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2 ¿O • IA LEYííN<br />
délo <strong>de</strong> pastores, y murió triínquilaiaeote por los úllimos<br />
aííos <strong>de</strong>l siglo V.<br />
SAN SIMILIANO, OBIÍPO Y CONFESOR.—Este santo, que floreció<br />
en el siglo IV <strong>de</strong> la Iglesia, es solamente conocido por<br />
la mención que hace <strong>de</strong> él san Gregorio <strong>de</strong> Tours en su<br />
libro <strong>de</strong> Gloria marlyrum, dieiendonos que fué obispo <strong>de</strong><br />
Nanles en Bretaña, y que en tiempo <strong>de</strong>lrey Clodovco, eslando<br />
aquella ciudad sitiada por los bárbaros, se apareció<br />
por los aires este santo obispo, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber dad)<br />
á aquellos habitantes algunas instrucciones acerca lo que<br />
<strong>de</strong>biati hacer en el peligro que les amenazaba, <strong>de</strong>sapareció,<br />
y la ciudad quedó <strong>de</strong>ntro do poco libertada. En la<br />
misma ciudad <strong>de</strong> Nantes hay un magnüico templo, en<br />
el que se guardan sus reliquias, y está <strong>de</strong>dicado á su<br />
nom-jre,<br />
DIA 17.<br />
S\N MiNCEL, SABEL ÉISMAEI,, lIEaM.VNOS, MÁilTiSES.—<strong>Los</strong><br />
que nacieron en la ceguedad y tinieblas <strong>de</strong>l gentilismo,<br />
que quieran vivir en su ceguedad, malo es; pero al fin<br />
como fueron así criados y ensenados, parece tieüen algún<br />
género <strong>de</strong> disculpa: mas quien nació alumbrado luego con<br />
la clara luz <strong>de</strong>l Evangelio, se crió y doctrinó cu cila con<br />
el ayuda <strong>de</strong> las letras y divinas Escrituras, y <strong>de</strong>spués la<br />
<strong>de</strong>jó¡ siguiendo pertinazmente por sus vicios el error <strong>de</strong><br />
los gentiles, ¿qué disculpa tendrá ? El <strong>de</strong>sdichado emperador<br />
Juliano Apóstala, fué uno <strong>de</strong> estos, el cual <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />
niñez fué criado y enseñado en la sania ley evangélica;<br />
leyó y supo mucho <strong>de</strong> las sagradas Escrituras; y <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong>jándolo todo, siguió la adoración <strong>de</strong> los ídolos, y fué el<br />
mas cruel y <strong>de</strong>clarado perseguidor <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> Cristo<br />
que jamás se vió. ¿Quién pues le tendrá lástima? Ninguno;<br />
pues él se buscó y quiso su perdición eterna. Entre<br />
los innumerables que esperimentaron el rigor <strong>de</strong> estecruel<br />
apóstata, fueron los tres ínclitos mártires y gloriosos hermanos<br />
Manuel, Sabel é Ismael, los cuales eran naturales<br />
<strong>de</strong> Persia, <strong>de</strong> madre cristiana y padre gentil. Su vida<br />
era inmaculada y solícita en no llegar á los sacrificios y<br />
fuegos que los persas solian hacer en honor <strong>de</strong> sus dioses;<br />
porque aun en solo mirarloslespareciaqucdabancontaminados,<br />
según habian sido pura y religiosamente instruidos<br />
por Eunoico su ayo, varón clarísimo, cristiano y<br />
muy docto en la fó.<br />
Reinaba entonces en Persia Alamundaro, el cual con<br />
cartas y embajadores habia tratado con el emperador Juliano,<br />
hiciese paces; y estando ya conformes en ellas, envió<br />
por sus embajadores á estos tres santos hermanos, para<br />
que las efectuasen y llevasen los capítulos y condiciones<br />
<strong>de</strong> ellas. Llegados al imperio romano, hablaron al emperador,<br />
y le mostraron las condiciones y pactos hechos; y<br />
Juliano les mandó que <strong>de</strong>scansasen; é hizo que los tratasen<br />
y regalasen, comose acostumbraba hacera los embajadores.<br />
Poco les duró; porque en brevesdias pasó el estrecho<br />
<strong>de</strong> Calcedonia, y fué á Bithinia, llevándose consigo<br />
muchas gentes principales, y entre ellas á los tres santos<br />
fiermanos. Hizo un solemne sacrificio en un lugar llamado<br />
Trigon; y todos los gentiles acudieron á la fiesta y sacrificaron<br />
á los ídolos. <strong>Los</strong> tres gloriosos hermanos no quisieron<br />
aun ver el abominable sacrificio, y tristes lloraban y<br />
suplicaban á Dios, los conservase sinceros y sin mancilla<br />
en su religión y santa fé, y fuese servido <strong>de</strong> apartar <strong>de</strong><br />
DA m ORO. DÍA Vh<br />
\ tan grave error á los idólatras. ¡O Señorl <strong>de</strong>ciari, Uo ÍOÉ<br />
