27.08.2017 Views

Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

M A 14. JUNIO,<br />

criado <strong>de</strong>l mismo Prolcrio, para que ia pretemliesL' por<br />

mujer; y porque no se alrevia á pedirla , por su suerte y<br />

condición lan <strong>de</strong>sigual; por medio <strong>de</strong> un mago y nigrománlico,<br />

por alcanzar lo que fanto <strong>de</strong>seaba , prometió al<br />

<strong>de</strong>monio vasallaje, y le dio cédula <strong>de</strong> ello , escrita y ürmada<br />

<strong>de</strong> su mano, renunciando al bautismo que babia<br />

recibido , y negando á Jesucristo nuestro Señor. Permilió<br />

Dios que el <strong>de</strong>monio tuviese po<strong>de</strong>r para tentar á la doncella,<br />

y que ella se abrasase en vivas llamas <strong>de</strong> amor <strong>de</strong><br />

su mismo criado , y que con lágrimas y gemidos pidiese<br />

á su padre que se le diese por marido si ñola queria ver<br />

luego muerta <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sus ojos. En suma , ella se casó,<br />

y <strong>de</strong>spués entendió que aquel bombre no entraba en la<br />

iglesia , ni hacia obras <strong>de</strong> cristiano. Sabida la causa, y el<br />

pacto que babia hecho con el <strong>de</strong>monio , la mujer , <strong>de</strong>shaciendo<br />

sus carnes y llorando su <strong>de</strong>sventura, vinoá san<br />

Basilio y le contó el caso. El santo animó á aquel hombre<br />

miserable, que <strong>de</strong>sesperaba ya <strong>de</strong> su salud, y creia que<br />

no podía ser perdonado, para que confiase <strong>de</strong> la bondad<br />

infinita <strong>de</strong>l Señor, y se echase en sus amorosos brazos.<br />

Encerróle en un aposento: hízole ayunar, púsose en oración<br />

, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muchos asaltos que le dieron los <strong>de</strong>monios<br />

y horribles voces y ahullidos, en que le <strong>de</strong>cian,<br />

que él babia venido á ollcs, y nó ellos á él, y que no se<br />

podía escapar <strong>de</strong> sus manos, porque tenian su cédula por<br />

prenda <strong>de</strong> su homenaje; fueron lan eficaces las oraciones<br />

<strong>de</strong> san Basilio , que aquellrs monítruos infernales, forzados<br />

<strong>de</strong> ellas, restituyeron la cédula <strong>de</strong> aquel hombre,<br />

PchámUda por el aire allí <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> lodo el pueblo, que<br />

por ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l santo estaba , levantadas las manos al cielo,<br />

puesto en oración^ y él la rasgó; y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberle<br />

reconciliado con la Iglesia , viéndole arrepentido y penilente<br />

<strong>de</strong> su grave culpa , le hizo dar la comunión, amonestándole<br />

<strong>de</strong> lo que en a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>bia hacer.<br />

También fué gran milagro el que sucedió con san Basilio<br />

á Efren, siró , diácono : el cual fué tan santo varón, y<br />

lan ilustrado <strong>de</strong> Dios , y escribió tan altamente <strong>de</strong> las cosas<br />

divinas; que como dice san Gerónimo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las<br />

sagradas letras, se leian sus obras en las iglesias con<br />

gran<strong>de</strong> reverencia y admiración. Estando, pues, Efren en<br />

la soledad , vio una columna <strong>de</strong> fuego, y oyó una voz<br />

que le dijo , que aquella colimina era el gran Basilio, y le<br />

mandó que le buscase, y se aprovechasf; <strong>de</strong> su doctrina.<br />

Vina á Cesárea, entró en la iglesia don<strong>de</strong> eslaba el santo;<br />

y sin <strong>de</strong>scubrirse, fué conocido por revelación divina <strong>de</strong><br />

san Basilio, cuya boca, cuando cantaba el oficio divino,<br />

parecía á Efren boca <strong>de</strong> fuego: y vió sobre la diestra <strong>de</strong><br />

Basilio una paloma que le inspiraba y avisaba lo que habia<br />

<strong>de</strong> predicar. Y aunque el mismo Efren, contando elconocimiento<br />

que tuvo con san Basilio, no lo dice; el autor<br />

escribió la vida <strong>de</strong> san Basilio, que anda impresa en<br />

'os tomos <strong>de</strong> Surio con nombre <strong>de</strong> Aníilíiquio, refiere {pie<br />

Efi'en por las oraciones <strong>de</strong> san Basilio abanzó el enten<strong>de</strong>r<br />

Y po<strong>de</strong>r hablar la lengua griega, como él misino se lo bahía<br />

pedido. Y aña<strong>de</strong> este autor, que san Basilio sanó á un<br />

leproso tan gastado y comido <strong>de</strong> la lepra, que babia perdido<br />

ya el uso <strong>de</strong> la lengua, y estaba en casa <strong>de</strong> un santo<br />

clérigo, llamado Anastasio, que le tenia encerrado en un<br />

aposento aparte, para curarle secretamente y hacer con<br />

él aquella obra <strong>de</strong> tanta misericordia y piedad. Dice mas:<br />

que con sus oraciones alcanzó <strong>de</strong> Dios perdón <strong>de</strong>sús pecados<br />

