Tomo Dos Leyenda de Oro -Vidas de Los Martires-

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coiüemplacioa : de ella sacaba siempre nuevo esfuerzo
para morüíicarse y humillarse, y buscar siempre el padecer,
á fin de imitar los ejemplos de su divino Salvador,
liumillado, pñeiente y muerto sobre una ernz por su amor.
También era grande la devoción que tenia á la Virgen
sanlísinia, á la cual pedia continuamente le alcanzase la
gracia de vivir lejos de cualquier pecado, hasta el fin de
su peregrinación.
Murió Pascual lleno de méritos enVillareal, siete leguas
distante de Valencia, á 17 de mayo de 1U92, á lus
cincuenta y dos años de edad, de los cuales habia pasado
veintey ocho en la religión de san Francisco. Su cuer-
P0 quedó tres dias expuesto en la iglesia para satisfacer
la devoción del pueblo que fué testigo de un gran número
de milagros que Dios obró en aquella ocasión por intPi'cesion
de su siervo: entre los cuales fué muy admirable
el de (pie al elevar el sacerdote la sagrada Hostia en el
oficio solemne (pie se le cantó, dos veces abrió y cerró sus
ojos.
La santidad de Paulo Y le puso en el catálogo de los
beatos, y la santidad de Alejandro VIH le canonizó solem-
'U'menle.
Entre los muchos milagros con que Dios nuestro Señor
manifesló la santidad de su siervo, aprobóla silla apostólica
los siguientes.
El primero el de la incorrupción de su cuerpo ; pues
íiunque cuando le dieron sepultura echaron sobre él mucha
cantidad de cal, con lodo permaneció sin la menor
C(>n'upcion, exhalando además un olor suavísimo, que la
lnisma santa sede declaró ser también milagroso.
. Ol,'o milagro estupendo obró Dios nuestro Señor por
líilercesion de san Pascual, aprobado por la santa sede:
Porque padeciendo cierto lugar mucha falta de agua , un
labrador llamado Domingo IVrez, implorando el ausilio del
tatito,buscó agua en un paraje muy seco, y al primer
golpe (pie dió con su azadón salió una fuente de agua dulce,
que mana continuamente, y que jamás crece ni se disminuye;
con lo que se remedió la pública necesidad del
logar, que tuvo bastante agua no solo para sus habitantes,
sino también para lodos sus ganados.
SAN TOBPETES, M.ÚITIR.—Era este santo uno de los principales
ministros del emperador Nerón, del que hace mención
el apóstol san Pablo cuando escribiendo desde Roma
a los filipenses les ilecia esías palabras, o Todos vuestros
liermanosos saludan, especialmente aquellos que sonde
la casa del César.» Mandóle cierto dia el emperador que
adorase á la diosa Diana, y Torpetes lejos de hacerlo se
resistió, confesando públicamente que él no daba culto á
las falsas ilivinidades, y solo al Dios de los cristianos. Indignóse
Nerón al oir la respuesta de su ministro, y man-
0 que al momento fuese castigada su osadía, como efec-
,jámente ¡o ejecutó el prefecto satélico, ordenando fuese
o'etcado y cruelmente azotado con varas de hierro. No
Por esto desislió el sanio de sus propósitos, lo que visto
por el prefecto, mandó fuera echado á las fieras para que
a*8e devorado, mas estas ningún daño le hicieron. De-
Rollado por úliimo alcanzó la palma del martirio el dia
29 de abril. 1
SANTA. UESTITXTA, VÍRGEX Y MÁRTIR—En tiempo del cm-
Affi-01 ValcrÍano fué atormentada de diversos modos en
'ea, por orden del juez Próculo. Después la pusieron en
un
wnpuehuelo Heno de estopa y de pez, para quemarla
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en el mar; pero las llamas se volvieron contra los que
pegaron el fuego, y la santa, puesta en oración, entregó
su alma al Criador.'Su cuerpo, metido en la misma barca,
por divino poder fué á aportar á Ischia , isla vecina á Ñapóles,
en donde lo recibieron los cristianos con gran veneración,
y después fué trasladadoá la misma ciudad de Ñapóles,
donde en su honor mandó el emperador Conslantino
Magno que se edificaso un templo.
LOS SANTOS EUADIO, PABLÓ, AQUILINO Y OTROS DOS COM­
PAÑEROS, TODOS MÁRTIRES.—Derramaron su sangre por la
fé en Noyon, en la persecución de Diocleciano.
SAN SOLOCON Y SIS COMPAÑEROS, MÁRTIRES.—Era este
santo egipcio de nación, y servia en los ejércitos del emperador
Maximiano. La cohorte en que servia fué de guarnicion
á Calcedonia, y en osla ciudad recibieron un edicto
del emperador, en que mandaba que todos los soldados
fuesen obligados por sus gefes á sacrificar á los ídolos.
Toda la guarnición obedeció el mandato, excepto solo Solocon
y otros dos compañeros suyos, que habiéndose manifestado
decididos á no dejar el culto de Jesucristo por el
de las divinidades fingidas, fueren azotados tan cruelmente,
que en medio de los azotes, entregaron su espíritu
á Dios los dos compañeros de Solocon. El tirano mandó
entonces que todos los suplicios preparados para los
tres se aplicasen al que habia quedado con vida, y así
murió Solocon, atormentado de una manera inaudita.
Los SANTOS ADRIÁN, VÍCTOR Y BASILA, MÁRTIRES.—Se han
perdido las actas de su martirio, y no se sabe sino que
derramaron su sangre en Alejandría.
SAN BRUNO , OBISPO Y CONFESOR.—Era hijo de Conrado,
duque de Carintia, y lio del emperador Conrado II. Después
de una educación cual convenia á su alto rango,
abrazó el estado eclesiástico, y fué ejemplar de sacerdotes.
En el año 1033 fué elevado á la silla episcopal de
Yilzburgo. y murió en Hungría , á 12 de mayo del año
10 ¡ sepultado en las ruinas de un salón, en el cual estaba
comiendo, al tiempo que acompañaba al emperador
Enrique IH, en el viaje que hacia á Hungría. Este santo
obispo fué célebre por sus milagros antes y después de
su muerte, y por las luminosas obras que publicó sobre
la sagrada Escritura. El papa Inocencio III lo colocó solemnemente
en el número de los santos.
SAN FELIPE NEBÍ.—Véase el 26 de este mes.
DIA 18.
SAN VENANCIO, MÁRTIR.—Siendo Decio emperador, y
Antíoco presidente de la ciudad de Camerino, en el ducado
de Espoleto, fué acusado porque era cristiano Venancio,
mancebo de quince años, y natural de la misma ciudad.
En sabiéndolo el santo mancebo, se presentó al presidente
en la puerta de la ciudad , confesando que adoraba
á Jesucristo, verdadero Dios y Hombre , y nó á los
dioses falsos y gentiles, que ni ven ni oyen, ni pueden
ayudar á los que los adoran y sirven. Mandóle prender el
presidente, y pensando, como á mancebo de pocos años,
engimarle con razones, le tentó mucho tiempo con promesas
y amenazas, para que dejase la religión cristiana,
bablándolc, ya como padre que le aconsejaba mirase
por su edad, y pues estaba en la flor de ella, no quisiese
perder la vida en que podia gozar de los deleites de qr.e
gozaban los oíros mancebos , y las riquezas que le daría