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470 LA LEYENDA DK ORO. DIA 4<br />
y sexto <strong>de</strong>l pontificado <strong>de</strong>l papa Gregorio IX, y en el octavo<br />
le canonizó, y le puso en el catálogo <strong>de</strong> los santos<br />
á los 18 <strong>de</strong> agosto, y mandó que su fiesta se celebrase<br />
álos 5 <strong>de</strong> agosto, qas fué el dia antes <strong>de</strong> su muerte ; aunque<br />
el papa Paulo IV or<strong>de</strong>nó en nuestros dias que se celebrase<br />
álos cuatro <strong>de</strong> agosto (como se hace), por estar<br />
el quinto ocupado en la fiesta <strong>de</strong> nuestra Señora <strong>de</strong> las<br />
Nieves. Esta fué la vida <strong>de</strong> esle patriarca.<br />
¿Pero quién podrá explicar lu excelencia <strong>de</strong>sús eminentes<br />
y biToicas virtu<strong>de</strong>s, y los tesoros que Dios encerró en su<br />
ánima benditísima? Sacóle e! Sélipf tan perfecto discípulo<br />
suyo y maestro délos otros, que toda la Iglesia le tiene por<br />
vivo retrato <strong>de</strong> toda perfección y santidad. Tenia sobre todas<br />
las cosas una caridad tan ferviente, que parecía andar<br />
abrasado en amor <strong>de</strong>l Señor, y arrojar llamas para encen<strong>de</strong>r<br />
á los <strong>de</strong>más. De este amor procedía nunca verse harto<br />
<strong>de</strong> trabajos, <strong>de</strong> sufrir y pa<strong>de</strong>cer por Dios: con este amor<br />
andaba negociando para ir á tierra do infieles y moros, por<br />
enseñarles las nuevas <strong>de</strong>l Evangelio y <strong>de</strong>rramar su sangre<br />
por Cristo: <strong>de</strong> este amor nacia exponerse muebae veces<br />
a gran<strong>de</strong>s dificulta<strong>de</strong>s y peligros, los cuales le pareciíiíi<br />
manjar suavísimo : <strong>de</strong>cía, que <strong>de</strong>seaba que todos los hombres<br />
y las piedras y los con<strong>de</strong>nados (si fuera posible)<br />
amaran á Dios , y le reconocieran y sirvieran : efecto <strong>de</strong><br />
este mismo amor era el llorar las culpas ajenas tan am;<br />
gañiente, como si furran propias, y castigarse y di/ciplinaise<br />
por ellas, hasta <strong>de</strong>rramar la sangre en mácba<br />
abundancia; y toda la diera <strong>de</strong> buena gana, si con olía pudiera<br />
excusar algún pecado en sus prójimos. Las noches<br />
que suelen ser <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> los trabajos, tenia él <strong>de</strong>dicadas<br />
para hacer penitencias por los pecados que en el pueblo<br />
, en don<strong>de</strong> estaba, se comelian. Este mismo amor le<br />
hacia querer ser vendido y entregado á los moros, para<br />
rescatar el hijo <strong>de</strong> la viuda, y quererse dar por siervo y<br />
esclavo, para librará uno que oslaba en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> herejes.<br />
Pues ¿qué diré <strong>de</strong> la ansia y <strong>de</strong>seo que tuvo tan<br />
encendido <strong>de</strong> morir por Cristo, nó una vez, sino muchas,<br />
nócon lijeros tormentos, sino cruelísimamente y poco á<br />
poco, teniendo la muerte, por vida y el martirio por doscanso?<br />
Por don<strong>de</strong>, como un hereje que habia salido á<br />
matarle, sin po<strong>de</strong>r ejecutar su <strong>de</strong>seo, un dia le dijese : Si<br />
portal camino pasaras, no estuvieras tú ya vivo; santo<br />
Domingo le respondió: Ya yo sé que no merezo tanto bien<br />
como eso; mas si Dios me diese á escoger muerte por su<br />
servicio, fuera para mi muy regalada, que <strong>de</strong>snudándome<br />
prhnerOj me coríára<strong>de</strong>s las manos y los pies , y me<br />
arrañc&ra<strong>de</strong>s la lengua, y <strong>de</strong>spués los ojos, y <strong>de</strong>jando<br />
el cuerpo un poco bañarse en su propia sangro, al cabo<br />
quitáradiis la cabeza <strong>de</strong> los hombros. De aquí vino, que<br />
preguntándole una vez un clérigo, espantado <strong>de</strong> las cosas<br />
santas y maravillosas que predicaba, y diciéndole: Padre,<br />
¿dón<strong>de</strong> halláis estas lin<strong>de</strong>zas , y en qué libi o aprendéis?<br />
respondió santo Domingo: En el libro <strong>de</strong> caridad, que os<br />
el mejor <strong>de</strong> todos. Para llegar á la cumbre <strong>de</strong> tan alta<br />
perfección como él tuvo, que consiste en esta caridad,<br />
procuró el santo padre ochar por cimiento una humildad<br />
profundísima, <strong>de</strong>seando ser menospreciado, bollado, y<br />
tenido en poco délos hombros por amor <strong>de</strong> Dios. Y así<br />
e! liempo que estuvo en Francia predicando á los herejes,<br />
iba <strong>de</strong> buena gana á los lugares <strong>de</strong> Carcasona y<br />
