Parte III, § 14.9. Treatise of HumanNature, vol. I, pág. 216.10. Ibid., pág. 219.11. Ibid., pág. 219.12. Ibid, pág. 220

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