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dad y blandura : N« me enojo, contigo, ó Astasio; porque<br />
veo la ceguedad do tu corazón, la cual no te <strong>de</strong>ja ver<br />
las cosas <strong>de</strong> Dios. Aprendido he <strong>de</strong> mi Sefior Jesucristo,<br />
que no abrió su boca contra los que le crucificaron, y<br />
abrióla para rogar al Padre que los perdonase porque no<br />
sabían lo que se hacian. Imitando yo este ejemplo, ó con<strong>de</strong><br />
Aslasio , te tengo gran lástima ; porque no sabes lo que<br />
haces. Por tanto acaba lo que has comenzado, para que<br />
yo juntamente con mi hermano Gervasio pueda gozar <strong>de</strong><br />
la benignidad <strong>de</strong> mi Señor Jesucristo. El con<strong>de</strong> le hizo <strong>de</strong>gollar.<br />
Y yo Filipo, siervo <strong>de</strong> Cristo, con mi hijo, socielaraente<br />
tomé <strong>de</strong> noche los cuerpos do estos dos santos<br />
hermanos, y los llevé á mi casa, y siendo Dios solo testigo<br />
, los puse en su arca <strong>de</strong> piedra, y la enterré en este<br />
Jugar, esperando , mediante sus oraciones, alcanzar misericordia<br />
<strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo: el cual con el Padre,<br />
y el Espíritu Sanio, vive y reina en los siglos do los<br />
siglos,»<br />
Hasta aquí son palabras <strong>de</strong> la carta , que san Ambrosio<br />
escribió á los hermanos obispos do Italia : y el mismo<br />
santo escribió otra carta á su hermana, en que le dice,<br />
que los cuerpos <strong>de</strong> los dos santos, que halló, eran muy<br />
gran<strong>de</strong>s, y do maravillosa estatura: y que cuando los<br />
trasladaron, y llevaron á la iglesia Ambrosiana, sanaron<br />
á un ciego, y le envió á su hermana dos sermones , que<br />
predicó á todo el pueblo <strong>de</strong> Milán, en los cuales refiere<br />
los muchos milagros, que Dios habia obrado por ellos,<br />
y repren<strong>de</strong> á los herejes arríanos, que no los creían, y<br />
eran mas pertinaces y obstinados, que los <strong>de</strong>monios<br />
que salían <strong>de</strong> los cuerpos, por virtud <strong>de</strong> las reliquias <strong>de</strong><br />
estos santos hermanos, y confesaban que no podían estar<br />
en su presencia porque los atormentaban. San Agustín<br />
se halló presente en Milán , cuando se <strong>de</strong>scubrieron los<br />
cuerpos <strong>de</strong> estos gloriosos mártires , y en los libros <strong>de</strong> la<br />
Ciudad <strong>de</strong> Dios hace mención <strong>de</strong> un ciego, que alumbraron<br />
, y en el <strong>de</strong> sus Confesiones notó este gloriosísimo santo<br />
, que nuestro Señor hizo estos milagros, para reprimir<br />
el furor <strong>de</strong> la emperatriz Jusüna , madre <strong>de</strong>l emperador<br />
Valenliniano el Mozo , la cual era hereje an iana , y por<br />
favorecer á los arríanos , perseguía crudamente á san<br />
Ambrosio, y pretendía echarle <strong>de</strong> su silla, y <strong>de</strong> Milán:<br />
y hablando <strong>de</strong> esto, dice estas palabras: «En este mismo<br />
tiempo revelasteis á vuestro santo prelado el lugar don<strong>de</strong><br />
estaban encubiertos los cuerpos <strong>de</strong> los márlires Protasio,<br />
y Gervasio: los cuales por tantos años había<strong>de</strong>s guardado<br />
sin corrupción en el tesoro <strong>de</strong> vuestro secreto consejo,<br />
para <strong>de</strong>scubrirlos á su tiempo, y con este favor reprimir<br />
la rabia <strong>de</strong> una mujer, y mujer reina. Poique<br />
habiéndose manifestado, y sacado estos cuerpos, y llevádosft<br />
á la iglesia <strong>de</strong> san Ambrosio, con la honra y reverencia<br />
<strong>de</strong>bida, no solamente los en<strong>de</strong>moniados quedaban<br />
libres, confesándolo los mismos <strong>de</strong>monios, que les<br />
atormentaban; pero un ciudadano muy conocido en la<br />
ciudad, que muchos años antes era ciego, oyendo el ruido,<br />
y la alegría, que habia en ellos, preguntando , y<br />
oyendo la causa saltó <strong>de</strong> placer, y rogó al que le adíestraba<br />
, que le llevase á don<strong>de</strong> los cuerpos estaban. Llegó<br />
, y alcanzó que le <strong>de</strong>jasen locar con su sudario las andas<br />
<strong>de</strong> vuestros santos , cuya muerte es preciosa en vuestro<br />
acatamiento. Hizolo ; aplicó sus ojos al lienzo y luego<br />
vió: y <strong>de</strong> aquí comenzó á <strong>de</strong>rramar la fama do esle<br />
milagro por la ciudad y á ejcrcilarse todos en vuestro<br />
LA LEYENDA DE ORO. DIA 19.<br />
