Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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fon maravillosa y celestial alegría docia muchas veces:
"Pedro, celda deseaste, celda tienes.» Al cabo de diez
meses de la prisión, habiendo dicho misa, hizo llamar á
los soldados que le guardaban, y con grande blandura de
corazón y serenidad de rostro les dijo, que se llegaba la
hora por él tan deseada, en que el Soflor quería usar de
su misericordia y llevarle á gozar de sí: y habiendo tomado
la sagrada unción, echado en el suelo sobre una (a-
MAYO
, cantando salmos y acabando de decir: Omnis spiritus
laudet Domimm: Todos los espíritus alaben al Señor; dió
su espíritu á su Criador, para alabarle eternamente en el
cielo. Murió de ochenta y un años, á los 19 de mayo, el
año del Señor de 1296. Cuando Bonifacio supo su muerte,
mostró exteriormente mucho senlimiento de ella, y en la
iglesia de San Pedro de Roma le hizo muy solemnes honras
con todo el colegio de los cardenales , y envió á uno
de ellos para que juntando los obispos y religiosos de la
provincia de Campania, donde el santo habia muerto, le
llevasen á la iglesia de San Antonio de la ciudad de Ferentino,
que poco antes él habia hecho ; y allí, cabe el almayor,
con gran solemnidad le sepultaron , y el Señor
le ilustró con muchos milagros después de muerto, como
lo habia hecho en vida: por los cuales el papa ClementeY
deesle nombre le canonizó el año de 1313 , y le puso
en el catálogo de los santos, y se mandó que su fiesta se
celebrase á los 19 de mayo , que es dia de su glorioso
b ánsito; y esto es lo cierto : Palmerio dice que el concilio
Vienense, como lo refiere Genebrardo en el cuarto libro
úc su Crónica, año de 1294.
. La religion de los Celestinos, que este santo varón insllluyó,
so multiplicó mucho en Italia, Alemania, Francia
y Flandes ; tiene al presente trece provincias, y en ellas
Ciento veinte y cuatro conventos, a lo que dice Paulo Mor,gia
en la historia del origen de las religiones. De san
Pedro Celestino , que (por haber dejado el sumo pontificado)
otros llaman Pedro Morón, escriben todos los autores
de la historia eclesiástica, y de las vidas de los pontífices,
y muy á la larga Pedro de Aliaco, cardenal, y arzobispo
de Cambray, que fué maestro de Juan Gerson.
Hace mención de él el Martirologio romano y el cardenal
Baronio en sus anotaciones á los 19 de mayo, y san Antonio
en la tercera parte de su historia, y últimamente Paulo
Regio,
Pues , ¿quién en la vida y muerte de este santo varón
no se admira de los caminos y consejos de Dios , que escogió
á san Pedro desde niño para santo, y le adornó
de tantas y tan admirables virtudes, y le encerró en
una cueva para enseñarnos el menosprecio del mundo, y
de allí le sacó y levantó á la mayor grandeza y dignidad
que hay en la tierra, y quiso que la renunciase, para que
w mundo entendiese que no merecía tal pastor, y que
verdadero humilde la honra es carga, y que al corazón
humano ninguna cosa puede hartarle sino Dios? El cual
asimismo permitió que fuese atribulado, y muriese en prisión
para afinarle mas, y declararnos con este ejemplo la
mutabilidad de las cosas humanas, y la fuerza que en los
príncipes tiene la ambición , y la que ellos llaman razón
de estado, para atropellar la ley de Dios.
* SAN PUDEINTE, PADUE DE SANTA POTENCIANA.—En la
vida de esta santa ya se hace mención de Pudente, pero
aquí
mano
se puede añadir lo que consta en el Martirologio roesto
es, que era un varón insigne, senador de Ro..
TOMO n.
lOíi
ma, y que habia recibido el sanio bautismo de mano de
los apóstoles, cuya gracia baulismal guardó inmaculada
hasta su muerte.
SAN CaocERO Y SAN PARTEBIO, EUNUCOS V MÁRTIRES.—
El primero era camarero de la esposa del emperador Decio
, y el segundo tenía también otro empleo en palacio.
Denunciados al emperador por haberse negado á ofrecer
incienso á los ídolos, confesaron animosamente que eran
cristianos, y se les entregó al prefecto para que los castigase.
Habiendo despreciado las amenazas y las promesas,
fueron entregados á los ejecutores, para que á fuerza de
padecimientos mudasen de resolución; pero permaneciendo
siempre constantes en sus propósitos, fueron probados
con varios y dilatados suplicios, de los cuales salieron
siempre ilesos, hasta que el dia 19 de mayo del año 250
por mandato del mismo Decío les cortaron la cabeza en
Roma en la via Salaría.
SAN FILOTERO , MÁRTIR.—Nació en Nicomediay fué hijo
de un procónsul llamado Paciano. Murió mártir en la misma
ciudad , bajo el reinado del emperador Diocleciauo,
por los años de 31-3, después de haber sufrido crueles tormentos.
SANTA CIRÍACA Y CINCO COMPAÑERAS , TODAS VÍRGENES Y
MÁRTIRES.—Hay unas actas de estas santas, que, según los
bolandistas, son apócrifas, no pudiéndose asegurar sino
que murieron quemadas en Nicomedia , en el reinado de
Maxiiniano. El Martirologio romano dice, que antes de morir
fueron azotadas y despedazadas.
DIA 20.
SAN BERNARDINO DE SENA , CONFESOR.—El glorioso confesor
, y sublime predicador y fraile humilde de san Francisco
, san Bernardino de Sena, nació, nó en Massa, como
algunos escriben , sino en la misma ciudad de Sena; y
así lo testifica el papa Pió II, que fué natural de la misma
ciudad. Nació el año de 1380 : su padre se llamó Tulo y
su madre Ñera, ambos de noble familia, y que en el mati
imonio vivian cristianamente. Dióles nuestro Señor por
hijoá Hcrnardino para su consuelo , honra de su casa y
bien de Italia , y auh de todo el mundo. Su madre murió,
dejándole de lies años, y el padre de seis. Por la muerte
de sus padres quedó encomendado á una lia suya , hermana
de su madre, que se llamaba Diana, la cual Je crió
con gran cuidado, y con afecto de madre, así por el deudo
tan estrecho, que con él tenia, como por la belleza,
gracia y buena inclinación que el niño mostraba. Era devoto,
humilde, modesto y vergonzoso, y amigo de dar limosna
á los pobres, y de visitar las iglesias, y componer
aliares , oir misas y sermones , y de remedar á los predicadores
que oía, contrahaciendo sus voces y meneos, y
refiriendo las cosas que habían predicado : y para eslo se
subía á algún lugar alto y eminente, estando sentados
los otros muchachos, que era como ensayarse á predicar,
y un indicio de lo que después habia de ser. Estudió, luego
que pudo, las primeras letras, y siendo ya de edad de
trece años, las artes liberales, y tuvo por maestro á un
varón famoso en aquel tiempo, el cual solía decir , quo
nunca habia tenido discípulo de mayor ingenio, ni de mas
loables costumbres que Bernardino. Era tan compuesto, y-
tan medido y recatado en su hablar, que ni él decía palabra
ociosa , ó que no fuese muy honesta, ni conseniia
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