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DIA 15-<br />
modo que estos miserables se veian abandonados <strong>de</strong> lodos:<br />
en este (rislo lance san Camilo y sus hijos, <strong>de</strong>spreciando<br />
fel lemor <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r la salud y la propia vida, acudieron<br />
con inexplicable caridad á remediar aquellos pobres apestados;<br />
iban por las casas <strong>de</strong> los pobres, reconocían los enfermos<br />
que en ellas habia, les daban <strong>de</strong> comer, les suministraban<br />
los remedios, Ies baeian las camas y los limpiaban<br />
con in<strong>de</strong>cible caridad; á ¡veces les era preciso<br />
entrar en las casas con escalas por las ventanas, á<br />
cansa <strong>de</strong> estar enfermos todos los que estaban en ellas<br />
V no baber ninguno que pudiese levantarse á abrirles la<br />
pucila <strong>de</strong> la calle: dispuso en esta ocasión san Camilo, con<br />
bis limosnas que le daban los car<strong>de</strong>nales, cuatro hospitales,<br />
y en ellos hacia conducir los enfermos pobres que<br />
los suyos iban sacando <strong>de</strong> las caballerizas, establos y <strong>de</strong><br />
otros lugares inmundos, en don<strong>de</strong> la hambre, la miseria<br />
y los males los tcnian postrados sin aliento para moverse;<br />
procurando que ninguno muriese sin haber recibido los<br />
santos sacramentos, y sin disponerse crislianamenle para<br />
«1 último paso. Parece que el mismo Dios, que quiso afligir<br />
á Roma con aquel castigo, envió á Camilo y á sus hijos<br />
para que la sirviesen <strong>de</strong> alivio y consuelo en aquella<br />
gran<strong>de</strong> calamidad: apenas habianpasado <strong>de</strong>safíos <strong>de</strong> este<br />
contagio, cuando saliendo <strong>de</strong> madre el Tíber, inundó muchas<br />
casas vecinas y llegó el agua basta las cuadras bajas<br />
<strong>de</strong>l hospital <strong>de</strong>l E^pírilu Santo, ocupadas <strong>de</strong> enfermos:<br />
apcnas tuvo Camilo noticia <strong>de</strong> esta <strong>de</strong>sgracia, cuando impelido<br />
<strong>de</strong> su ardiente caridad, fué corriendo al hospital<br />
Para salvar los pobres dolientes; él mismo se entró por<br />
^ agua, sacó sobre sus propios hombros los enfermos <strong>de</strong><br />
fuellas piezas, y <strong>de</strong>spués las camas, trabajando en esto<br />
í*0'' espacio <strong>de</strong> tres dias continuos, sin admitir el menor<br />
<strong>de</strong>scanso; ni fué sola Roma la que admiró estas obras<br />
''e caridad <strong>de</strong> Camilo; porque habiéndose también pegado<br />
el contagio en las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Ñola y <strong>de</strong> Milán , mientras<br />
los otros procuraban cvilar el comercio <strong>de</strong> estas ciuda<strong>de</strong>s<br />
infectadas, Camilo y sus hijos intrépidos se arrojaron en<br />
medio <strong>de</strong>l peligro, y ejecutaron con los enfermos <strong>de</strong> estas<br />
ciuda<strong>de</strong>s los mismos oficios <strong>de</strong> caridad que habian practicado<br />
en Roma en el contagio pasado. En estas heroicas<br />
empresas perdió Camilo un gran número <strong>de</strong> hijos , <strong>de</strong> tal<br />
niodo, que solo en el contagio <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Ñola fallecieron<br />
cinco <strong>de</strong> ellos; pero todas estas pérdidas no acobardaban<br />
el ánimo invencible <strong>de</strong> nuestro santo, que creia<br />
ganar los hijos que perdia sacrifleados en las aras <strong>de</strong> la<br />
cnsliana caridad: en efecto parecía que estos sanios hijos<br />
ftr;*a semilla fecundísima <strong>de</strong> su religión; pues eran lan-<br />
^ los que pedian ser admitidos en ella, y tantas las<br />
Cliida<strong>de</strong>sque pedian se fundase en ellas una casa <strong>de</strong> este<br />
pililo y útilísimo inslilulo, que en pocos aflos se vió<br />
"datado por toda la Italia en muchas provincias, que<br />
amilo gobernaba con mucha pru<strong>de</strong>ncia, visitándolas y<br />
'^'aiando á todos mas con su ejemplo que con sus palaras<br />
i á la observancia <strong>de</strong> las reglas <strong>de</strong>l instituto y al<br />
Stlrvicio <strong>de</strong> los enfermos.<br />
^.J^'spues que Camilo hubo dado tanto aumento á sured<br />
^ ,íleJora('0 'os principales hospitales <strong>de</strong> Italia,<br />
<strong>de</strong> practicar lá obediencia y <strong>de</strong> entregarse ente-<br />
J on,e a los ejercicios <strong>de</strong> la oración y morliíif;.cion y<br />
servicio <strong>de</strong> los enfermos, y <strong>de</strong> prepararse <strong>de</strong> esle<br />
Wlo á la muerte, en elafio 1607 renunció el oficio <strong>de</strong><br />
h '1;i|'al en manos <strong>de</strong>l car<strong>de</strong>nal proleclor, el cual, rnovi-<br />
JULIO. 343<br />