amor, y el ánimo <strong>de</strong> la mala reina , puesto caso, que no<br />
se convirtió, ni sanó, <strong>de</strong>túvose en la persecución <strong>de</strong> vuestro<br />
siervo , y mitigó su furor. » Todo esto es <strong>de</strong> san Agustín.<br />
Y san Gregorio Turonense escribe, que había oido,<br />
que en el tiempo que se hizo la traslación <strong>de</strong> los cuerpos<br />
<strong>de</strong> estos santos, y se cantaba la misa en la iglesia, cayó<br />
una tabla <strong>de</strong> lo alto , y dió en las cabezas <strong>de</strong> los santos,<br />
y que salió <strong>de</strong> ellas un rio <strong>de</strong> sangre, que bañó todas las<br />
sábanas en que estaban envueltos, y se cogió alguna<br />
canlidad <strong>de</strong> ella , y que <strong>de</strong> sus reliquias se enriquecieron<br />
muchas iglesias <strong>de</strong> Italia y <strong>de</strong> Francia, y que el bienavenlurado<br />
san Martin hubo buena parte <strong>de</strong> ellas, como lo<br />
escribe san Paulino en una epístola. Esto refiere este autor;<br />
y aña<strong>de</strong> que lo escribe, porque no estaba en la historia<br />
<strong>de</strong> su martirio. Y es cierto, que en Roma una ilustre matrona,<br />
llamada Vestina, les edificó una iglesia, la cual<br />
<strong>de</strong>dicó Inocencio , papa, primero <strong>de</strong> esle nombre : y <strong>de</strong><br />
ella hace mención san Gregorio: y san Gau<strong>de</strong>ncio, obispo<br />
<strong>de</strong> Bresa, y san Paulino, obispo <strong>de</strong> Ñola , edificaron<br />
otras, y colocaron en ellas las reliquias <strong>de</strong> estos santos, y<br />
hasta África fueron llevadas, como dice san Agustín. Su<br />
martirio fué á los 19 <strong>de</strong> junio, y en él celebra la Iglesia<br />
su fiesta.<br />
Adviértase que Metafraste , en la vida que escribe do<br />
estos sanios , dice: que el juez que los martirizó, se llamaba<br />
Anolino , y que csluvieron diez años presos en Milán,<br />
y que juntamente con ellos fueron martirizados otros<br />
dos , llamados Nazario y Celso , y que murieron, siendo<br />
emperador Nerón; pero ninguna <strong>de</strong> estas cosas se contiene<br />
en la carta <strong>de</strong> san Ambrosio; ántes^<strong>de</strong> ella parece que se<br />
pue<strong>de</strong> sacar que su martirio fué, imperando Marco Aurelio<br />
Antonino y Lucio Vero , en cuyo tiempo fué la guerra<br />
contra los marcomanos, á los cuatro años <strong>de</strong> su¡imperío,<br />
como lo notó el car<strong>de</strong>nal Baronio en sus anotaciones <strong>de</strong>l<br />
Martirologio romano.<br />
SAN LAMBERTO, SIVRTUI.—Aunque en algún punto se<br />
venera á este glorioso santo en esle día, sin embargo correspon<strong>de</strong><br />
su conmemoración á 16 <strong>de</strong> abril, día en que se<br />
habla <strong>de</strong> él.<br />
* SANTA JULIANA DE FALCONEIU, VÍRGEN. —La santidad<br />
<strong>de</strong> esta venerable \ii gen dió mayor lustre á la familia<br />
<strong>de</strong> Falconcri, <strong>de</strong> que <strong>de</strong>scendía. Nació en Florencia el<br />
año 1270, habiéndola sus padres obtenido maravillosamente<br />
<strong>de</strong>l ciclo, pues habiendo sido estériles hasta su<br />
vejez, se la concedió el Señor por sus oraciones. Fué educada<br />
cual correspondía ásu elevada clase; y Juliana en su<br />
misma infancia parecía anticipar el curso ordinario <strong>de</strong> la<br />
naturaleza en el uso <strong>de</strong> la razón , por su temprana piedad,<br />
siendo las primeras palabras que aprendió, los dulcísimos<br />
nombres <strong>de</strong> Jesús y María. Era tal su mo<strong>de</strong>stia angelical,<br />
que jamás se atrevió á levantar sus ojos para mirar á un<br />
hombre á la cara ; y era tal su horror á todo pecado, que<br />
su nombre solo le hacía <strong>de</strong>sfallecer. Dedicóse enteramente<br />
á la virtud: á este fin renunció á todo pensamiento y <strong>de</strong>leite<br />
mundano, y su opulento patrimonio, consagrando á<br />
Dios su virginidad, y recibiendo á este fin <strong>de</strong> m»no <strong>de</strong><br />
Felipe Benito el velo religioso en las Mantellatas. Las Mantellatas<br />
son una especie <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n tercero <strong>de</strong> la religión <strong>de</strong><br />
los Servitas, y toman su nombre <strong>de</strong> un género <strong>de</strong> mangas<br />
<strong>de</strong> que usan en el hábito , mas á propósito para sus<br />
labores. Juliana fué <strong>de</strong> este tercer ór<strong>de</strong>n, bajo la dirección<br />
<strong>de</strong> san Felipe su fundador; y siendo ya <strong>de</strong> mas edad, la