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396 LA LEYENDA DE ORO. DÍA 22.<br />
solar: hasta que con esta perseverancia mereció ser la<br />
primera á quien Cristo , según la historia evangélica, ya<br />
resucitado y glorioso, se apareció, aunque en figura <strong>de</strong>.<br />
hortelano: y ella pensando que lo era y no conociendo<br />
al Salvador, le dijo: Señor , si vos lo habéis tomado, <strong>de</strong>cidme<br />
don<strong>de</strong> está; que yo le llevaré. No <strong>de</strong>claró quien era<br />
aquél que buscaba: porque como ella estaba tan absorta y<br />
trasportada en Cristo, pensó que lodos los otros tenían el<br />
corazón en el que ella le tenia. Ni tampoco consi<strong>de</strong>ró su<br />
condición y flaqueza mujeril, y que no tendría fuerzas<br />
para llevar el cuerpo <strong>de</strong>l Salvador: porque clamores<br />
ciego y atrevido, y suple con el vigor <strong>de</strong>l ánimo, lo que<br />
falta <strong>de</strong> fuerzas al cuerpo, y no repara en dificulta<strong>de</strong>s, y<br />
todas las cosas le parecen fáciles por alcanzar lo que mucho<br />
ama y <strong>de</strong>sea. Mas el Sefíor, que es piadoso, se le <strong>de</strong>scubrió<br />
y llamó por su nombre y consoló, y regaló con<br />
una inefable alegría y dulzura, y la hizo apóstola <strong>de</strong> sus<br />
apóstoles que estaban retirados y encogidos <strong>de</strong> temor, y<br />
mandóle que les diese nuevas <strong>de</strong> su gloriosa resurrección<br />
y subida á los cielos. Esto es lo que hallamos escrito en<br />
el sagrado Evangelio <strong>de</strong> la Magdalena. Y aunque el Evangelio<br />
no lo dice, parece cosa sin duda que la Magdalena<br />
se halló á la subida <strong>de</strong>l Salvador al cielo: y también<br />
cuando bajó el Espíritu Santo sobre los apóstoles, y los<br />
llenó <strong>de</strong> sus gracias y divinos dones: y que el tiempo que<br />
<strong>de</strong>spués vivió en Jerusalen , le ocuparía en acompañar y<br />
servir á la sacratísima Virgen María nuestra Señora, como<br />
á Madre <strong>de</strong> su Señor y dulcísimo Maestro, y en visitar y<br />
bañar con copiosas lágrimas aquellos lugares, que el mismo<br />
Señor habia hollado y santificado con su vida santísima<br />
y muerte preciosísima.<br />
Mas como <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> san Esteban.Prolomárlir,<br />
se levantase en Jerusalen una gran persecución<br />
contra la Iglesia , y con esta ocasión los discípulos <strong>de</strong>l Señor<br />
por particular disposición y provi<strong>de</strong>ncia suya, saliesen-<br />
<strong>de</strong> aquella ciudad, y se esparciesen por varias tierras<br />
y provincias para alumbrarlas con la luz <strong>de</strong>l santo<br />
Evangelio, y doctrina <strong>de</strong> Cristo; entre los otros fieles,<br />
que los judíos maltrataron y persiguieron con mas rabia<br />
y furor, fué una María Magdalena: con la cual y<br />
con sus hermanos Lázaro y Marta, tenían particular ojeriza<br />
y aborrecimiento por el amor entrañable, que habían<br />
mostrado al Señor en su vida y sentimiento en<br />
su muerte: y para vengarse <strong>de</strong> ellos tomaron á los tres<br />
hermanos , Magdalena , Lázaro , Marta y á Marcela,<br />
su criada (que dicen fué la que hablando con el Señor,<br />
alzó la voz, y dijo aquellas palabras: Bienaventurado<br />
el vientre que le concibió, y los pechos que mamaste), y á<br />
san Maximino que era uno <strong>de</strong> los setenta discípulos <strong>de</strong><br />
Cristo, y á Celedonio, que fué el ciego <strong>de</strong> nacimiento,<br />
á quien con el lodo puesto sobre sus ojos restituyóla vista:<br />
y también dicen, que aquel noble <strong>de</strong>curión llamado José<br />
ab Arimalhea, que le <strong>de</strong>scolgó <strong>de</strong> la cruz y le sepultó en<br />
su sepulcro, y otros muchos cristianos, y los metieron en un<br />
navio sin remos, sin velas, sin limón y sin gente que lo<br />
gobernase, p^ra que se ahogasen y pereciesen en el mar.<br />
Pero como no hay consejo contra IHos, el navio aportó<br />
á Francia á la ciudad <strong>de</strong> Marsella á salvamento; y la Magdalena<br />
con toda aquella bienaventurada compañía, saltó en<br />
tierra y con el admirable ejemplo <strong>de</strong> su vida y palabras<br />
<strong>de</strong>l cíelo y milagros, que el Señor obró por ella, toda<br />
aquella provincia se convirtió á la fé <strong>de</strong> Cristo, y san Lázaro<br />
fué electo obispo <strong>de</strong> Marsella: san Maximino <strong>de</strong> la ciudad<br />
<strong>de</strong> Aix: Marta se recogió en un monasterio con gran copia<br />