su comarca, porque allí le escupían y maltrataban: y<br />
huia dé Tolosn, parque on ella le honraban. Antes <strong>de</strong><br />
entrar en cualquiera villa ó ciudad, hincado <strong>de</strong> rodillas<br />
so ponía on oración, y pedía á Dios que no mirase<br />
sus culpas, y que por entrar en aquel pueblo, no mostrase<br />
contra él su ira, y por sus pecados le castigase: ¡ basta<br />
dón<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>llegar el conocimiento y sentimiento da una<br />
alma <strong>de</strong> veras humil<strong>de</strong> ! Ofreciéronle con mucha instancia<br />
tres obispados; y él con no ménos constancia los <strong>de</strong>sechó,<br />
teniéndose por indigno, y <strong>de</strong>cía, que antes huyera y se<br />
fuéi a con un báculo peregrinando por el mundo, que tomar<br />
obispado ni dignidad en la Iglesia. Amaba mucho la pobreza,<br />
y holgábase <strong>de</strong> traer viles y pobres hábitos; y esta pobreza<br />
encomendaba muchoá sus frailes, teniendo por indicio<br />
<strong>de</strong> liviandad en el religioso la curiosidad en el vestido.<br />
Pedia limosna <strong>de</strong> puerta en puerta por los lugares, y<br />
tomaba lo que le daban con una profunda humildad , teniéndose<br />
por indigno do recibirlo; y así solía, hincadas las<br />
rodillas en el suelo, tomar el pan, ó cualquiera otra cosa<br />
<strong>de</strong> bis que lo ofrecían <strong>de</strong> limosna para su comida, y besarlo<br />
y agra<strong>de</strong>cerlo, como si le hicieran Señor <strong>de</strong> lodo el<br />
mundo: que no estimaba en ménos ser pebre por Jesucristo.<br />
Esta misma humildad y amor do la pobreza resplan<strong>de</strong>ció<br />
mucho en el andar lautos y tan largos caminos, en<br />
invierno y en verano , con calores y fríos, á pié y <strong>de</strong>s;rizo.<br />
Y por huir la osteiitacion, y conservar mejor la humildad,<br />
cuando entraba por los lugares, entonces socalzaba<br />
los zapatos; y en saliendo <strong>de</strong> poblado se los quitaba : y no<br />
ménos mostró esle espíritu y zelo <strong>de</strong> pobreza , en la <strong>de</strong>jación<br />
que hizo <strong>de</strong> los bienes y rentas q'.ie le habían da.do<br />
para el convento <strong>de</strong> Tolosa, y en haber establecido que se<br />
guardase esta pobreza evangélica en su ór<strong>de</strong>n, y ochado<br />
su maldición á los que no la guardasen, y castigado severamente<br />
á algunos frailes que pretendían sacar dispensación<br />
<strong>de</strong>l papa para relajar la pobreza : y el haber cdilicado<br />
sus casas con tanta estrechez, y con celdas tan angostas<br />
y pobres, como se ha dicho : y mandando cesar el<br />
edificio <strong>de</strong>l convento que se habla comenzado on Bolonia,<br />
por pareccrle que <strong>de</strong>s<strong>de</strong>cía <strong>de</strong> aquel espíritu humil<strong>de</strong> y<br />
pobré que Dios habia plantado en su corazón. Pues ¿ qué<br />
diré <strong>de</strong> la aspereza y penitencia <strong>de</strong> este santísimo varón?<br />
A mas <strong>de</strong> sor su vestido tan vil y pobre, como so ha dicho,<br />
traía un áspero cilicio y una ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> hierro ceñida al<br />
cuerpo y casi cosida y pegada á las carnes. Nunca tuvo<br />
celda , ni cama, ni lugar particular ni conocido para dormir.<br />
Su cama ora alguna peaña'<strong>de</strong> los altares, ó sentado<br />
en el suelo ó en su escaño. Tres veces so disciplinaba cada<br />
noche con una cruel disciplina <strong>de</strong> hierro, que tenia tres<br />
ramales, hasta <strong>de</strong>rramar sangre con mucha abundancia:<br />
la primera por sus pecados , la segunda por los <strong>de</strong> sus<br />
prójmos, la tercera por las ánimas <strong>de</strong>l purgatorio. Su<br />
comida era un perpetuo ayuno. Nunca comió carne, sino<br />
manjares <strong>de</strong> cuaresma, y oslo con extraña templanza. Y<br />
como una vez en Francia los herejes , por disfamarlo, hubiesen<br />
publicado que ora hombre que so regalaba; el santo<br />
para <strong>de</strong>sengañarlos , y para que aquella infamia no 1«<br />
fuese estorbo parasu-predicacion y provecho <strong>de</strong> las almas,<br />
se aposentó en una casa <strong>de</strong> ciertas mujeres ncb'os, aüaquo<br />
tocadas <strong>de</strong> la herejía ; y toda la cuaresma él y sus<br />
compañeros ayunaron pan y agua : disciplináronse térriblemente<br />
, durmiendo en el suelo, y muy poco ; juntando<br />
on uno la penitencia rigurosa con el zelo abrasado y caridad<br />
fervorosa <strong>de</strong>l bien do las almas: y así fue Dios servido<br />
que sus huéspe<strong>de</strong>s , admirados do aquel género <strong>de</strong>