do <strong>de</strong> sus instancias y razones para darle este consuelo, le<br />
admitió la renuncia: esle acto <strong>de</strong>claró Camilo, que renunciaba<br />
también cualquiera preeminencia ó exención<br />
que pudiese tener á título <strong>de</strong> fundador, y que su voluntad<br />
era vivir en todo y por todo <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l yugo <strong>de</strong> la<br />
obediencia; y luego quiso ser tratado como cualquiera<br />
<strong>de</strong> los sacerdotes sin ninguna distinción. Retiróse <strong>de</strong>spués<br />
al hospital <strong>de</strong> la Ammciata <strong>de</strong> Nápoles, que<strong>de</strong> nuevo<br />
habia admitido la religión; se aplicó con gran fervora<br />
servir á les enfermos, aumentando los ejercicios <strong>de</strong> la<br />
oración y morlificacion, con que se acrecienta el espíritu;<br />
y entretenido en estos santos ejercicios, no quiso acudir<br />
al capílulo general que se celebró en Roma á 19 <strong>de</strong> marzo<br />
<strong>de</strong> 1008! <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Nápoles pasó á Génova, y <strong>de</strong> aquí á<br />
Milán, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong>l general volvió á Génova<br />
á visitar aquella casa. En estas ciuda<strong>de</strong>s estaba casi lodo<br />
el dia en los hospitales principales, asislicndo y sirviendo<br />
á los enfermos; aquí, según él <strong>de</strong>cia, tenia su nido,<br />
lodo su contento y <strong>de</strong>licias: <strong>de</strong> noche cuando se retiraba<br />
á su casa, quería siempre estar <strong>de</strong> vela , por si avisaban<br />
para ayudar á algún enfermo. Es in<strong>de</strong>cible el beneficio<br />
que hizo en estos hospitales, haciéndose procurador <strong>de</strong><br />
los pobres; solicitaba continuamente y molestaba á los<br />
administradores <strong>de</strong> los hospitales con sus representaciones,<br />
pidiendo varias cosas dirigidas al alivio y mejor asistencia<br />
<strong>de</strong> los enfermos. Después pasó áRoma, y aquí alcanaó<br />
licencia <strong>de</strong>l padre general para quedarse todas las<br />
noches en el hospital <strong>de</strong>l Espíritu Sanio, para ayudar á<br />
los pobres que estaban en mayor peligro ; comenzó pues<br />
en la fiesta <strong>de</strong> Todos los Santos <strong>de</strong>l aflo 1G09 á Heveaeste<br />
tenor <strong>de</strong> vida: todas las noches <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> baber<br />
dormido cuatro ó cinco horas en un aposento que tenia señalado<br />
en lo mas alto <strong>de</strong>l hospital, que caia sobre el Tíber,<br />
bajaba al hospital, tenia un rato <strong>de</strong> oración <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Santísimo<br />
Sacrameulo, daba <strong>de</strong>spués visita á todas las canias^<br />
haciendo una breve visita, y si acaso estaba alguno moribundo<br />
ó <strong>de</strong> peligro, preguntaba álos enfermos <strong>de</strong> las camas<br />
vecinas, si habia confesado y comulgado, y faltándole, algún<br />
sacramento hacia le recibiese: les ayudaba á hacer las<br />
protestas conforme al uso <strong>de</strong> la Iglesia , dábales el óleo<br />
santo, Ies hacia besar su crucifijo ó alguna medalla , para<br />
que ganasen las indulgencias ; y no les <strong>de</strong>jaba hasta<br />
que hubiesen muerto , ó estuviesen bien dispuestos para<br />
morir: acabada esta visila se volvia <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Santísimo<br />
Sacramento , y tenia una hora <strong>de</strong> oración ; pero si habia<br />
algún enfermo que estuviese agonizando, la tenia al lado<br />
<strong>de</strong> su cama, ayudándole en aquel último paso. Concluida<br />
la oración volvia <strong>de</strong> nuevo á visitar los enfermos con mayor<br />
atención, y andaba <strong>de</strong> cama en cama , en el invierno<br />
cubriéndoles, calenlándoles los piés , y enjugándoles las<br />
camisas ó sábanas mojadas <strong>de</strong>l sudor , y mulliéndoles las<br />
almohadas: mas en el verano , cuando á veces pasaban<br />
<strong>de</strong> cuatrocientos los enfermos, para aliviarles <strong>de</strong> la sed<br />
que pa<strong>de</strong>cían , iba con un jarro <strong>de</strong> agua fria , hume<strong>de</strong>ciéndoles<br />
y refrigerándoles las bocas, lo que servia <strong>de</strong> uu<br />
gran consuelo á aquellos miserables: acabada esta obra <strong>de</strong><br />
caridad , volvia á hacer la visila, dándoles algún bizcoch ),<br />
conserva , huevos frescos ó algún otro confortativo , conforme<br />
á la necesidad <strong>de</strong> cada uno; y él mismo pedia limosnas<br />
á sus <strong>de</strong>votos, para que no faltase esle alivio á los<br />
enfermos. Acabado esle caritativo oficio, no se iba á <strong>de</strong>scansar,<br />
sino que siendo ya hora compclcnie, se hallaba <strong>de</strong>