<strong>de</strong> doncellas : y José ab Arimathea (á lo que algunos<br />
escriben ) pasó á Inglaterra y fué el primero que en aqut-'l<br />
reino anunció al Señor. Y la Magdalena <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber<br />
predicado por sí misma y convertido muchas almas, se<br />
retiró á un <strong>de</strong>sierto á llorar <strong>de</strong> nuevo sus pecados (como<br />
sí nunca los hubiera llorado) y ocuparse <strong>de</strong> día y <strong>de</strong> noclje<br />
en la contemplación <strong>de</strong>l Señor y gozar <strong>de</strong> sus y regalos<br />
suavísimos. Treinta años estuvo en aquella soledad comiendo<br />
yerbas y raices <strong>de</strong> árboles : y como se gastasen<br />
sus vestidos. Dios la vistió con sus cabellos. Hacia vida<br />
mas <strong>de</strong> ángel que <strong>de</strong> mujer, y así los ángeles la levantaban<br />
siete veces cada día á oir cantos celestiales. Pero al cabo da<br />
los treinta años, ella misma rogó á un sacerdote que fuese<br />
á san Maximino <strong>de</strong> su parte, y le avisase que para el domingo<br />
siguiente se hallase en la iglesia solo á la hora <strong>de</strong><br />
maitines. Hízolo así el santo obispo , y halló á la Magdalena<br />
orando, levantada en el aire y puestaslas manos en alto,<br />
y ella recibió <strong>de</strong> las suyas el santísimo Sacramento, con<br />
maravillosa <strong>de</strong>voción y lágrimas, y <strong>de</strong> allí á pocodiósu<br />
espíritu á aquel amorosísimo Esposo y maestro, á quien<br />
por sus pecadoshabia visto en la cruz encomendar el suyo<br />
al Padre eterno. Llevaron al cielo los ángeles el alma <strong>de</strong> la<br />
bendita Magdalena, con gran júbilo y alegría. El cuerpo<br />
fué allí sepultado, y siempre ha sido tenida en gran<strong>de</strong> veneración.<br />
Fr. Silvestre dcPrierio, <strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> santo Domingo, y<br />
maestro <strong>de</strong>l sacro palacio , escribe en un sermón, que el<br />
año <strong>de</strong> 1507 , visitó por su <strong>de</strong>voción la cueva don<strong>de</strong> hizo<br />
penitencia la Magdalena, y sus sagradas reliquias , y<br />
dice que vió su cabeza , que era gran<strong>de</strong> y que solamente<br />
tenia un poco <strong>de</strong> carne <strong>de</strong>negrida y seca , en aquella parte<br />
<strong>de</strong> la frente, que tocó al Salvador , cuando le apareció<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su resurrección i en la cual carne quedaron impresas<br />
las señales <strong>de</strong> los <strong>de</strong>dos con que el Señor la tocó.<br />
Dice mas : que le mostraron en una ampolla <strong>de</strong> vidrio algunos<br />
<strong>de</strong> los cabellos, con que limpió los piés <strong>de</strong>l Señor; y<br />
en otra , tierra mezclada con sangre , <strong>de</strong> color tínlre<br />
negro y colorado, la cual tierra la Magdalena recogió el<br />
viernes santo al pié <strong>de</strong> la cruz : y que todos afirmaban,<br />
que cada año , aquel mismo dia <strong>de</strong>l viernes santo, acabada<br />
<strong>de</strong> leer la pasión, lo que estaba en aquella redoma hervía<br />
como si fuera sangre. Muéstrase también su brazo, y<br />
en una arca <strong>de</strong> plata el cuerpo <strong>de</strong> esta santa, que está en<br />
un convento <strong>de</strong> los padres <strong>de</strong> Santo Domingo.<br />
Muchos, gran<strong>de</strong>s y admirables son los milagros que<br />
Dios ha obrado por la intercesión <strong>de</strong> esta gloriosa santa<br />
y bienaventurada pecadora, los cuales se podrán ver en<br />
su historia. Uno solo quiero yo contar: que refiere el sobredicho<br />
P. Fr. Silvestre, como cosa muy sabida y cierta.<br />
Dice: que por los años <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> 1279, en las<br />
guerras que los reyes <strong>de</strong> Aragón tuvieron con Carlos,<br />
primero <strong>de</strong> este nombre que fué hermano <strong>de</strong> Luis, rey<br />
<strong>de</strong> Francia , y el que ganó y perdió el reino <strong>de</strong> Sicilia),<br />
fué preso en una batalla naval <strong>de</strong> los aragoneses, y Cárlos<br />
II, y con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Proenza. Este Cárlos, estando preso<br />
en Barcelona , y muy apretado y en peligro <strong>de</strong> pe<strong>de</strong>r Ia<br />
vida, acordándose , que la Magdalena habia predicado c"<br />
sus tierras <strong>de</strong> ía Proenza, y convertido tantas almas «<br />
Dios, se encomendó muy efectuosamente á ella, suplicá'i'<br />
dola, que le librase <strong>de</strong> aquel afán y agonía en que estaba;