Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
DIA 1. MAYO. 37<br />
se extendió tatito esta voz en gran parle <strong>de</strong> Italia, que por<br />
el nombre <strong>de</strong> Bernardino, y nó por el <strong>de</strong> Fr. Miguel, era<br />
conocido. Siendo prior <strong>de</strong> Yilevano, le escogió porsn confesor<br />
el marqués <strong>de</strong> Pescara, que era gobernador <strong>de</strong> Milán.<br />
Andaba con nn hábilo pobrisimo, una capa llena <strong>de</strong> remiendos;<br />
y siendo necesario caminar muchas veces <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
^ ilevano á Milán, que dista casi seis leguas, le dijeron los<br />
'"eügiosos que comprase en Milán otra capa, siquiera para<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> las aguas en los viajes que hacia. A que<br />
respondió: «Nó, padres; que somos pobres mendicantes,<br />
y a los mendigos con una capa les basta: y yo por prelado<br />
tengo mayor obligación <strong>de</strong> dar ejemplo.» Mas aunque<br />
gu$|3ba do traer el vestido pobre, quena que estuviese<br />
limpio, porque <strong>de</strong>cía: « Cuanto me agrada en los religiosos<br />
m pohreza, tanto me ofen<strong>de</strong> la poca limpieza.» Caminaba<br />
a pié <strong>de</strong> un convento á otro, con una talega al hombro, en<br />
que llevaba el breviario, una túnica <strong>de</strong> lana y algún pan:<br />
á esto se roducia toda la provisión <strong>de</strong> sus viajes, en los<br />
cuales hablaba <strong>de</strong> Dios con los caminantes, ó á solas con<br />
Dios vocalmente con himnos y salmos, y mentalmente con<br />
aféelos y sollozos.<br />
Siendo prior <strong>de</strong> Alva, en un caso que le sucedió, mostró<br />
eu foríaleza, caridad y pru<strong>de</strong>ncia. Abrasaban juntas la<br />
gnoi ra y la hambre al Piamonte, y los soldados, apremiados<br />
<strong>de</strong> la necesidad, que no respeta á nadie, así <strong>de</strong> amigos<br />
como <strong>de</strong> enemigos robaban para sustentarse. Trescientos<br />
soldados con su cabo dieron en el convento, con ánimo <strong>de</strong><br />
robar los bastimentos que habían recogido los frailes. Sosegó<br />
el movimiento el sanio prior, diciendo á los soldados<br />
que no quería poner ley mas estrecha á su necesidad, <strong>de</strong><br />
^0 que ella era ; ánles remediar la <strong>de</strong> todos. Si había conforto,<br />
que él tenia mantenimientos para muchos dias; pero<br />
Si <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n, ni para uno, y quedaría el convenio <strong>de</strong>solado<br />
y su necesidad en pié. Con esto, sosegada la gente <strong>de</strong><br />
guerra, quedó en el monasterio tan compuesta por la pru<strong>de</strong>ncia<br />
dol santo, que el mido <strong>de</strong> las armas jamás turbó la<br />
quietud religiosa. Acudían á las horas, tenian celdas señaladas,<br />
y con lección comían en el refectorio, mezclados<br />
entre los frailes, copio sí fuesen religiosos y nó soldados.<br />
<strong>Los</strong> <strong>de</strong>más que estaban <strong>de</strong> guarnición, apremiados <strong>de</strong> igual<br />
necesidad, acometieron también al monasterio, coligiendo<br />
<strong>de</strong>l tiempo que había se sustentaban los otros, era su provisión<br />
muy gran<strong>de</strong>; acudieron á las puertas para echarlas<br />
por tierra: los frailes, turbados, temían aun mayor daño,<br />
y los soldados para resistir no eran bástanles. Hizo abrir<br />
el prior las puertas, y puesto <strong>de</strong>lante les dijo con gran<strong>de</strong><br />
animo: ¿Qué es esto? ¿Aun la iglesia y lugares sagrados<br />
no han <strong>de</strong> valemos contra vosotros? ¿Qué harían los<br />
alemanes herejes cuando los católicos se atreven á la religión?<br />
¿Qué pudiéramos temer sí los enemigos entraran la<br />
tierra, cuando tal violencia pa<strong>de</strong>cemos <strong>de</strong> los que nos dcllen<strong>de</strong>n?<br />
Aun el ímpetu <strong>de</strong> los vencedores refrena la reverencia<br />
délos lugares sanios; ¿y vosotros violareis y<br />
meteréis á saco vuestros aliares y sacerdotes, que os sustentan<br />
contra el enemigo mas que las propias espadas?<br />
Contieso la necesidad j pero ¿qué mas po<strong>de</strong>mos hacer nosotros<br />
que con las vituallas <strong>de</strong> treinta sustentar á trescientos?<br />
.Negamos á nuestras vidas el sustento por repartirle<br />
con vuestros hermanos; ¿ y el galardón será saco ? Si la<br />
reverencia <strong>de</strong> este hábilo no os mueve, no solo á nosotros,<br />
sino á vuestros compañeros quitáis lo que quiláre<strong>de</strong>s ¡ dios<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rán su parte, y Dios, á quien agraviáis y en cuyo<br />
amparo eslamos, <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rá la nuestra. Suspensos <strong>de</strong>tuvieron<br />
