Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
23. JULIO<br />
tildad <strong>de</strong> Arras, que es en los eslados <strong>de</strong> Flan<strong>de</strong>s. La<br />
Sania encomendó al Señor la salud <strong>de</strong> su marido, y apandóle<br />
san Dionisio Areopagita, y díjole quien era, y que<br />
P0rque tenia particular <strong>de</strong>voción con él, Dios le habla<br />
env¡ado para consolarla y <strong>de</strong>cirle que queria manifestóle<br />
al mundo : y que él seria su guarda y que su<br />
Marido no moriria; y así convaleció y tornaron á su casa,<br />
Y los dos se encendieron tanto en amor <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> la<br />
castidad, que <strong>de</strong>terminaron apartarse y entrar en religión,<br />
como lo hizo su marido en un monasterio don<strong>de</strong> vivió al-<br />
Sunos aílos y murió en santa vejez; y Brígida entró en<br />
otro monasterio <strong>de</strong> monjas, repartiendo primero su hacienda,<br />
parte á sus hijos, parte á los pobres. Y como el<br />
mundo loco lisonjea á los ricos y menosprecia á los po-<br />
^es, y tiene por <strong>de</strong>satino el <strong>de</strong>spojarse la persona <strong>de</strong> sus<br />
frenes y vivir en pobreza; los que antes la honraban y<br />
reverenciaban, comenzaron á escarnecerla y á no hacer<br />
caso <strong>de</strong> ella; pero Brígida estaba tan fija en el amor <strong>de</strong><br />
^'os, y tan puesta con el corazón en aquel Señor que,<br />
hiendo rico y rey <strong>de</strong> gloria, se habia hecho pobre por ella,<br />
^ue los juicios vanos y palabras <strong>de</strong>scompuestas <strong>de</strong> los<br />
hombros no la turbaban ni movian: y Dios la regalaba y<br />
fitvorecia, y la ilustraba con gran<strong>de</strong>s y maravillosas reve-<br />
^ciones, <strong>de</strong> manera, que parecía que el mismo Señor la<br />
Suiaba con su impulso y espíritu en todas las cosas que<br />
hacia, y crecía siempre en fervor. Entre los otros dones<br />
Son<strong>de</strong>s que tenia <strong>de</strong> nuestro Señor, fué uno, que en di^<br />
Cumtlo alguna palabra ménos ajustada con la voluntad<br />
^e Dios, luego sentía en su boca una gran<strong>de</strong> amargura,<br />
coino <strong>de</strong> piedra azufre; y en las narizes, cuando alguno<br />
Ablando con ella <strong>de</strong>cía palabra viciosa ó engañosa. Maceraba<br />
su cuerpo con cilicios, con dormir en una camilla<br />
dura, y hacer tanta oración <strong>de</strong> noche y <strong>de</strong> día, que era<br />
Maravilla que una mujer flaca y <strong>de</strong>licada pudiese sufrir<br />
tan gran<strong>de</strong>s trabajos. Solía en los viernes echarse sobre<br />
^us brazos algunas gotas <strong>de</strong> cera ardiendo, y llevar en la<br />
^ca una yerba muy amarga, para sentir mas la pasión<br />
^ Salvador. Sin el cilicio traía ceñida una soga á su<br />
Cuerpo y 0iras dos á los muslos en memoria <strong>de</strong> la santísima<br />
Trinidad, Todos los domingos y fiestas principales<br />
r^cibia el santísimo Sacramento <strong>de</strong>l altar. Dormía el in-<br />
Vlerno acostada en una pobre camilla con muy poca ropa<br />
cucima en tiempo <strong>de</strong> grandísimos yelos, como los hace<br />
Pn d reino <strong>de</strong> Suecía, por estar tan <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l norte: y<br />
p eguntada como podia vivir con tan poco abrigo en tan<br />
^cnso frió, respondía : que era tan gran<strong>de</strong> el calor intej'?r<br />
que por la divina gracia sentía en su alma, que el<br />
10 eslerior no la empecía. Y no solamente hacia este<br />
qu sania ungiaa el mego aei uivino amor; pero oe<br />
manera la encendía y abrasaba, que le hacia escribir<br />
^ j^has cartas á los religiosos, prelados <strong>de</strong> las iglesias, y<br />
0s príncipes, reyes, emperadores y sumos pontífices,<br />
San que j)jos se ]0 man(]aba, ahora avisándoles que se<br />
j/^aseo <strong>de</strong> la ira <strong>de</strong> Dios que los amenazaba, ahora reen,dién(j0]es<br />
Con inncha humildad y mo<strong>de</strong>stia, ahora ex-<br />
^andolos á la enmienda <strong>de</strong> la vida y á la reformación<br />
jee Ia ^pública, y al papa Gregorio XI estando en Aviñon<br />
. escribió la santa <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> Dios, que se volviese con<br />
córte á Roma, y asi lo hizo el papa.<br />
perelv,^ndo en su monasterio, le mandó Dios que fuése en<br />
^ 8rinacion á Roma, don<strong>de</strong> las calles estaban bañadas<br />
an8re <strong>de</strong> mártires, y por medio <strong>de</strong> las indulgencias,<br />
TOMO II.<br />
como por un antojo, se podia llegar mas fácilmente al cielo<br />