á un í mujer noble y rica, que con nombre <strong>de</strong> viuda<br />

211<br />

habla sido lasciva y <strong>de</strong>shonesta, y soltado la rienda á todo<br />

género <strong>de</strong> vicios y malda<strong>de</strong>s. Esta, locada <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>l<br />

Señor, conoció su mala vida y la lloró, y escribió en un<br />

papel lodos sus pecados <strong>de</strong> que se acordaba, y se.liactos,<br />

los dió á san Basilio, rogándole, que sup'icose á nuestro<br />

Señor que los borrase <strong>de</strong> aquel papel, para que ella entendiese<br />

que se los había perdonado. Oró el santo, y todos<br />

parecieron borrados, sino fué uno solo que era el mas<br />

grave Después, muerto ya san Basilio, poniendo el mismo<br />

papel sobre so cuerpo, cuando le llevaban á enterrar; se<br />

halló borrado aquel pecado, como los <strong>de</strong>más, por los merecimientos<br />

<strong>de</strong>l santo, y por la fé y lágrimas con que la<br />

pobre mujer se lo pidió.<br />

Vino otra pobre y <strong>de</strong>sventurada mujer á san Basilio, y<br />

rogóle que le diese una carta <strong>de</strong> recomendación para el<br />

prefecto ó gobernador que le <strong>de</strong>bia cierla cantidad. Hízolo<br />

el santo, y escribióle estas palabras: «Esta pobre mujer<br />

ha venido á mí diciéndome, que te la encomien<strong>de</strong> porque<br />

tú harás lo que yo te rogare. Si es así, muéstralo por las<br />

obras. » El prefecto no hizo nada, y queriendo cumplir con<br />

san Basilio <strong>de</strong> palabras, como se acostumbradle respondió,<br />

que <strong>de</strong> muy buena gana hiciera lo que le mandaba,<br />

y secompa<strong>de</strong>ciera <strong>de</strong> aquella mujer «i pudiera, pero que<br />

aquel negocio pertenecía al fisco. Entendió el sanio el negogocio,<br />

y escribió <strong>de</strong> nuevo al prefecto estas palabras; « Si<br />

quisiste y no pudiste, no hay que tratar mas; si pudiste y<br />

no quisiste, tú caerás, y vendrás á ial estado, que quieras<br />

y no puedas.» Como lo escribió san Basilio, así sucedió;<br />

porque <strong>de</strong> allí á poco perdió la gracia <strong>de</strong>! emperador, y fué<br />

preso por su mandado, y no luvo otro remedio sino suplicar<br />

á san Basilio, que intercediese por él con el emperador,<br />

y él lo hizo; quedando el prefecto muy agra<strong>de</strong>cido y<br />

<strong>de</strong>sengañado <strong>de</strong> la inconslancia <strong>de</strong> la fortuna, y pagando á<br />

la mujer que Basilio le habia encomendado, dos tanto mas<br />

<strong>de</strong> lo que, ie <strong>de</strong>bia.<br />

Otro milagro no ménos notable trac el mismo historiador,<br />

y Juan Z jnara, autor griego, escribe en sus Anales,<br />

que <strong>de</strong>clara mas la eficacia <strong>de</strong> la oración <strong>de</strong> san Basilio,<br />

y las cosas maravillosas que Dios obraba por ella. Había<br />

mandado el emperador Valeniequitar una iglesia álos católicos<br />

en la'ciudad <strong>de</strong> Psicea, y darla á los herejes. <strong>Los</strong> católicos<br />

pidieron á san Basilio que fuése á Conslantinopla y<br />

suplícase al emperador que les volviese su iglesia. Fué,<br />

hablóle, rogóle, importunóle, y no pudo alcanzar nada <strong>de</strong>l<br />

hereje emperador. Entonces Basilio con gran<strong>de</strong> fé y libertadle<br />

dijo: Señor, pongamos este pleito en manos <strong>de</strong><br />

Dios para que él le <strong>de</strong>termine. Mandad cerrar esta iglesia,<br />

y que los <strong>de</strong> vui'stra secta estén fuera y se pongan en oración:<br />

y si las puertas <strong>de</strong> la iglesia cerradas so abrieren<br />

<strong>de</strong>sovo, sea <strong>de</strong> ellos la iglesia: y si no se abrieren, nosotros<br />

haremos oración, y si senos ab;ieien, sea nuestra;<br />

y sí se quedaren cerradas las puertas á los unos y á les<br />

otros, nosotros nos contentaremos que la iglesia que<strong>de</strong>-por<br />

suya. Pareció bien este partido al emperador. Rizóse así;<br />

cerráronse las puertas, y los arríanos hicieron una larga y<br />

prolija oración, y quedáronse cerradas. Vínola lar<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

aquel día, y habiéndose retirado los herejes, san Basilio<br />

con los católicos hizo su oración, y luego lodos los cerrojos<br />

se quebraron, y las puertas se abrieron <strong>de</strong> paren par,<br />

con gran consuelo y gozo <strong>de</strong> los católicos, y espanlo délos<br />

herejes; <strong>de</strong> los cuales muchos se convinieron por este milagro,<br />

aunque el emperador \ alenté siempre quedó empe-

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!