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Teología Sistemática - Hodge - Cimiento Estable

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CAPÍTULO III - TEORÍAS ANTITEÍSTAS 211mente, esto es, un agente individual. inteligente, voluntario, necesariamenteincluida en la primera y más esencial de todas las verdades. Si se niega esto,entonces Hume tiene la razón, y nada podemos saber. Además, se incluye en esteconocimiento del Yo, que el cuerpo no es el Ego. Aunque el cuerpo está unido demanera íntima, e incluso vitalmente, a la sustancia en la que reside nuestrapersonalidad, es sin embargo objetivo para la misma. Es el órgano empleado por elYo, y mediante el que sostiene su comunión con el mundo externo. Y está claro elhecho de que estas son realmente realidades de la consciencia, y no meramenteunos aforismos, o suposiciones arbitrarias, por cuanto son reconocidasuniversalmente y de manera necesaria. Están incluidas en todos los lenguajeshumanos; están involucradas en todas las expresiones del pensamiento humano;son necesariamente asumidas incluso por aquellos que las niegan en teoría. ElMaterialista no puede pensar, hablar o escribir sin dar por supuesta la existencia dela mente como distinta de la Materia, como tampoco el Idealista puede vivir actuarsin suponer la existencia e mundo externo.Por ello, nuestro conocimiento de la mente como sustancia pensante es laprimera, más cierta y más indestructible de todas las formas de conocimiento,porque está involucrada en el conocimiento del yo, o en la consciencia del yo, quees la condición indispensable de todo conocimiento. Aquello que conoce es, en elorden de la naturaleza, anterior a aquello que es conocido. Es imposible, entonces,que el Materialista pueda tener ninguna evidencia superior de la existencia de lamateria, o de la fuerza, que la que tiene cada hombre, en su propia consciencia, dela existencia de la mente. Negarlo uno es tan irrazonable como negar lo otro.Ninguna de ambas cosas puede ser negada, exceto de manera teórica. De hecho,toda persona cree en la materia, y toda persona cree en la mente. ¿Qué son nuestrassensaciones, en las que tanto se confía para damos conocimiento de fenómenosfísicos, sino estados de consciencia? Si se ha de confiar en la consciencia alinformar del testimonio de los sentidos, ¿por qué no se ha de confiar en ella cuandoinforma de los hechos de nuestra vida interior? Si es creída cuando dice que hayalgo visibIe y tangible fuera de nosotros, ¿por qué no ha de ser creída cuando diceque hay algo que piensa y quiere dentro de nosotros? Si no es fiable en un caso, nolo es en el otro; y si no es fiable en ninguno, desaparecen todas las bases delconocimiento y de toda fe. La confianza en la veracidad de la consciencia esnuestra única seguridad frente al más desenfrenado, irracional y degradanteescepticismo.Sin embargo, podrá decirse que el Materialista no niega que haya en nosotrosalgo que piensa y quiere. Sólo dice que este algo es el cerebro. Sin embargo, estaes ignorar la mitad del testimonio que en realidad da la consciencia. Testifica nosólo de que hay tales sensaciones como las de la

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