<strong>de</strong>jes así estar metidos en el profundo <strong>de</strong> los males. A este<br />
tiempo, por ór<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l emperador fué á ellos un su camarero<br />
, y procuró llevarlos al sacrificio; mas ellos con una<br />
voz y voluntad le dijeron: Véte <strong>de</strong> nosotros, pues nunca<br />
hemos <strong>de</strong> negar la fé en que fuimos criados, ni <strong>de</strong>jaremos<br />
á nuestro Dios y Señor, por venerar á los <strong>de</strong>monios que<br />
están con vosotros. No venimos tan largo camino para negar<br />
nuestra religión ; solo venimos á hacer las paces y<br />
confirmar lo que mas nos pareciere. Sepa vuestro emperador<br />
que en ningún modo nos apartará déla ley <strong>de</strong> nuestro<br />
Señor Jesucristo; aunque contra nosotros manifieste<br />
lodo su po<strong>de</strong>r, entregándonos al fuego, al hierro ycuantos<br />
instrumentos para atormentar ha inventado la tiranía y rigor<br />
<strong>de</strong> los mas crueles bárbaros. El camarero refirió todo<br />
esto al emperador, el cual por entóneoslos mandósoloponer<br />
en la cárcel.<br />
<strong>Los</strong> gloriosos santos iban tan gozosos á la prisión, que<br />
iban cantando así: Venid, regocijémonos con el Señor: alegrémonos<br />
en Dios, nuestra salud. ¿Qué Dios hay que sea<br />
gran<strong>de</strong> como nuestro Dios, el cual siempre nos hace bien<br />
en gloria y potestad? Nosotros somos su pueblo y obra <strong>de</strong><br />
sus manos, y perpetuamente lo invocaremos. El siguiente<br />
diat sentado el emperador apóstala en su tribunal, mandó<br />
traer á su presencia á los santos mártires, y primero los<br />
procuró traer á su propósito con blandas palabras, y <strong>de</strong>spués<br />
los amenazó diciendo, que aunque eran embajadores,<br />
no les guardaria la fé (quien á Dios no se la guardó, ¡qué<br />
mucho!) y palabra si no adoraban á los dioses como él;<br />
porque <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> este presupuesto se habian hecho las paces.<br />
<strong>Los</strong> valerosos caballeros respondieron, que ellos se<br />
habian criado y sido enseñados en la religión cristiana<br />
por Euntíico, varón insigne en las cosas divinas éincomparable<br />
en la viriud, y estaban firmes en su doctrina, con<br />
que en ningún tiempo <strong>de</strong>jarían al Criador <strong>de</strong> los cielos y<br />
tierra por los <strong>de</strong>monios; y qu'j pues ellos solo habian venido<br />
por capitular las paces entre el imperio romano y el<br />
reino pérsico, no tratase cosa alguna <strong>de</strong> la religión y <strong>de</strong>jase<br />
adorar á cada uno á quien adoraba; pues esto no tocaba<br />
á la embajada. Con estas palabras so enojó Juliano,<br />
y lleno <strong>de</strong> ira dijo: Decidme; ¿cómo vosotros, que siempre<br />
fuisteis rudos ó ignorantes <strong>de</strong> la lengua griega, sois<br />
tan <strong>de</strong>svergonzados y atrevidos, que con vuestro grosero<br />
hablar nos queráis persuadir vuestra religión, á nosotros,<br />
que alcanzamos la cumbre <strong>de</strong> las letras y no somos ignorantes<br />
<strong>de</strong> vuestras Escriluras? Sabed, que en mi mocedad<br />
traté en ellas; mas como conocí cuán poco vallan, las <strong>de</strong>jé,<br />
Y pues yo las entiendo y os aconsejo; sabed, que os importa<br />
<strong>de</strong>jar ese pensamiento inconsi<strong>de</strong>rado y <strong>de</strong> niños; y<br />
si no me quisióre<strong>de</strong>is oir y o<strong>de</strong><strong>de</strong>cer, la experiencia<br />
<strong>de</strong> los tormentos os enseñará, cuán mal os estará vuestra<br />
arrogancia y porfía en una religión indigna <strong>de</strong> ser<br />
oida.<br />
Oyendo tan sacrilegas palabras, se confirmaron mas<br />
en su propósito los ínclitos mártires; y así dijeron: De nuestro<br />
Dios aprendimos que no hemos <strong>de</strong> temer, á los que<br />
quitan la vida al cuerpo, y que por miedo no hemos <strong>de</strong><br />
hacer traición á la verdad, y que cuando seamos presos,<br />
no pensemos lo que hemos <strong>de</strong> respon<strong>de</strong>r; pues el mismo<br />
Espíritu Santo nos dará ánimo y osadía para las batallas,<br />
y qué <strong>de</strong>cir en abriendo los labios. ¿Qué falta <strong>de</strong> razón<br />
y ciencia nos impidas tú, que pareces el mas sabio dfl