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550 LA LEYENDA DE ORO. DIA 20.<br />
ánles <strong>de</strong> Jesucristo. <strong>Los</strong> pueblos le lloraron en extremo,<br />
dando así prueba <strong>de</strong>l amor que le profesaban por su recta<br />
administración. Fué enterrado su cuerpo en la Ju<strong>de</strong>a, su<br />
sepulcro fué glorioso en milagros, y según dice san Gerónimo<br />
, sus reliquias fueron trasladadas por el emperador<br />
Arcadio á Gonstanlinopla.<br />
SAN Lucio, MÍrtria.—Era senador romano, y se complacía<br />
en ver <strong>de</strong>rramar la sangre do los cristianos. Un<br />
dia estando admirando la milagrosa constancia <strong>de</strong> san<br />
Teodoro, obispo <strong>de</strong> Cirene, cuando le martirizaban, fué locado<br />
<strong>de</strong> la gracia celestial, y se convirtió á la religión <strong>de</strong><br />
Jesucristo, y con sus palabras y persuasión convirlió también<br />
al gobernador Digniano, con el cual se fué á Clupre.<br />
En esta isla, viendo que o'ros cristianos recibían la corona<br />
<strong>de</strong>l marlirio por confosar á Jesucristo, se ofreció Lucio voluntariamente<br />
á la muerte y fué <strong>de</strong>gollado, recibiendo la<br />
misma corona.<br />
SAX FILIBKHTO, ABAD.—Nació en Gascufla, y fué educado<br />
en las máximas <strong>de</strong> la mas pura piedad. Habiendo sido<br />
enviado á la corte <strong>de</strong> Gotario 11, los ejemplos y evorlaciones<br />
<strong>de</strong> san Ouen, lucieron en el santo joven tan profunda<br />
impresión, que á la edad <strong>de</strong> veinte años renunció al inundo,<br />
y tonúel bibitoen la abadía <strong>de</strong> Rebais, que el mismo<br />
san Ouen babía fundado, Filíberlo fué <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> poco<br />
elegido superior <strong>de</strong> aquella casa ; pero teniendo que luchar<br />
continuamente con la indocilidad <strong>de</strong> algunos mongos, se<br />
fué a visitar los principales monasterios que vivían bajo la<br />
regla <strong>de</strong> san Columbano, y tijó su reci<strong>de</strong>ncía en la Normandía,<br />
don<strong>de</strong> fundó un célebre monasterio en las tierras<br />
que le cedieron el rey Clodovco y la reina Batil<strong>de</strong>, el<br />
afio 6oi. De todas partes acudieron los hombres piadosos<br />
á querer vivir bajo la dirección <strong>de</strong>l nuevo abad, que en<br />
poco tiempo se vió ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> mas <strong>de</strong> novecientos monges,<br />
los cuales <strong>de</strong>dicó á los penosos trabajos <strong>de</strong>l <strong>de</strong>smonte<br />
<strong>de</strong> las tierras, para edificar otros varios monasterios. En<br />
674 la necesidad obligó á san Filiberto á hacer un viaje á<br />
la corle, y estando en ella, tuvo valor para repren<strong>de</strong>r á<br />
Ebroin, mayordomo <strong>de</strong> palacio, sus crímenes é injusticias.<br />
Este malvado ministro, escitó contra el santo una violenta<br />
persecución, y para sustraerse á ella, se retiró á la pequeña<br />
isla <strong>de</strong>Evio sobre las'costas <strong>de</strong> Poitou, don<strong>de</strong> ftmdóolro<br />
monasterio, en el cual vivió hasta acabar santamente sus<br />
días el 20 ó 22 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>l año 68i.<br />
SA\ MVXIMO, CONFESOR.—Francés <strong>de</strong> nacimiento, fué<br />
educado en el monasterio que gobernaba san Martin <strong>de</strong><br />
Tours, y era lodavíu muy jóven cuando perdió á su bionaventurado<br />
miesíro. ILibiendo sido elevado al sacerdocio,<br />
se mostró mas fervoroso que nunca. El <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> vivir<br />
dcsconocid > do los hombres, le obligó á <strong>de</strong>jar su patria<br />
y retirarse á un monasterio cerca <strong>de</strong> Lyon, <strong>de</strong>l cual fué<br />
<strong>de</strong>spués dignísimo abad. Pero distrayéndolo <strong>de</strong>masiado<br />
las atenciones <strong>de</strong> su cargo, y viéndose con frecuencia molestado<br />
por las incursiones délos bárbaros, abandonó también<br />
la abadía y se volvió á su pais, y emprendió otra vez<br />
su primer género <strong>de</strong> vida. Sin embargo, al cabo <strong>de</strong> algún<br />
tiempo se vió obligado á lomar la dirección <strong>de</strong> los monges<br />
<strong>de</strong> Chinon , cuyo monasterio había él mismo fundado.<br />
En él murió <strong>de</strong> una edad muy avanzada , á mediados<br />
<strong>de</strong>l siglo V, <strong>de</strong>jando atestiguada su santidad pollos<br />
milagros obrados antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su dichosa<br />
muerte,<br />
SAN MÁJÍBTO, CONTESOU.—Fué uno <strong>de</strong> los siete'fundadores<br />
<strong>de</strong>l ór<strong>de</strong>n religioso <strong>de</strong> los Siervos <strong>de</strong> María. Véase el<br />