estas razones llenas <strong>de</strong> fuego á los soldados , sin<br />
que pasasen <strong>de</strong>l primer umbral ni respondiesen palabra:<br />
solo uno, alzando la voz, dijo: Padre, muy soberbio habla<br />
; y él respondió : En <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la Iglesia <strong>de</strong>cir y morir<br />
: con que sin hacer daño se fueron todos. También los<br />
trescientos, mejorada la estrechura <strong>de</strong>l tiempo, <strong>de</strong>jaron<br />
el monasterio; y según su posibilidad gratificaron el acogimiento.<br />
<strong>Los</strong> grisones, que son los antiguos i beros, melidos en<br />
los Alpes <strong>de</strong> Alemania, gente inculla, y que aun no se lia<br />
<strong>de</strong>snudado <strong>de</strong> toda la fiereza antigua, por la vecindad que<br />
tienen con los cantones herejes <strong>de</strong> los esguízaros, como<br />
gente sin letras, se <strong>de</strong>jaron inficionar poco á poco. Habitan<br />
las fuentes <strong>de</strong>l Ubin, hasta el lago Lario, hoy <strong>de</strong> Como, y<br />
por el comercio con el ducado <strong>de</strong> Milán , el fuego que en<br />
ellos se habia emprendido amenazaba incendios á toda<br />
Lombardía é Italia. Para remedio <strong>de</strong> tan grave daño fué<br />
elegido Fr. Miguel Ghislerio por inquisidor <strong>de</strong> Como; y<br />
luego so vió que había sido elección <strong>de</strong>l cielo. Corria <strong>de</strong><br />
noche disfrazado los valles, expuesto á todos los temporales,<br />
y con gran peligro <strong>de</strong> la vida; y espiando los <strong>de</strong>signios<br />
<strong>de</strong> los enemigos prevenía muy con tiempo los remedios,<br />
aprovechándose <strong>de</strong> la industria <strong>de</strong> BernardoO<strong>de</strong>scalco,<br />
genlilhombre <strong>de</strong> Como, que profesó amistad con el<br />
santo, y le daba los avisos necesarios. <strong>Los</strong> <strong>de</strong> Felina enviaron<br />
á nn merca<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Como doce balas <strong>de</strong> libros llenos<br />
<strong>de</strong> errores, para que los repartiese por las principales ciuda<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> Italia: industria muy usada <strong>de</strong> los herejes para<br />
<strong>de</strong>rramar la ponzoña con disimulo por todas partes, haciendo<br />
beber el veneno por los ojos á los incautos. Súpolo<br />
el santo inquisidor: embargó los libros por el santo oficio;<br />
pero el merca<strong>de</strong>r se quejó al vicario que gobernaba el cabildo,<br />
por estar aquella iglesia en se<strong>de</strong> vacante <strong>de</strong>l inquisidor,<br />
porque le habia quitado los libros; y el vicario los<br />
sacó con violencia <strong>de</strong> don<strong>de</strong> estaban y se los llevó á su<br />
casa. Requirióle el santo inquisidor, amenazóle con censuras,<br />
excomulgóle; y no aprovechando por esta vía, escribió<br />
á los car<strong>de</strong>nales <strong>de</strong> la inquisición <strong>de</strong> Boma lo que pasaba.<br />
Fueron citados á Boma el vicario y cabildo; y el<br />
sanio inquisidor se vió en gran peligro, porque le amenazaron<br />
con la muerte si mas contra<strong>de</strong>cía; y como no bastase<br />
para cerrar la boca al que estaba dispuesto á per<strong>de</strong>r la<br />
vida por <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la fé; se alborotó el pueblo contra él,<br />
incitado por los interesados, y un dia arremetieron á él<br />
liara apedrearle: <strong>de</strong>que escapó difícilmente con el amparo<br />
<strong>de</strong> O<strong>de</strong>scalco, su amigo, que sosegó el alboroto y le <strong>de</strong>fendió<br />
en su casa. Después <strong>de</strong> algunos encuentros con<br />
personas po<strong>de</strong>rosas, se parlió á Boma; y aunque tenia en<br />
aipiella córte algunos émulos, bien prevenidos <strong>de</strong> sus enemigos,<br />
venció la verdad á la mentira, y salió con tanta<br />
honra y crédito, que los car<strong>de</strong>ilalea <strong>de</strong> la inquisición,<br />
juzgando que pocho tan fuerte convenia para el servicio<br />
<strong>de</strong> la fé, le encomendaron cierta averiguación en medio<br />
<strong>de</strong> los grisones, en materia muy peligrosa: y pcrsuadio;idole<br />
algunos que mudase el hábito para entrar con triónos<br />
riesgo; él replicó, que él habia tomado aquel hábito<br />
para morir con él, y que morir por la religión era logro, y<br />
mas para <strong>de</strong>seado (]ue para temido, Uiciéronle <strong>de</strong>spués inquisidor<br />
<strong>de</strong> Bérgamo, don<strong>de</strong> procedió contra personas<br />
muy po<strong>de</strong>rosas ó hizo gran<strong>de</strong>s cosas en servicio <strong>de</strong> la fé,<br />
con lanío celo <strong>de</strong> reducir los herejes al camino <strong>de</strong> la ver-