: y ella obe<strong>de</strong>ció <strong>de</strong>jando su patria y su casa, amigos y<br />
conocidos y se puso en camino y llegó á aquella santa ciudad,<br />
y en ella estuvo visitando las estaciones y santuarios<br />
<strong>de</strong> ella con iucreible <strong>de</strong>voción y alegría <strong>de</strong> su purísima<br />
alma; y algunas veces fué vista cuando los visitaba, andar<br />
como por el aire levantada sobre los otros y echar <strong>de</strong> su<br />
rostro unos rayos tan claros y resplan<strong>de</strong>cientes como el<br />
sol. De Roma pasó al reino <strong>de</strong> Ñapóles y Sicilia, y tornó<br />
á Roma, y <strong>de</strong> allí navegó á Jerusalen; porque así le fué<br />
mandado <strong>de</strong>l cielo: y aunque al principio le parecía que<br />
ya era vieja, flaca y enferma para tanto trabajo, el Señor<br />
la confortó, y le prometió <strong>de</strong> serle guia y <strong>de</strong> llevarla y<br />
volverla dic¡éndole:que era el Autor <strong>de</strong> la naturaleza, y el<br />
que le daba la carga y fuerzas para llevarla. Cuando estuvo<br />
en Jerusalen visitando aquellos lugares, consagrados<br />
con la vida y muerte <strong>de</strong>l Señor, fué <strong>de</strong> él maravillosamente<br />
ilustrada y regalada con revelaciones divinas y muy<br />
particulares <strong>de</strong>l nacimiento, pasión y misterios <strong>de</strong> Jesucristo<br />
nuestro Re<strong>de</strong>ntor, y <strong>de</strong> las mudanzas, estados y calamida<strong>de</strong>s<br />
<strong>de</strong> los reinos. Entre estas revelaciones, que<br />
fueran muchas y muy señaladas, tuvo una en el reino do<br />
Chipre, <strong>de</strong>l azote que Dios nuestro Señor habia <strong>de</strong> dar á<br />
los griegos por estar apartados <strong>de</strong> la Iglesia romana, y<br />
que su imperio no tendría paz ni tranquilidad, sino quo<br />
siempre estarían sujetos á sus enemigos, y pa<strong>de</strong>cerían<br />
gravísimas y continuas miserias, hasta que con verda<strong>de</strong>ra<br />
humildad y caridad la reconociesen por madre y imicslra,<br />
y se sujetasen á ella. Volvió á Roma como Dios se lo había<br />
prometido, y dióle una enfermedad que le duró un<br />
año, llevándola con gran paciencia y alegría. Revelóle el<br />
Señor que se llegaba el tiempo <strong>de</strong>seado <strong>de</strong> su partida <strong>de</strong><br />
esta vida, y aparecióle y hablóle y díjole lo que queria<br />
que hiciese, y la santa lo cumplió todo : y habiendo oído<br />
misa y recibido los sacramentos, dió su espíritu al Señor,<br />
que para tanta gloria suya la bahía criado. Fué su muerte<br />
á los !23 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong>l año <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 13(J3, y hubo revelaciones<br />
<strong>de</strong> su gloria, y Dios hizo algunos milagros por<br />
esta santa en vida, y muchos mas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte:<br />
porque como refiere san Anlonino, á mas <strong>de</strong> haber dado<br />
vista á los ciegos, oído á los sordos, habla á los mudos y<br />
salud á otros muchos enfermos; en diversos lugares resucitaron<br />
diez muertos por su intercesión: por los cuales milagros<br />
y por su santísima vida Bonifacio IX, papa, la canonizó<br />
y puso en el número <strong>de</strong> los santos. Su cuerpo en<br />
año siguiente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte, fué trasladado al reino<br />
<strong>de</strong> Suecia, y colocado en el monaslerio vaslanense do<br />
San Salvador don<strong>de</strong> ella habia sido monja, obrando nuestro<br />
Señor por el camino muchos milagros; y en Roma hoy<br />
en día dicen, que se guarda una ropilla <strong>de</strong> santa Br%id«,<br />
la cual tiene gran virtud, especialmente para librar á las<br />
mujeres <strong>de</strong> parto que están en peligro <strong>de</strong> la vida. Instituyó<br />
santa Brígida una nueva religión <strong>de</strong> frailes y monjas,<br />
<strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la regla <strong>de</strong> san Agustín, que hasta hoy día se<br />
llama la ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong> santa Brígida, y floreció mucho en Suecia,<br />
Alemania, Inglaterra y en otras provincias septenliionales;<br />
y hoy dia en algunas ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Italia hay conventos<br />
<strong>de</strong> ella, en que se vive con mucha religión y observancia.<br />
También escribió un libro <strong>de</strong> sus revelaciones, el<br />
cual ha sido muy examinado y cernido, por haberle querido<br />
tachar algunos teólogos, que midiendo las cosas divinas<br />
con pru<strong>de</strong>ncia humana, no acababan <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r,<br />
5i