día 11 <strong>de</strong> febrero.<br />
<strong>Los</strong> SATTOS SEVERO Y MEMXOX, T OTROS TREINTA T SIETB<br />
COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Severo era un cristiano <strong>de</strong> Sida,<br />
en Panlllia, que iba recorriendo las ciuda<strong>de</strong>s y al<strong>de</strong>as predicando<br />
el Evangelio, Cuando un dia llegó á la ciudad do<br />
Fílilópolis en Tracia, encontró que iban á ser martirizados<br />
treinta y siete cristianos; y encendiéndose en fervor y<br />
celo, se presentó en el lugar <strong>de</strong> la ejecución y proclamó á<br />
Jesucristo, animando al mismo tiempo á aquellos confosores<br />
al martirio, Al momento fué preso y atorm.mtad!) jun -<br />
tamento con los <strong>de</strong>más, y como obrase el Seííor muchos<br />
milagros en su martirio, abrazó la religión cristiana un<br />
centurión que estaba allí presente, llamado Memnon, quu<br />
asociándose con ellos en la confesión <strong>de</strong> la fé, fué también<br />
participante <strong>de</strong> la corona <strong>de</strong>l martirio, muriendo todos<br />
juntos abrasados en una hoguera, el año 302.<br />
Svx PoiiFiiuo.—Son muy escasas las noticias que leñemos<br />
<strong>de</strong> este santo, pues todas se reducen á sabor que instruyó<br />
en ta religión cristiana y bautizó al mártir san Agapito,<br />
y que murió en Roma á fines <strong>de</strong>l siglo IH. Algunos<br />
creen que alcanzó la corona <strong>de</strong>l martirio; pero san Gerónimo,<br />
Ferrario y losbolandistas no se atreven á asegurarlo,<br />
é insinúan que murió en paz,<br />
SAX GRISTÓBAI, Y SAN LEovioano, MARTIRES.—El primero<br />
era natural <strong>de</strong> Córdoba, hijo <strong>de</strong> padres cristianos y <strong>de</strong>udo<br />
<strong>de</strong>san Eulogio, <strong>de</strong> quien fué discípulo, Dióse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> niño<br />
al estudio <strong>de</strong> las letras; y bajo la dirección <strong>de</strong> un maestro<br />
tan docto y tan santo, aprendió las ciencias y el ejercicio<br />
<strong>de</strong> todas las virtu<strong>de</strong>s. Crecía teniendo gran<strong>de</strong> horror á los<br />
engaños <strong>de</strong>l mundo, y á los halagos <strong>de</strong> la carne, y para<br />
evitarlos, tomó el hábito <strong>de</strong> mongo en el monasterio <strong>de</strong><br />
San Martin, que estaba en la sierra <strong>de</strong> Córdoba, en un lugar<br />
llamado Rojana. Dióse allí tan <strong>de</strong> veras al estudio do<br />
la oración, á la mortificación <strong>de</strong> sus pasiones, al rigor do<br />
la penitencia, al estrecho cuidado <strong>de</strong> la observancia regular<br />
y á las santas ocupaciones y ejercicios <strong>de</strong> la vida monástica,<br />
que aun á los monges mas fervorosos tenia atónitos.<br />
Oía con gran dolor las noticias <strong>de</strong> la matanza que en<br />
el pueblo cristiano iba haciendo Ab<strong>de</strong>rramen, cruelísimo<br />
perseguidor <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> Cristo. Habiendo, pues, sabido<br />
el ti iunfoquo<strong>de</strong> él habianalcanzadosan Aurelio y sus compañeros,<br />
se sintió inllamado<strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> imitarlos, y correspondió<br />
luego á la inspiración <strong>de</strong>l cíelo, bajó á la ciudad<br />
y se presentó al juez, confesándose por cristiano y por<br />
<strong>de</strong>clarado enemigo délas malda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l falso profeta. Exhortó<br />
al juez á que recibiese las verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> su fé, y <strong>de</strong>séchase<br />
las falseda<strong>de</strong>s y torpezas do su secta, cuya conducta<br />
exasperó extraordinariamente al juez, y mandóque, cargado<br />
<strong>de</strong> hierros lo pusiesen en la cárcel pública, Al mismo<br />
tiempo dió igual ejemplo <strong>de</strong> fortaleza Leovigildo, mongo<br />
<strong>de</strong> buena edad, natural <strong>de</strong> lliberi, que <strong>de</strong>jó su patria para<br />
abrazar la vida religiosa en el monasterio <strong>de</strong> San Justo y<br />
San Pastor. Era varón <strong>de</strong> conocida virtud, justo y temeroso<br />
<strong>de</strong> Dios, y tan humil<strong>de</strong>, que nada fiaba <strong>de</strong> sí mismo, ta<br />
aun sus buenos <strong>de</strong>seos. <strong>Los</strong> que le dió el Señor <strong>de</strong> que I*<br />
ofreciese su vida en sacrificio, los comunicó con san Eulogio,<br />
obispo, y lomada su bendición, se presentó al juez<br />
y le predicó la divinidad <strong>de</strong> Jesucristo y el misterio- <strong>de</strong> la<br />
re<strong>de</strong>nción, que se obró por su sangre. Dijoal mismo tiempo<br />
tales cosas contra Mahoma y su seda, que no pudiondo<br />
sufrirlo los ministros, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberle maltratado lo