Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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con Juan patriarca de Jmisalen, que era amigo de Orígenes
y favorecedor de los origenisias que en aquel tiempo
eran muchos , y sembraban mala doctrina en la Iglesia de^
Señor, la cual san Epifanio procuraba arrancar juntamente
con san Gerónimo , y por esta causa padecieron los dos
muchas molestias del patriarca Juan; aunque parece, pollo
que escribe san Gerónimo, que al cabo conoció su error
«a lo que tocaba á Orígenes. Por la misma causa tuvo
{amblen san Epifanio algunas reyertas con san Crisóstoi»io,
porque habiendo ido á Constantinopla en el mismo
tiempo que la emperatriz Eudoxia, y algunos obispos tra-
'fiban de echar de su silla á san Crisóstomo; ellos para dar
color á su maldad, y autorizarla con el parecer de un va-
''on tan insigne como era Epifanio, procuraron tenerle de
su parto, para que consintiese en la condenación de Crisóstomo,
dándole á entender que era inquieto, altivo y
perturbador do la paz pública, y amigo de Orígenes y de
Sü doctrina, y san Epifanio le rogó que la condenase como
había sido condenada en Chipre, Alejandría y otras partes,
y san Crisóstomo no lo quiso hacer, alegando que
para hacerlo legítimamente y como se debia , convenia
primero juntar sínodo de obispos, y examinar aquella doctrina
antes de condenarla, especialmente siendo de un varon
tan docto, y que había sido tenido maestro de la Iglesia
, y los que la seguían religiosos , y parecían buenos y
santos. Por esta ocasión principalmente hubo entre los dos
cantos poca conformidad, y comunmente los autores de la
'historia eclesiástica escriben que san Crisóstomo envió á
decir á san Epifanio que estaba para embarcarse, que no
"e8aria á su Iglesia, y Epifanio á Crisóstomo que no mo-
•"'ria en la suya, ó que no llegaría al lugar de su destierro;
Y ^fiaden que el uno y el otro profetizó, y con espíritu di-
V|no dijo antes lo que había de ser, y que así sucedió; por-
Vie san Epifanio murió en la nave antes de llegar á Chipre
, y san Juan Crisóstomo echado de su Iglesia en el camino,
ántos de Hogar al lugar de su destierro. Esto es lo
que estos autores escriben, y comunmente está recibido,
para que no nos maravillemos {si es verdad), cuando vicremos
entre los otros varones santos y perfectos algunos
disgustillos y diferentes pareceres , que se compadecen
ton la caridad. Pero el cardenal Baronio siente que todo
esto que dice de las palabras que hubo entre les dos santos,
es invención de los hombres que favorecían á ladoc-
Irina de Orígenes, y sembrada y creída en el vulgo, que
*a tomaron de el los autores que la escriben; y entre las
otras razones que trae para probar su opinión, es un lugar
de una epístola de san Gerónimo, escrita un atío después
de la contienda de san Epifanio y san Juan Crisóstomo en
Constantinopla, de la cual se saca que aun vivia aquel afio
san Epifanio ; y siendo esto así, no pudo ser verdad que
llmnese en la nave sin llegar ála Iglesia.
SI Eslan^0, pues, en ella cargado de afios, que (según el
nolog¡0 ^ gr¡eg0S) y ei autor que con nombre de
u ^scípulo escribió su vida) eran ciento y quince, y
no niíínos lleno de merecimientos, acabó su larga peregrinación
y se fué á gozar de Dios á los 12 de mayo del
"no de 102 ó poco mas, según el cardenal Baronio, porjue
el afk) preciso en que murió no se sabe, pero sácase
m fue al tiempo que dije, porque san Epifanio fué muy
^onocido y familiar de san Hilarión abad desde su mocerío
in 0"JÜ (llCe San Gerónim0> Y de alguna mas edad que
' arion' el cual murió de ochenta años, y el de 372
MAYO. 03
de nuestra redención, y habiendo vivido san Epifanio
ciento y quince años menos tres ra^es, habemos de estender
su vida hasta este tiempo ó poco mas; y san Gerónimo
en el libro de los escritores eclesiásticos, hablando
do san Epifanio, dice que aquel año en que él escribía
aquel libro, que fué el catorceno del imperio de Teodosio,
y el ele 392 de nuestra salud, san Epifanio en su postrera
y última vejez componía varias obras y tratados, que por
lo ménos debería tener entonces mas de cien años. Fué
san Epifanio varón esclarecido, y por su santidad, doctrina
, libros, afios y milagros, muy famoso y tan estimado
en todo el mundo, que con haber sido uno de los mayores
adversarios que tuvieron los herejes arríanos, hombres
furiosos y armados de osadía y maldad, nunca se atrevieron
ellos ni su caudillo y protector Valentc emperador á
molestar ni tocar en un hilo la ropa á san Epifanio , en
tiempo que maltrataban, perseguían, desterraban, y aun
privaban de la vida á los otros obispos católicos , porque
(como dice san Gerónimo) fué siempre de tanto respeto y
veneración, que los mismos herejes cuando reinaban, y
eran mas poderosos, juzgaban que seria grande ignominia
suya si persiguiesen á un tal varón. Y los monges y archimandritas
de Siria, en una epístola que escriben á san
Epifanio , en que le piden el libro que había escrito contra
los herejes, le dicen que aunque nohabian podido venir
corporalmente á echarse á sus piés, pero que confesaban
ellos y lodos los que le conocían, que era un nuevo apóstol
y predicador de la verdad, y un nuevo Juan Bautista que
enseñaba lo que habían de guardar los que seguian aquella
profesión é instituto. Y san Gerónimo, escribiendo contra
Juan Jerosolimítano, llama á Epifanio padre de casi
todos los obispos, y reliquia de la antigua santidad , y
Teófilo, patriarca alejandrino, en una epístola le alaba
como á capitán esforzado que habia peleado las batallas
del Señor, y lodos los antiguos hablaban de esta manera
de él, y en vida fué tenido por un oráculo, y después de
muerto por un santuario de devoción , y médico y remedio
de salud, porque en Salamina oditicaron un templo y
lo adornaron de su imagen y de otras de otros santos, y
nuestro Señor obró por él muchos y glandes milagros,
•como también lo bahía hecho en su vida. Echó muchos demonios
de los cuerpos, dió vista á los ciegos, salud á los
paralíticos, vida á los muertos, y aun muerte á los vivos,
porque habiéndose concertado dos burladores y hombres
perdidos, de fingir el uno que era muerto y el otro
de pedir limosna para enterrar al difunto, á san Epifanio
que pasaba por un camino para hacer escarnio de él, el
santo se quitó el manto que llevaba, y se le dió para que le
amortajase, y cuando su compañero le llamó haciendo
burla de él, como de hombre simple y engañadizo, halló
que estaba de veras muerto , el que estando vivo lo habia
fingido. Otros muchos y grandes milagros se cuentan en su
vida, á la cual remito al lector. De san Epifanio, á mas de
los autores qne habernos nombrado en esta vida, hacen
mención los Martirologios romano, de Beda, Usuardo y
Adon, y los griegos en elMenologio, san Agustín en el
libro JJaresibus ad Quodvultdeum, Sócrates, Sozomeno y
Nicéforo, y todos los que escribieron la historia de san Juan
Crisóstomo, como León, emperador, Mctafrasle, Suidas y
otros, y la segunda sínodo Nicena, y el cardenal Baronio
en las anotaciones del Martirologio, y en el cuarto y
quinto tomo de sus Anales.